Un representante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó este viernes en Colombia gestiones contra reloj para evitar la muerte del proceso de paz entre el gobierno y las insurgentes FARC.
El presidente Andrés Pastrana autorizó el jueves al delegado del secretario general de la ONU, James Lemoyne, a intervenir como mediador ante las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
Pastrana concedió a Lemoyne y a representantes de 10 países facilitadores del proceso de paz «un plazo máxino e improrrogable de 48 horas», que vence este sábado a 21:30 hora local (02:30 GMT), para salvar el moribundo diálogo, que comenzó en enero de 1999 y fue suspendido el miércoles.
Si a esa hora «las gestiones no producen un resultado satisfactorio y las FARC insisten en sus posiciones, el gobierno asumirá que ese grupo guerrillero no continúa en el proceso» de paz, dijo el presidente en una intervención por cadena de televisión.
Entonces, comenzaría a descontarse otro plazo, también de 48 horas, para que las FARC abandonen el área desmilitarizada de 42.000 kilómetros cuadrados en el sudeste donde las dos partes desarrollaron las negociaciones.
Se trata de 48 horas adicionales que Pastrana, según dijo, se comprometió a respetar ante Manuel Marulanda, el jefe de las FARC. A las 21:30 hora local del lunes, el ejército ingresaría en la llamada área de distensión, que engloba a cinco municipios y durante tres años ha sido administrada por los insurgentes.
Dos horas antes del discurso de Pastrana, las FARC habían reiterado su pedido de revisión de los controles gubernamentales de la periferia de la zona de distensión, el factor causante de la crisis de la negociación bilateral.
Los guerrilleros también señalaron en su comunicado su disposición a reunirse con representantes de la comunidad internacional para buscar soluciones a la situación.
Una fuente de las FARC dijo este viernes a la radioemisora Caracol en San Vicente del Caguán, sede del diálogo de paz, que la organización desea hallar medios de reanudar las negociaciones.
Lemoyne dijo al iniciar su viaje a San Vicente del Caguán que, avalado por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, realizará una tarea de «facilitación entre las partes» y que lleva «sugerencias e ideas de varios sectores colombianos y también del gobierno».
Luis Valencia, investigador de la estatal Universidad Nacional, señaló que el proceso de paz ha estado varias veces en entredicho en los últimos tres años. El episodio de esta semana, si bien ha sido el más grave, es uno más, y puede ser superado, agregó.
Esta experiencia aporta «la lección de cómo debe hacerse un proceso de paz», dijo Valencia a IPS. «No se hace a base de retórica, ni de generosidad, ni de concesiones, sino que requiere estrategias, apoyo de las fuerzas políticas, participación de la sociedad civil, y una oferta y manejo negociador con los grupos insurgentes».
Las negociaciones han estado congeladas en numerosas ocasiones y los obstáculos fueron superados en contactos directos entre Pastrana y Marulanda.
El 19 de enero de 1999, doce días después de instalarse la mesa de negociaciones, las FARC anunciaron la interrupción del diálogo hasta que gobierno mostrara resultados concretos en la lucha contra los paramilitares de derecha.
Pero en esa oportunidad, los jefes rebeldes mantuvieron su decisión de reunirse con Pastrana para realizar un canje de prisioneros.
Seis meses después, el 19 de julio del mismo año, el proceso se suspendió por la oposición de los guerrilleros a la creación de un comité de verificación para la zona de distensión propuesto por el gobierno.
Las conversaciones se reanudaron el 24 de septiembre, pero el 15 de mayo del 2000, las FARC volvieron a suspenderlas, como reacción ante la acusación del gobierno del asesinato de una campesina, a quien le fue colocada una bomba alrededor del cuello por no haber aceptado una extorsión.
El diálogo se reanudó tras haber reconocido el gobierno que el atentado había sido responsabilidad de delincuentes.
Un nuevo empantamiento se tuvo el 8 de septiembre de 2000, cuando un guerrillero que pagaba condena por el asesinato a un policía secuestró en vuelo el avión en que era trasladado de Bogotá a la sudoriental ciudad de Florencia (sudeste).
El secuestrador llevó el avión a la zona de distensión. El gobierno pidió la entrega del «aeropirata» , pero las FARC se negaron.
El incidente fue superado el 26 de octubre, cuando las partes acordaron crear una comisión para buscar solución al caso. No obstante, el 14 de noviembre de 2000 las FARC congelaron otra vez el diálogo protesta por reuniones mantenidas por el entonces ministro del Interior Humberto de la Calle con jefe de los paramilitares, Carlos Castaño.
Las FARC insistieron en su exigencia de acciones concretas contra los paramilitares, a los que acusaron de 80 por ciento de las 300 masacres de civiles perpetradas ese año.
El 9 de febrero de 2001, las partes firmaron un acuerdo para reactivar el diálogo, que incluyó el nombramiento de una comisión para investigar las actividades de los paramilitares y de otra, a con representantes de 10 países dispuestos a colaborar con las negociaciones.
A finales de septiembre de 2001, la ex ministra de Cultura Consuelo Araujo, secuestrada por las FARC, fue muerta en un operativo de rescate. Pastrana anunció la revisión del proceso de paz y condenó la violencia de la guerrilla.
Así mismo, el gobierno de Estados Unidos, lanzado a la guerra contra el terrorismo tras los atentados en Nueva York y Washington, incorporó a las FARC, a los paramilitares y a otro grupo guerrillerp colombiano, el Ejército de Liberación Nacional, (ELN), en la lista de las 30 organizaciones terroristas más importantes del mundo.
Algunos analistas creen que el endurecimiento de Pastrana ante las FARC está parcialmente determinado por el apoyo que recibe de Estados Unidos y del resto de los países implicados en la guerra internacional contra el terrorismo.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, dio el jueves su respaldo a las decisiones de Pastrana y responsabilizó a las FARC del virtual fracaso de las negociaciones de paz. (FIN/IPS/yf/ff/ip/02