«El clone», la telenovela de la red brasileña Globo que aborda dos cuestiones polémicas, la clonación y el islamismo, entró en su fase decisiva en el país, a la vez que inició una precoz carrera internacional.
Telemundo, canal de televisión dirigido al público hispano de Estados Unidos, comenzó a exhibir el día 14 esta telenovela brasileña, la primera que se estrena en el exterior doblada a otra lengua, el español en este caso, antes de finalizar sus emisiones en este país.
«El clone», según su título en portugués, puede considerarse también la primera obra de este tipo efectivamente internacional, al poner en discusión asuntos de repercusión mundial y contraponer dos países, Brasil y Marruecos, y sus respectivas culturas. Eso favorece la conquista de una audiencia extranjera.
La historia central parte de una clonación hecha hace 20 años por un científico brasileño, llamado Albieri, que es interpretado por el actor Juca de Oliveira.
Albieri lleva a cabo la clonación un poco por el impulso de sustituir a un joven muerto en un accidente y otro tanto por descuido, ya que no tenía la decisión clara de hacerlo.
La clonación se realizó a partir de células de Lucas, el hermano gemelo del muerto. La oportunidad fue una inseminación artificial de una mujer y una confusión en el laboratorio hizo que ocurriera la clonación. Este joven se llama Leo.
La mujer recibió el material genético preparado por Albieri en lugar del espermatozoide planificado.
El científico logró, por varias maniobras, ocultar que Leo es un clon. Con su desaparición esa condición del joven quedó ignorada hasta ahora que vuelve, con sólo 20 años de edad, y ya es imposible negarla.
Lucas y su clon Leo son interpretados por Murilo Benicio, conocido actor de telenovelas y por un trabajo en el cine estadounidense junto a la actriz española Penélope Cruz.
La telenovela, cuya exhibición en Brasil empezó el 1 de octubre, tuvo su alta audiencia la tercer semana de este mes, debido a que fue presentado el joven clonado, tras su desaparición por unos 15 años.
Por una coincidencia favorable a la mayor audiencia, gran parte de la historia se desarrolla en Marruecos, lo cual permite discutir las reglas del islamismo y mostrar el contraste entre las costumbres árabes y brasileñas, a partir de relaciones familiares y comerciales entre los dos países.
El interés por el islamismo creció mucho después de los atentados terroristas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
Sin embargo, esos ataques no determinaron la elección de esa temática por parte de la red Globo y la autora de la telenovela, Gloria Pérez.
Esta es una decisión que se adopta muchos meses antes, a veces más de un año, ya que una telenovela, cuya exhibición se prolonga por casi seis meses, exige una larga preparación, explicaron.
Pero la telenovela recogió muchas críticas, especialmente de parte de representantes del mundo islámico en Brasil, que cuestionan la forma caricaturesca de presentar la cultura marroquí y el islamismo.
En cambio, la gran polémica que buscaba despertar la autora era sobre la clonación.
La historia, desde el punto de vista científico, es puramente de ficción. Es imposible que hace 20 años un investigador aislado en un modesto laboratorio de un país sin grandes avances científicos pudiera clonar un ser humano, cuando siquiera hoy ningún grupo científico se propone hacerlo.
«Es un absurdo» que se trate este asunto con esa liviandad, criticó Volnei Garrafa, presidente de la Sociedad Brasileña de Bioética y profesor de la Universidad de Brasilia.
Garrafa dijo a IPS que la telenovela presenta una visión distorcionada de la ciencia y falsas expectativas.
A modo de ejemplo, Garrafa narró que un colega suyo, profesor universitario con doctorado en otra área científica, le preguntó si la clonación no sería una alternativa para solucionar su problema de infertilidad.
Pero la telenovela poco se preocupa de informar sobre aspectos científicos y éticos, ya que su principal objetivo es discutir las cuestiones jurídicas que provocaría una clonación, aunque siempre desde la ficción.
La reaparición de Leo desatará próximamente una acción judicial y muchas preguntas sobre quién es legalmente el clon, genéticamente un Lucas 20 años más joven. ¿Es, por tanto, su hermano gemelo? ¿tiene los mismos derechos que Lucas? ¿quién es su padre legal?.
Todas estas preguntas ya preocupan a juristas ante la posibilidad futura de una clonación humana.
La autora de «El clone» repite, en otros términos, la polémica de otra telenovela suya, de los años 80, en que una joven «arrienda» su útero para la gestación de un niño de otra mujer y después disputa en la justicia los derechos de madre con quienes la contrataron para el «servicio».
Tal como en aquella ocasión, el fallo en la ficción sobre los derechos y deberes del clon será emitido por una jueza auténtica, Ana María Scarpezini, de Sao Paulo.
Con «El clone», la red Globo, cuya exportación de telenovelas representa ingresos de creciente importancia para la empresa, pasa aparentemente a internacionalizar también sus temas.
En el pasado, las telenovelas contemplaron imágenes y filmaciones en el exterior, pero se trataba de episodios cortos, viajes de los personajes centrales o acciones secundarias. Ahora Fez, la ciudad marroquí, está siempre presente y los temas centrales no son nada domésticos. (FIN/IPS/mo/dm/cr/02