El cantante de calipso Winston «Gypsy» (gitano) Peters, de origen africano, pasó de ídolo a traidor ante la población negra de Trinidad y Tobago, por unirse al derrotado partido Congreso Nacional por la Unidad (UNC), de mayoría india.
Peters, consagrado cantante y ganador de varios premios de carnaval, recibió duras críticas por ignorar sus raíces africanas y aliarse al UNC, dominado por la comunidad de origen indio, que gobernó el país en los últimos seis años.
Las rivalidades raciales subsisten en Trinidad y Tobago, donde casi 40 por ciento de los 1,2 millones de habitantes son descendientes de africanos, mientras otro 40 por ciento tienen origen indio.
«¿Por qué la gente no puede rebelarse contra esa forma de pensar? El UNC es un partido trinitario por encima de todo», replicó Peters, quien participó en las dos últimas campañas de su grupo político.
El género calipso, de indudable raíz africana, está vinculado estrechamente al carnaval, y sus versos suelen referirse, en tono humorístico, a los acontecimientos sociales y políticos, acompañados por una orquesta de flautas, clarinetes, cuatros, maracas, contrabajo y violín.
Hace unos años, el músico impuso una canción titulada «Jóvenes negros», que le valió el primer premio en un concurso nacional, en la que exhortaba a los adolescentes de origen africano a educarse y evitar convertirse en delincuentes o «miembros improductivos de la sociedad».
El tema musical, junto a otro llamado «Vendiendo el alma de la nación», fue interpretado en círculos políticos como una fuerte crítica al entonces gobernante UNC, que llegó al poder en 1995 al frente de una coalición con la Alianza Nacional por la Reconstrucción.
El triunfo del Movimiento Nacional del Pueblo en las elecciones legislativas del 10 de diciembre determinó el retorno al cargo de primer ministro de su líder, Patrick Manning, (1991-1995), en reemplazo del derrotado Basdeo Panday, quien gobernó al país desde 1995.
Mientras se acallaba el debate electoral, el nuevo ministro de Cultura, Eddie Hart, manifestó su esperanza de que las festividades de carnaval, que se iniciaron el mes pasado, estimulen la unidad entre las etnias.
«El carnaval trasciende todas las fronteras y nos une. No hay política ni razas en el carnaval y queremos mantenerlo así hasta que termine», afirmó.
Poco antes, Peters se vio obligado a retirarse de un espectáculo compartido con otras figuras del calypso, ante insistentes rumores de que podría ser víctima de un atentado.
Cuando el músico presentó al público su última creación, «Rodeo occidental», algunos espectadores respondieron con aplausos, pero muchos otros con abucheos y silbidos.
Pero los abucheos se disiparon cuando Peters «siguió adelante con su canción», escribió el periodista de espectáculos Terry Joseph, del diario Express.
«Lo paradójico es que se trata de una crítica a las autoridades, en particular al gobierno del que formó parte, por fracasar en el combate contra el crimen y el racismo. En suma, (la canción de Peters) es una acusación al grupo al que está asociado», según Joseph.
Claude Martineau, director del teatro Spektacular Tent donde actúa Peters, insistió en que el músico no es un político. «Lamento mucho que la gente tenga esa actitud hacia él. Es tiempo de que todo quede atrás. Los compañeros de Peters están contentos de que haya vuelto al redil», sostuvo.
El propio cantante hizo grandes esfuerzos para aplacar los ánimos y expresó frustración por aquellos críticos que rechazan sus actuaciones musicales por su filiación política.
En su último álbum, Peters incluyó el tema «Todos somos uno», que llama a la unidad nacional por encima de las diferencias étnicas, narrando la llegada de los esclavos africanos a Trinidad y Tobago.
Pero sus intentos por recuperar su imagen fracasaron cuando la UNC decidió utilizar esa canción en su campaña electoral.
«No creo que mis actividades políticas ofendan a nadie. Me metí en política porque quiero ayudar a la gente. ¿Qué hay de malo en eso?», cuestionó Peters.
«Si los trinitarios ya no quieren a Gypsy, seguiré siendo músico en otro país, pero me quedaré aquí para trabajar en política», afirmó el cantante, quien defendió su derecho de apoyar al UNC.
«Nunca abandono nada de lo que emprendo. Todo lo que hago es no pensar mucho en ello. Imaginen si Jesús hubiera renunciado cuando fue perseguido por aquellos a quienes vino a ayudar», dijo Peters. (FIN/IPS/tra-eng/pr/aa/rp-dc/cr/02