La Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó una campaña mundial para aumentar la conciencia sobre las montañas del planeta, que albergan vastos recursos naturales y son escenario de guerras.
Con ese fin, el foro mundial celebra en 2002 el «Año Internacional de las Montañas», en base a una proclama realizada por la Asamblea General el año pasado.
«Las montañas son esenciales para la vida en la Tierra. Albergan un décimo de la población mundial y son fuente de biodiversidad, minerales y bosques», destacó Jacques Diouf, director de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la agencia que encabeza la campaña.
Sin embargo, no existe suficiente conciencia de ese valor. Por ejemplo, la región montañosa que se extiende entre India y Pakistán ha sido escenario de enfrentamientos militares entre ambos países por más de 54 años.
En 1999, 23 de los 27 mayores conflictos armados se libraron en zonas montañosas, según la FAO.
La campaña militar lanzada por Estados Unidos el pasado 7 de octubre en Afganistán, donde un millón de personas murieron durante la ocupación soviética en los años 80 y en la posterior guerra civil, también tuvo lugar en terreno montañoso.
Las montañas no sólo son escenario de la mayoría de los conflictos armados del mundo -desde Afganistán hasta los Balcanes, desde el Cáucaso hasta los Andes-, sino que también albergan a las poblaciones más pobres y con menor seguridad alimentaria del planeta.
Más de 3.000 millones de personas, o la mitad de la población mundial, dependen de las montañas para obtener agua de consumo, cultivar alimentos, producir energía eléctrica y sostener industrias.
«Muchos montañeses son los ciudadanos más pobres y hambrientos del mundo. Enfrentan numerosas barreras al desarrollo: terreno escabroso, sistemas de comunicaciones y transporte deficientes, marginación política y acceso limitado a la educación y el capital», señaló Diouf.
La propuesta de designar a 2002 como el Año Internacional de las Montañas procedió de Kirguizstán, un país con numerosas comunidades montañesas.
La importancia de las montañas también fue destacada en la Agenda 21, el modelo para el desarrollo sustentable adoptado en la Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992.
La segunda Cumbre de la Tierra (llamada oficialmente Cumbre Mundial para el Desarrollo Sustentable) tendrá lugar en Johannesburgo el próximo agosto y ofrecerá otra oportunidad de evaluar los progresos y redefinir los objetivos.
La meta del Año Internacional de las Montañas será asegurar el bienestar de los pueblos montañeses promoviendo el desarrollo sustentable de sus ecosistemas, explicó Diouf.
La FAO promueve la creación de comisiones nacionales para ayudar a los países miembros a elaborar nuevas leyes y políticas que garanticen el desarrollo sustentable de las áreas montañosas.
Así mismo, la agencia respalda el desarrollo de nuevas iniciativas que aseguren una protección adecuada del ambiente de las montañas.
Según la FAO, las grandes represas son una causa importante de conflictos, porque desplazan a las comunidades montañesas para dar lugar a los embalses. Cerca de cuatro millones de personas son desplazadas por este motivo cada año.
De las 20 especies de plantas que proveen 80 por ciento de los alimentos de planeta, seis tienen origen en áreas montañosas. La papa es originaria de los Andes peruanos, el maíz de la sierra de México, y el sorgo de las mesetas de Etiopía.
Además, 80 por ciento de la población mundial recurre a la medicina tradicional para atender su salud, pero una de cada ocho especies de plantas medicinales, muchas de ellas originadas en las montañas, está en riesgo de extinción, advirtió la FAO.
En las zonas húmedas del mundo, las montañas proveen entre 30 y 60 por ciento del agua dulce, mientras en las áreas áridas y semiáridas proveen entre 70 y 95 por ciento.
Todos los grandes ríos del planeta dependen de las montañas para su caudal de agua, destacó la FAO.
Casi 80 por ciento del agua del Río Grande, que sirve de frontera entre Estados Unidos y México, procede de las Montañas Rocallosas y de la Sierra Madre, mientras 60 por ciento de las aguas del Río Negro, en América del Sur, tiene origen en los Andes. (FIN/IPS/tra-en/td/aa/mlm/en-dv/02