AMBIENTE-BRASIL: Aceite vegetal para impulsar autos

El aceite usado en la preparación de papas fritas de la cadena McDonald's es en Brasil ingrediente de un nuevo combustible, que se desarrolla para sustituir los derivados del petróleo en los automóviles.

Diez vehículos circularán a partir de febrero en Río de Janeiro utilizando una mezcla que contiene cinco por ciento de aceites vegetales, sobre la base del diesel petrolero.

Pero el proyecto de la gobernación local es aumentar tanto los usuarios del nuevo combustible, llamado biodiesel, como la proporción de aceites vegetales en la mezcla, para aprovechar integralmente las ventajas ambientales, económicas y sociales del nuevo producto.

La meta del Instituto Virtual de Cambios Climáticos (IVIG), un centro tecnológico de la Universidad Federal de Río de Janeiro que impulsa la investigación, es crear condiciones para que los motores sean alimentados con biodiesel puro. Es decir, un combustible elaborado únicamente con aceite de granos y biomasa.

El primer beneficio de ese combustible alternativo es ambiental, pues su emisión de dióxido de carbono es inferior en 78 por ciento a la del diesel. De ese modo, se contribuirá a reducir los gases que provocan el efecto invernadero, que aumenta la temperatura de la Tierra.

Además, el biodiesel elimina 98 por ciento del azufre, lo que permite reducir aún más la contaminación provocada por la quema de combustibles.

Su uso facilitará la instalación de catalizadores en los vehículos impulsados por combustible diesel, hoy imposible debido al escape excesivo de azufre, explicó a Tierramérica Luciano Basto, coordinador del proyecto.

Un hecho curioso, y otra ventaja, es que se aprovecha también el aceite ya utilizado. La investigación del IVIG y los 10 primeros vehículos de demostración utilizan insumos aportados por la red de comida rápida McDonald's, de origen estadounidense.

El proyecto seguirá contando en los dos próximos años con una donación mensual de por lo menos 25.000 litros de aceites ya empleados para freír papas en 40 restaurantes McDonald's del área metropolitana de Río de Janeiro.

Esa posibilidad de utilizar residuos grasosos puede disminuir la contaminación ambiental por desechos, pero deben superarse las dificultades de recolección. Sólo es factible en áreas metropolitanas y con grandes proveedores, observó Basto.

El proyecto acordado por la Universidad Federal, entidadesde la gobernación y la empresa estatal de petróleos Petrobrás pretende dar uso masivo al biodiesel, empezando por el estado de Río de Janeiro.

Ese propósito exige volúmenes muy superiores al aporte posible de los restaurantes. El consumo de aceites vegetales en Brasil suma 3.500 millones de litros al año, mientras el de combustible diesel es de 36.000 millones, advirtió Basto.

El aprovechamiento de los residuos de las cocinas proporcionaría sólo 10 millones de litros anuales, debido a la dispersión de las fuentes. Para que el combustible alternativo sea una realidad, es preciso multiplicar la producción agrícola.

Por eso, la Secretaria de Agricultura de Río de Janeiro puso a disposición de agricultores 500 hectáreas en el norte del estado, para la siembra de maíz, ricino y girasol. (FIN/Tierramérica/mo/en sc/02

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