AFGANISTAN: Señores de la guerra acusados de saqueo

La Organización de Naciones Unidas (ONU) denunció este lunes que sus operaciones humanitarias en Afganistán son obstaculizadas por el saqueo de alimentos perpetrado por señores de la guerra.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia aseguraron que «alguien se lleva los alimentos destinados a la población», dijo este lunes Fred Eckhard, portavoz de la ONU.

«Afganistán necesita la vigencia de la ley y el orden. Nadie puede discutir eso», agregó Eckhard.

«Los mujaidines (guerreros islámicos) nos amenazan con sus armas y se llevan los alimentos. Están saqueando», sostuvo el portavovoz de Acnur, Atoiqullah Mohamed, quien aseguró que vastas zonas no cuentan con una administración que funcione.

Un gobierno interino conformado por representantes de varias facciones afganas se instaló en la capital, Kabul, el 22 de diciembre, pero aún se mantienen los bombardeos que Estados Unidos y Gran Bretaña iniciaron el 7 de octubre para desalojar del poder al movimiento islámico Talibán y capturar a Osama bin Laden, acusado de los atentados terroristas del 11 de septiembre.

El campamento de Maslakh, uno de los mayores puntos de distribución de alimentos en Afganistán, sufre «graves problemas de seguridad», afirmó este lunes a la prensa el portavoz del PMA, Waghdi Othman.

Grupos armados ingresaron varias veces al campamento y amenazaron a los equipos de socorristas, aseguró Othman.

La Shura Oriental, un grupo de guerreros contrarios al derrocado Talibán y que colabora estrechamente con el ejército de Estados Unidos, fue acusado de robar seis camiones cargados de arroz que llegaron desde Pakistán la semana pasada.

Este lunes el Programa inició la distribución de cupones de comida a 53.000 familias, que representan casi 78 por ciento de la población de la nororiental ciudad de Herat.

Según la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid), que colabora con la ONU en los programas de ayuda, ya se logró evitar la hambruna generalizada en Afganistán.

Pero Estados Unidos se apresuró a mostrar una resultado exitoso sin pruebas sólidas, afirmaron funcionarios humanitarios consultados por el diario The New York Times.

La semana pasada, la ONU protestó por el creciente número de civiles muertos durante los continuos bombardeos que Estados Unidos y sus aliados efectúan en el este del país, en busca del fugitivo líder del movimiento Talibán, el mulá Muhammad Omar.

El secretario general Kofi Annan y su representante especial en Afganistán, Lakhdar Brahimi, «renovaron su preocupación por un informe no confirmado pero creíble de que la aldea de Niazi Kala fue blanco de una serie de ataques aéreos de las fuerzas coaligadas», afirmó Eric Falt, portavoz del Centro de Información de la ONU en Kabul.

La aldea, con una población estimada de 250 personas, fue atacada varias veces la semana pasada. Durante el bombardeo fueron arrasadas cinco grandes construcciones con viviendas. «Parece que todos los habitantes quedaron sepultados bajo los escombros», afirmó Falt.

Después del primer bombardeo, entre 10 y 20 aldeanos, incluyendo mujeres y niños, huyeron al norte de la aldea para refugiarse cerca de una fuente de agua. Pero esas personas también fueron atacadas y no hubo sobrevivientes, agregó.

El segundo y tercer ataque también cayeron sobre la aldea. «Destruyeron más viviendas y mataron a más personas», dijo. Entre los muertos se hallaron seis aldeanos de una localidad vecina que habían llegado a socorrer a los heridos.

Algunos familiares identificaron y recogieron partes de unos 52 cuerpos, pertenecientes a 17 hombres, 10 mujeres y 25 niños.

Falt sostuvo que Brahimi está «muy preocupado» y busca la primera oportunidad para discutir el asunto con Hamid Karzai, presidente del gobierno interino, y con diplomáticos estadounidenses.

Marc Herold, de la Universidad de New Hampshire, quien lleva una lista de víctimas en base a informaciones de prensa y otras, estimó que más de 4.000 civiles murieron desde el comienzo de los ataques aéreos, en octubre.

El Departamento (ministerio) de Defensa de Estados Unidos negó reiteradamente la muerte de civiles, y justificó los bombardeos alegando que las milicias Talibán se ocultaban entre la población civil.

Pero el Comando Central de Estados Unidos admitió que no lleva la cuenta del número de civiles muertos en el conflicto.

El secretario (ministro) de Defensa, Donald Rumsfeld, y otros funcionarios estadounidenses reiteraron su confianza en la precisión de los bombardeos de Estados Unidos y en la solidez de las misiones de inteligencia en el terreno que guían los ataques aéreos.

Sin embargo, informes de la ONU y algunos medios sugieren que, en algunos casos, los militares que planifican la campaña militar apuntan contra los rivales políticos, comerciales o étnicos de sus aliados locales en lugar de hacerlo contra las verdaderas instalaciones terroristas. (FIN/IPS/tra-en/td/aa/dc-lp/ip/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe