El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) levantará el embargo al transporte aéreo de Afganistán, como parte de un gradual retiro de las sanciones que impuso en 1999 a ese país.
La comisión de sanciones del Consejo de Seguridad suprimirá a fines de este mes la prohibición de vuelos que pesa sobre la compañía aérea afgana Ariana Airlines, como primera etapa para poner fin al bloqueo económico y diplomático, pero mantendrá el embargo militar.
La medida facilitará los viajes de afganos a la ciudad sagrada de La Meca, en Arabia Saudita, durante la peregrinación anual musulmana que este año se llevará a cabo en la tercera semana de febrero, dijo a IPS una fuente del foro mundial.
En virtud del embargo decretado en octubre de 1999 contra el régimen fundamentalista Talibán, por alojar a Osama bin Laden — acusado entonces de los ataques contra dos embajadas de Estados Unidos en Africa en 1998— se restringían los viajes al exterior de altos miembros del movimiento.
Además del bloqueo a la aerolínea, los estados miembros de la ONU congelaron activos y otros recursos generados por propiedades y empresas bajo control directo o indirecto de Talibán. En consecuencia, los aviones comerciales afganos permanecen fuera de servicio desde hace dos años.
Por otra parte, el foro mundial nunca reconoció al Talibán como gobierno legítimo del país, y hasta octubre del año pasado, poco después de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, sólo Pakistán, Emiratos Arabes Unidos y Arabia Saudita mantenían relaciones diplomáticas con el régimen afgano.
Pero el objetivo caducó cuando el Talibán fue derrocado por la campaña militar que Estados Unidos lleva a cabo desde el 7 de octubre en el país, cuyo principal objetivo era capturar a Bin Laden, acusado por Washington de planificar los ataques del 11 de septiembre.
Desde el 22 de diciembre, Afganistán es dirigido por un gobierno interino encabezado por Hamid Karzai, aliado de Estados Unidos.
Por otra parte, el embargo económico afectó a la población y no a los dirigentes políticos a quienes se destinaban las medidas, según concluyó una investigación efectuada por la ONU el año pasado.
«El impacto de las sanciones hizo que los afganos se sintieran aislados y victimizados. La población es altamente vulnerable y tiene poca capacidad para afrontar nuevas penurias económicas», sostuvo el informe de la Oficina del Coordinador del foro mundial para Afganistán.
El propio secretario general del foro mundial, Kofi Annan, ha manifestado sus prevenciones sobre el efecto general de bloqueos y embargos.
«Así como reconocemos la importancia de las sanciones como forma de forzar el cumplimiento de la voluntad de la comunidad internacional, sabemos que son un instrumento agresivo», reconoció Annan. (FIN/IPS/tra-en/td/aa/lp-dc/tr ip/02