El primer ministro de Trinidad y Tobago, Basdeo Panday, y el líder opositor, Patrick Manning, competirán el lunes por la presidencia de Trinidad y Tobago en reñidas elecciones adelantadas.
La victoria pondría a Panday a salvo de acusaciones de corrupción que han dividido a su partido, el Congreso Nacional por la Unidad (UNC), mientras a Manning la derrota le quitaría el liderazgo del Movimiento Nacional del Pueblo (PNM), que gobernó este país petrolero 30 años consecutivos.
Manning ya perdió dos elecciones generales al frente del PNM.
Según una encuesta difundida este viernes por la Asociación de Maestros del Caribe Norteamericano (NACTA) la contienda será dura.
El estudio atribuyó al UNC 48 por ciento de la intención de voto de los encuestados, con el PNM pisándole los talones con 47 por ciento. El sondeo manejó un porcentaje de error de cuatro por ciento, lo cual, por ser mayor que la diferencia, indica un empate técnico.
La NACTA ha logrado pronosticar con gran exactitud los resultados de elecciones en Trinidad y Tobago, Guyana e India.
Según la encuesta, el Partido de Unidad Nacional del ex ministro de Justicia Ramesh Lawrence Maharaj carece de posibilidades en las eleciones del lunes, mientras otros estudios le atribuyen entre tres y cinco por ciento de las intenciones de voto.
La Alianza Nacional para la Reconstrucción (NAR) ni siquiera figura en las proyecciones.
Panday perdió la mayoría parlamentaria luego de que Maharaj acusara al gobierno de corrupción, lo cual obligó al primer ministro a adelantar las elecciones previstas para 2005.
La crisis se profundizó con la deserción de dos ministros del gobierno, que se sumaron a las filas de Maharaj.
La campaña del PNM procuró sacar provecho político de la ruptura en el partido de gobierno y de las acusaciones de corrupción. Pero, según el sondeo de NACTA, la estrategia dio escaso resultado, dado que «la corrupción no tiene una importancia significativa en la conducta de los votantes».
La votación en Trinidad y Tobago sigue, en general, las líneas étnicas. Trinidad y Tobago se divide en partes casi iguales entre habitantes de ascendencia india y negros. El UNC tiene una mayoría de seguidores entre los trinitarios de origen indio, y el PNM entre los negros.
La oposición logró colocar la corrupción en la agenda electoral, pero «la etnicidad funciona por encima» de la propaganda, dijo el profesor de ciencia política Selwyn Ryan. Los indotrinitarios están desconformes con el gobierno, pero prefieren mantener la alianza tradicional, aseguró el experto.
Maharaj sostuvo que el miedo silenció a muchos electores, pero que, una vez en el recinto de votación, «la población enviará un mensaje sobre la corrupción en Trinidad y Tobago».
En las últimas elecciones generales, celebradas en diciembre de 2000, el UNC logró 19 de los 36 escaños parlamentarios, contra 16 del PNM. El escaño restante fue para el NAR. Los comicios del año pasado fueron criticados por supuestas irregularidades en los registros de votantes.
Una vez más, la Comisión Electoral es cuestionada por su manejo de los padrones.
Las elecciones serán supervisadas por la Comunidad de Naciones del Caribe (Caricom). El año pasado, los controles electorales estuvieron a cargo de la Comunidad Británica de Naciones.
La supuesta exclusión de unos 100.000 votantes motivó una manifestación calljera el miércoles, mientras la Comisión Electoral dijo que tomó todas las medidas necesarias para asegurarse de que los votantes habilitados figuren en los registros y urgió a quienes creían estar excluidos a reclamar.
En total, 108 candidatos competirán por los 36 escaños parlamentarios. El UNC y el PNM proponen candidatos en todos los distritos electorales, mientras el NAR y el Partido de Unidad Nacional sólo se presentaron en algunos.
Más allá de la corrupción, la campaña careció de puntos de importancia, si bien la delincuencia, en especial los asesinatos, aparecieron como preocupación de los electores en las encuestas. (FIN/IPS/tra-en/pr/aa/lp-mj/ip/01