SRI LANKA: Una oportunidad para la paz

La tregua de un mes declarada unilateralmente por los rebeldes tamiles de Sri Lanka, cuya significación fue reconocida por el nuevo gobierno, parece ser la oportunidad para revivir el proceso de paz.

La tregua anunciada el miércoles por los Tigres de Liberación de la Patria Tamil, que luchan desde 1983 por la independencia del norte y este de la isla, comenzaría a partir del 24 y fue muy bien recibida por el gobernante Partido Nacional Unido (UNP).

«Consideramos el anuncio de los Tigres un gesto de buena voluntad y responderemos a la tregua en unos pocos días», declaró el canciller Tyronne Fernando, citado el jueves por el diario estatal Daily News.

El primer ministro Ranil Wickremasinghe discutió extensamente el miércoles con los miembros de su gabinete el ofrecimiento de los rebeldes.

Analistas políticos manifestaron esperanza en un progreso significativo del proceso de paz, a la vista de los gestos conciliadores de las partes.

«Las dos partes parecen sinceras», comentó Patrick Amarasinghe, presidente de la Cámara Nacional de Exportadores. Amarasinghe pertenece a un grupo de presión para la reanudación de las conversaciones de paz.

Keethish Loganathan, miembro del Centro de Políticas Alternativas, un gabinete de estrategia, señaló que esta vez los rebeldes no exigieron que el gobierno levantara su proscripción del grupo Tigres de Tamil, como hasta ahora.

«Si bien los Tigres reclamaron el levantamiento del embargo económico en las áreas controladas por los rebeldes en el norte, no mencionaron el levantamiento de la proscripción de su movimiento, lo cual es una muy buena señal», dijo a IPS.

Los Tigres declararon un «cese unilateral de hostilidades» durante las fiestas de diciembre «para facilitar y promover iniciativas relacionadas con el proceso de paz».

Los insurgentes expresaron su esperanza en que el gobierno responda cesando también las hostilidades y tome «medidas inmediatas para levantar el embargo económico y otras restricciones».

En tal caso, dice la declaración, los rebeldes considerarían una extensión de la tregua.

El año pasado, los Tigres también habían convocado a una tregua de Navidad y la extendieron por cuatro meses, pero el gobierno de aquel entonces, encabezado por la Alianza del Pueblo, rechazó la oferta y anunció que sólo la aceptaría si los rebeldes depusieran sus armas y renunciaran a sus demandas de separación.

El último gesto de los insurgentes fue una rama de olivo para el UNP, que desplazó a la Alianza del Pueblo en las elecciones parlamentarias del 5 de este mes con apoyo en una plataforma de pacificación y reactivación de la estancada economía.

Wickremasinghe, líder del UNP, dijo durante la campaña electoral que su partido estaba dispuesto a reanudar de modo incondicional el diálogo con los rebeldes, para poner fin a un conflicto que ya ha costado más de 60.000 vidas.

Los Tigres manifestaron en su declaración que se sintieron estimulados por «el mandato colectivo de paz y armonía étnica otorgado al UNP por los electores cingaleses y tamiles».

Los líderes rebeldes decidieron entonces declarar un cese del fuego durante las fiestas de Navidad, año nuevo y «Thai Pongal» (fiesta hindú de la cosecha) como gesto de buena voluntad, agregaron.

Los analistas esperan que el gobierno anuncie un cese del fuego este fin de semana y luego levante las restricciones sobre alimentos, fármacos y otros artículos en las zonas rebeldes, para reanudar el diálogo de paz dentro de los próximos tres meses.

Wickremasinghe y su canciller viajarán a India este sábado para reunirse con el primer ministro Atal Bihari Vajpayee y otros altos funcionarios e informarles sobre los planes de paz del gobierno del UNP.

En 1987, India envió tropas a Sri Lanka para hacer aplicar un tratado de paz del cual era garante. Pero los acuerdos de ese año no lograron pacificar el país y la presencia militar india, lejos de garantizar la paz, se convirtió en un foco de irritación y causa de nuevos enfrentamientos.

Debido al rechazo de los rebeldes tamiles a la intervención de India, Colombo invitó a Noruega en 1999 como facilitador del proceso de paz.

Loganathan prevé que el proceso se dividirá en dos etapas: negociaciones sobre seguridad y cuestiones humanitarias, y arreglos políticos.

«La primera fase podría empezar muy pronto con la mediación de Noruega o cara a cara entre el gobierno y los rebeldes», dijo. (FIN/IPS/tra-en/fs/ral/mlm/ip/01

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