El presidente de Siria, Bashar al Assad, disolvió el gabinete y encomendó el domingo al primer ministro Mustafa Miro la formación de un nuevo gobierno, sin presencia de figuras responsabilizadas de la crisis económica y la corrupción.
«El mandato del nuevo gobierno será acelerar el proceso de reformas y llevar a la práctica las líneas definidas por el presidente» Al Assad, sostuvo el economista Nabil Sukkar, del Buró Consultor para el Desarrollo y la Inversión, y el más firme candidato a encabezar el Ministerio de Economía y Comercio Exterior.
La cartera, considerada clave para la reforma del centralizado sistema económico, fue conducida desde 1987 por Khaled Mahayni.
El actual gobernador del Banco Central, Bashar Kabbara, asumiría el Ministerio de Finanzas, en reemplazo de Mohammed Imari, en el gobierno desde 1972. También se nombrarán nuevos ministros de Interior, Trabajo, Turismo, Comunicaciones y Cultura.
En el régimen presidencialista sirio, el primer ministro puede formar gobierno, pero su aprobación depende del presidente y no del parlamento.
Aunque Miro goza de reputación de hombre honesto y comprometido con los cambios a los que aspira Al Assad, su gabinete despertó expectativas excesivas, que no logró satisfacer en un año y medio de gobierno.
«Algunos de los responsables del desastre económico continuaron en el gabinete cuando en realidad cargaban la responsabilidad de destruir la economía nacional. Mantenerlos en el poder hubiera sido similar a poner a Adolf Hitler al frente de la reconstrucción de Alemania tras la segunda guerra mundial», sostuvo un observador occidental.
Un comité de seis integrantes, presidido por el veterano vicepresidente Abdul-Halim Khaddam, representante de la vieja guardia del ex presidente Hafez al Assad (padre del actual mandatario), redactó una lista de 75 candidatos.
«Lo más notable de la lista es la mayoría de civiles menores de 50 años, con posgrados en universidades extranjeras, en lugar de funcionarios o líderes militares», apuntó un diplomático.
Al Assad asumió el gobierno en julio de 2000, tras la muerte de su padre, Hafez, quien se mantuvo 30 años en el poder, priorizando el control interno y el conflicto con Israel en lugar del desarrollo nacional.
El nuevo mandatario prometió reformar las leyes, respaldar el desarrollo tecnológico y combatir la excesiva burocracia y la corrupción del Estado.
Durante el último año el gobierno autorizó el funcionamiento de la banca privada, la creación de un mercado de valores, la liberalización de la compra y venta de monedas y la apertura de universidades privadas.
Miró, de 60 años y ex gobernador de tres ciudades, asumió como primer ministro en marzo de 2000, tres meses antes de la muerte de Al Assad, en reemplazo de Mahmoud al Zoubi, quien se suicidó poco después, en medio de acusaciones de corrupción.
Pese a la disolución del gabinete, viejas figuras como el ministro de Defensa, Mustafá Tlass, y el de Asuntos Exteriores, Farouk al Sharaa, retendrán seguramente sus cargos.
«Muchos cambiarán, pero algunos veteranos que integraron gabinetes anteriores permanecerán», dijo una fuente gubernamental.
La experiencia política y militar de Tlass es demasiado valiosa para ser sacrificada, especialmente ante el desafío que representa el gobierno encabezado en Israel por Ariel Sharon», sostuvo un diplomático.
Tlass fue jefe del estado mayor conjunto de las Fuerzas Armadas entre 1968 y 1971. En 1970 fue nombrado subcomandante en jefe, y en 1972 asumió como ministro de Defensa, y mantuvo ambos cargos hasta la fecha.
Tlass es una figura leal a Al Assad, y quien asumió el peso del gobierno en las semanas posteriores a la muerte de su padre.
«Farouk Sharaa es un personaje confiable, aunque oscuro, que conoce demasiado para ser dejado de lado en esta coyuntura, pues encabezó las conversaciones de paz (con Israel) desde su inicio en Madrid en 1991», estimó el diplomático.
«Si éstas se reanudarn, tal como Siria quiere, Sharaa es el único hombre que podría partir desde lo discutido con (el ex primer ministro de Israel) Ehud Barak un año atrás», agregó.
También retendrían sus cargos los ministros de Información, de Planificación Estatal, de Riego, y de Transportes. (FIN/IPS/tra- eng/gb/sm/dc/ip/01