SALUD: Avances hacia vacuna de bajo costo contra malaria

Investigadores informaron sobre avances en la búsqueda de una vacuna de bajo costo contra la malaria, enfermedad parasitaria que afecta a 500 millones de personas y causa cada año la muerte de más de un millón de ellas.

Médicos de Gambia indicaron que una vacuna experimental bloqueó el desarrollo de esa enfermedad en casi un tercio de los varones adultos participantes en una prueba, uno de los mejores resultados obtenidos hasta ahora en la investigación internacional.

Por otra parte, el estadounidense Instituto Nacional de Salud (NIH) y el laboratorio privado Genzyme Transgenics Corporation informaron que otra vacuna experimental, desarrollada con leche de una variedad transgénica de ratones, fue muy exitosa en monos Aotus.

Sólo uno de los cinco monos vacunados y expuestos al contagio de malaria contrajo la enfermedad, mientras que enfermaron seis de los siete no vacunados y expuestos al contagio, señalaron.

Genzyme ya ha realizado experimentos para usar la técnica en animales más grandes, como vacas y cabras, cuya leche podría ser empleada para vacunar con escaso costo a unas 20 millones de personas por año.

Los animales transgénicos son desarrollados por implantación de material genético de otros organismos.

«La malaria causa enormes sufrimientos en las regiones más pobres del mundo, y no podemos limitarnos a encontrar una vacuna eficaz», sino que también debe ser asequible para todos, dijo el director de Instituto Nacional de Enfermedades Alérgicas e Infecciosas del NIH, Anthony S. Fauci.

«Es preciso buscar estrategias innovadoras para que vacunas eficaces puedan ser empleadas en regiones cuya situación económica no permite apelar a alternativas costosas. Los animales transgénicos pueden ser un medio para alcanzar esa meta», añadió.

La malaria, o paludismo, es endémica en 91 países, mientras más de 90 por ciento de los casos reportados pertenecen a Africa subsahariana, región a la que siguen en incidencia India, Brasil, Sri Lanka, Vietnam, Colombia e Islas Salomón.

La vacuna obtenida a partir de ratones transgénicos no puede ser empleada en forma segura en seres humanos, porque produce una excesiva estimulación del sistema inmunitario, advirtió Anthony Stowers, uno de los principales científicos a cargo del proyecto del NIH, sobre el cual se informó el 18 de diciembre.

Una mejor perspectiva presenta la vacuna probada en Gambia, desarrollada por la empresa farmacéutica europea GlaxoSmithKline.

Esta vacuna presentó una efectividad de 34 por ciento en personas que recibieron tres dosis, y de 47 por ciento en las que recibieron cuatro dosis, informó la revista médica británica The Lancet.

La vacuna sólo ha sido probada en adultos, pero podría ser menos segura o efectiva en niños y niñas, las principales víctimas de la malaria, subrayó Kalifa Bojang, de los Laboratorios del Consejo de Investigación Médica de Gambia.

Sin embargo, el éxito de las pruebas efectuadas en el país significa que «estamos en el camino correcto», sostuvo Bojang.

La segunda fase de las pruebas, con niños de uno a cinco años, se llevará a cabo en Mozambique, explicó Regina Rabinovich, directora de la Iniciativa por una Vacuna contra la Malaria, organización estadounidense asociada al laboratorio.

Mientras en la primera etapa las personas vacunadas fueron controladas durante 15 semanas, las pruebas de la segunda fase exigirán un control de un año.

La fórmula, conocida con el código RTS,S/AS02, impide que el parásito Plasmodium falciparum, el más mortal de los cuatro que causan la malaria, ingrese a las células rojas de la sangre y destruya su respuesta inmunitaria.

El parásito de la malaria se transmite por la picadura de mosquitos, principalmente el Anofeles. Los síntomas incluyen fiebre alta, anemia, escalofríos y vómitos.

Más de 15 por ciento de quienes logran sobrevivir a la enfermedad adquieren severos daños neurológicos. Si bien existen medicamentos para tratar la infección, el parásito ha desarrollado resistencia a los mismos en varias regiones.

Ante la falta de vacunas, las autoridades sanitarias se han abocado a eliminar los mosquitos trasmisores, mediante el uso de tejidos protectores en las aberturas de las viviendas y el rociado de pesticidas como el DDT.

Sin embargo, en las zonas de Africa y Asia donde el mal es endémico, esas medidas resultan ineficaces debido a las enormes poblaciones de mosquitos, afirman los expertos.

Otro camino para combatir la malaria es eliminar la capacidad del mosquito de transmitir el parásito a los humanos, por lo cual científicos intentan descubrir el genoma del Anofeles, y hallar así el mecanismo genético por el cual se produce la trasmisión. (FIN/IPS/tra-eng/ks/aa/mp/dc/he/01

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