Los reclamos de alivio de la deuda externa de los países pobres aumentarán el año próximo a causa de la desaceleración de la economía internacional y de la continua caída de precios de los productos básicos.
La economía mundial crecerá apenas 2,4 por ciento el año próximo, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que antes de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington había previsto un crecimiento de 3,5 por ciento.
Mientras, los precios de los productos básicos -de los que dependen los ingresos de la mayoría de los países en desarrollo- continuarán cayendo, algunos hasta 70 por ciento.
Esto es una muy mala noticia para los países con los ingresos más bajos del mundo, con mayor dependencia de las exportaciones de productos básicos y las cargas de deuda más pesadas.
Por otro lado, esa caída aumenta las probabilidades de habilitación de esas naciones para la Iniciativa para los Países Pobres Fuertemente Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés), lanzada por el FMI y el Banco Mundial.
Se prevé que unos 24 países se beneficien de ese programa de alivio de la deuda externa, la gran mayoría de ellos pertenecientes a Africa subsahariana.
Esta iniciativa es la primera que abarca no sólo las deudas bilaterales y comerciales de los HIPC, sino también las multilaterales.
Los críticos señalan que hasta la fecha los beneficiarios han recibido una ayuda muy escasa, tardía y con demasiadas condiciones.
Aun en el improbable caso de que los precios de los productos básicos detengan su caída, sólo tres países (Uganda, Mozambique y Benín) tienen probabilidades de reducir su deuda a niveles sostenibles en un futuro cercano, según Jubileo Plus, una federación de organizaciones no gubernamentales (ONG) con sede en Londres.
Jubileo y otros grupos que promueven el alivio real o la condonación de la deuda externa sostienen que la iniciativa HIPC está destinada apenas a reducir la deuda de los países pobres a niveles que los acreedores consideran «sustentables», es decir sumas que los deudores puedan reembolsar.
Además, la fórmula empleada para fijar el umbral de la sustentabilidad no reconoce los peligros de la dependencia de las exportaciones, en especial cuando éstas son en su mayor parte productos básicos, señalan los activistas.
«El programa para el alivio de la deuda de los HIPC es insuficiente», afirmó Rick Rowden, investigador de Results, una ONG con sede en Washington.
«El propio Banco Mundial admitió que con la caída de los precios de los productos básicos en los mercados internacionales, el alivio de la deuda ofrecido resulta insuficiente para mantener ese umbral ficticio de sustentabilidad de la deuda», dijo.
Según el criterio del Banco, los países con una relación entre deuda y exportaciones inferior a 150 por ciento tienen suficientes ingresos para pagar sus deudas.
El próximo año, predijo Rowden, el FMI y el Banco Mundial «tendrán que elegir entre dos opciones: bajar el umbral o aumentar el alivio de la deuda».
David Hawley, portavoz del FMI, señaló que la iniciativa HIPC fue resideñada para responder a las necesidades de los donantes y tomar en cuenta circunstancias especiales ajenas a la voluntad de los gobiernos, como las fluctuaciones de los precios de los productos básicos.
Un informe publicado en diciembre por la Red Europea para la Deuda y el Desarrollo (Eurodad), una ONG, los precios de los productos básicos serán un factor clave para los HIPC el año próximo, y las últimas tendencias no son alentadoras.
«Los precios de casi todos los productos básicos producidos por los HIPC están en su punto más bajo en 10 a 15 años», destacó la organización.
Esta reducción causó en promedio una pérdida de 15 por ciento anual en las ganancias por exportaciones entre 1998 y 2000 para algunos HIPC.
Dieciséis de los 24 países que hasta ahora se han beneficiado de la iniciativa HIPC destinan más recursos al servicio de la deuda que a la educación o a la salud, según Results.
El agravamiento de la epidemia de sida, otros problemas de salud emergente, la recesión económica mundial y la continua caída de los precios de los productos básicos exacerban esta situación, según Eurodad.
El grupo 50 Años es Suficiente sostuvo que la iniciativa para el alivio de la deuda es «un mero instrumento de relaciones públicas diseñado más para obligar a los países a cumplir con las prescripciones del FMI que a facilitarles la salida de la deuda».
El alivio de la deuda para Burkina Faso, por ejemplo, fue demorado para obligar a su gobierno a cumplir con los recortes del gasto público, el aumento de impuestos y la privatización de empresas nacionales de telecomunicaciones y energía, afirmó el grupo.
Funcionarios del FMI y el Banco sostienen que tales reformas son necesarias para equilibrar las cuentas de los deudores y sentar las bases para la inversión privada.
Los HIPC deben eliminar las causas de la acumulación de deudas en primer lugar, señaló Anthony Gaeta, portavoz del Banco. Otros funcionarios también apuntaron a la corrupción y la falta de transparencia en los gobiernos prestatarios. (FIN/IPS/tra-en/em/aa/mlm/dv/01