PERIODISMO-EEUU: El dilema entre noticias y propaganda

La cobertura periodística de la prensa y la televisión de Estados Unidos de la guerra contra Afganistán afrontó duras críticas durante el seminario «Noticias versus Propaganda: el dilema de los custodios».

Provocó «enorme decepción» que la cadena de televisión Cable News Network (CNN) decidiera, a pedido de Washington, no difundir los mensajes en vídeo de Osama bin Laden, acusado por Estados Unidos de los atentados del 11 de septiembre, sostuvo Mathatha Tsedu, vicedirector de noticias de la cadena South African Broadcasting Corporation (SABC).

La fortaleza de CNN está en su capacidad para brindar noticias internacionales en forma oportuna, sostuvo.

«Una guerra involucra a dos partes. Si el mundo puede oír lo que el presidente (de Estados Unidos) George W. Bush tiene que decir, ¿por qué no puede oír a Bin Laden? ¿Y por qué los anuncios del Pentágono (ministerio de Defensa) son considerados como hechos?», se preguntó Tsedu.

Karen Curry, directora de la oficina de CNN en Nueva York, replicó que la cadena hizo un muy buen trabajo al cubrir en forma contextualizada la situación en Afganistán.

La cadena tenía un equipo en Afganistán (antes del 7 de octubre, cuando comenzaron los bombardeos de Estados Unidos y Gran Bretaña) y nunca perdió contacto con el país, informando sobre las cuestiones sociales y políticas lo mejor que pudo, se defendió Curry.

El presidente de CNN, Walter Isaacson, envió en noviembre un memorandum a sus corresponsales en el exterior, urgiéndolos a redoblar esfuerzos para «no dar la sensación de que informamos sólo desde la perspectiva del Talibán», el movimiento fundamentalista islámico que controló Afganistán desde 1996 hasta el mes pasado.

Las imágenes de la devastación de la población civil en las ciudades afganas deben «equilibrarse», recordando que el régimen Talibán protege a terroristas asesinos, sostuvo Isaacson.

La prensa aún debe cumplir un papel fundamental para ayudar a modificar la concepción, generalizada entre los ciudadanos comunes de Estados Unidos, de que cada musulmán es un terrorista potencial, estimó el sudafricano Tsedu.

«No se trata de escribir un artículo. Esto requiere una completa revisión de la forma en que los medios cubren la información sobre pueblos y regiones», afirmó.

Los periodistas y presentadores de noticias estadounidenses se enfundan cada vez más en la bandera nacional, en una pública exhibición de abierto patriotismo, dijo Hafez al-Mirazi, director de la corresponsalía en Washington de la cadena Al-Jazeera, de Qatar.

Al-Mirazi relató el caso de Geraldo Rivera, conductor de debates televisados (talk shows), enviado a Afganistán como corresponsal de guerra.

La semana pasada, Rivera admitió en público que recorre el devastado país con una arma, que lleva como autodefensa. Sin embargo, no dudaría en abrir fuego contra Bin Laden si lo encontrara en «territorio enemigo», agregó Rivera.

Con respecto a la información sobre el conflicto de Medio Oriente, aunque muchas medios estadounidenses pueden considerarse buenos, 90 por ciento ofrecen una versión edulcorada de los hechos, claramente alineada con Israel, sostuvo Steve Williams, editor jefe de la British Broadcasting Corporation (BBC).

«Creo, por tanto, que el pueblo estadounidense está mal informado. La BBC ofreció una perspectiva diferente y recibimos una respuesta fantástica en Estados Unidos, quizás porque la gente desde el principio vio la cuestión de otro modo. Estamos lejos de ser perfectos, pero hemos sido extraordinariamente directos», agregó.

Por otra parte, los ciudadanos estadounidenses que se oponen a la guerra contra Afganistán son sistemáticamente ignorados por los programas de debates.

En una de las raras ocasiones en que los pacifistas aparecieron en la televisión, en el programa periodístico Nightline, que se emite a todo el país, la teleaudiencia recibió una advertencia previa.

«A varios de ustedes, a muchos, no les agradará lo que van a escuchar esta noche. No están obligados a presenciarlo. Pero si lo hacen, deberían saber que el disenso adopta a veces formas extrañas», afirmó Ted Koppel, conductor del programa.

Pese a las críticas, no aparecieron durante el seminario soluciones claras a los viejos problemas de las coberturas periodísticas, aunque los participantes disfrutaron de varias anécdotas insólitas.

Algunas cadenas de televisión usaron tanto la expresión «nuestros planes», que el público puede haber tenido la errónea impresión de que los objetivos afganos no eran bombardeados por las Fuerzas Armadas, sino por las televisoras que habían desplegado sus propios aviones de guerra, bromeó uno de los asistentes. (FIN/IPS/tra-eng/td/aa/dc/ic ip/01

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