Grupos de mujeres de todo el mundo se preparan para participar como protagonistas en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible (Río + 10), que se realizará en septiembre del año próximo en Johannesburgo, Sudáfrica.
Además de consolidar las conquistas obtenidas en las conferencias promovidas por la Organización de las Naciones Unidas en los 10 últimos años, las organizaciones femeninas pretenden avanzar y contribuir a una verdadera estrategia de desarrollo socio-ambiental.
En reuniones realizadas en todas las regiones del mundo fue redactado el proyecto de Agenda 21 de Acción de las Mujeres para un Planeta Saludable (AAM 2002), una revisión y actualización del programa definido hace diez años en la llamada Cumbre de la Tierra, de Río de Janeiro (1992).
Entonces, 2.500 medidas aprobadas por líderes de 179 países fueron recogidas en la llamada Agenda 21, un compromiso global para asegurar la calidad de vida en la Tierra, donde se hizo énfasis en la relevancia de la participación femenina en la discusión de los problemas ambientales.
A lo largo de la década, se sucedieron las conferencias mundiales de Derechos Humanos, Población y Desarrollo, Mujeres, Desarrollo Social, Asentamientos Humanos, Seguridad Alimentaria, Educación y de Combate al Racismo.
De esos cónclaves surgieron miles de recomendaciones, entre las que también se destacó el papel de las mujeres y la necesidad de soluciones adecuadas para la superación de las desigualdades de género.
Pero el balance es en general negativo, y evidencia que los países no cumplen los compromisos asumidos: 15 millones de niños hasta los cinco años de edad mueren cada año a causa del agua contaminada, la mitad de la población mundial permanece sin saneamiento básico y 20 por ciento no tiene agua potable.
Hace falta «integrar las numerosas recomendaciones, agendas e instituciones creadas de forma fragmentada en esa década de intenso debate en todo el mundo», dijo Thais Corral, vicepresidenta de la Organización Internacional Mujeres, Ambiente y Desarrollo (WEDO, por sus siglas en inglés).
La Agenda 21 de Acción de las Mujeres incorpora resultados de las cumbres mundiales y experiencias acumuladas desde 1992, para darles «un sentido más estratégico y de acción», explicó Corral, también coordinadora del proceso de consultas para la elaboración de la AAM-2002.
La Agenda 21, de 1992, fue «un instrumento eficaz para articular acciones locales y globales, movimientos diversos y estrategias de distintos sectores, expresando e integrando la diversidad», evaluó Corral.
Y la nueva agenda «fortalece la presencia de las mujeres como sujetas de ciudadanía y de un movimiento que tiene visiones y propuestas propias», cuya participación en los destinos del planeta es cuestión «de justicia», sostuvo por su parte la uruguaya Lilián Celiberti, coordinadora de la Comisión Nacional de Seguimiento de Beijing (Conferencia Mundial de Mujeres, de 1995).
«La sustentabilidad de la vida humana sólo es posible con justicia y equidad social, de género y de razas», sentenció Celiberti.
El principal obstáculo para el diseño de esa agenda, según Celiberti, es la «disociación entre los objetivos de las políticas ambientales y las estrategias de desarrollo adoptadas por los países», en que problemas ecológicos son tratados como cuestión «técnica y no política».
Además, la «asimetría de poder entre estados y sectores sociales limita el control ciudadano sobre políticas ambientales, económicas y sociales», señaló.
La visión femenina en la formulación y ejecución de esas políticas es indispensable y eso se hace más evidente, por ejemplo, cuando el deterioro ambiental afecta la salud, observó Corral.
Casi 80 por ciento de los grupos de mujeres y redes internacionales que actúan en medio ambiente tiene vínculos con la cuestión sanitaria, arguyó.
Y los indicadores demuestran un aumento de la participación de las mujeres en el trabajo, en escolaridad y en derechos humanos, comentó Corral.
América Latina realizó su reunión de consulta el 19 y el 20 de octubre en Río de Janeiro, con la participación de unas 300 militantes de distintos sectores, como organizaciones no gubernamentales (ONG) o públicas, del sector privado y asociaciones comunitarias.
El próximo encuentro preparatorio tendrá lugar en Porto Alegre, sur de Brasil, de forma paralela al Foro Social Mundial, que reúne partidos de izquierda, ONG y movimientos sociales, del 31 de enero a 5 de febrero.
En Porto Alegre se discutirán propuestas alternativas a las políticas económicas dominantes en el mundo.
La redacción final del AAM-2002 se realizará durante la tercera Conferencia Preparatoria mundial de Río+10, en Nueva York, del 25 de marzo al 5 de abril. El documento definitivo será llevado a Johannesburgo en septiembre. (FIN/Tierramérica/en dv/01