/Integración y Desarrollo/ DESARROLLO: Modestos compromisos sobre agua potable

Gobiernos, activistas y expertos de 118 países, reunidos en Alemania, urgieron a fortalecer el compromiso de la comunidad internacional para establecer un manejo sustentable del agua en las naciones en desarrollo.

El respaldo del sector privado será fundamental para resolver la crisis del agua potable, que afecta a 1.200 millones de personas del planeta, afirmaron los participantes de la Conferencia del Agua, que se llevó a cabo entr el lunes y el viernes en la occidental ciudad de Bonn.

«El acceso seguro y equitativo de toda la población al agua potable» es factor clave de las dimensiones sociales, económicas y ambientales del desarrollo sustentable, afirma la declaración deñ encuentro.

Los participantes redactaron así mismo 26 recomendaciones para la acción, a ser adoptadas por la Cumbre Social Mundial sobre Desarrollo, que se llevará a cabo en septiembre de 2002 en la ciudad sudafricana de Johannesburgo.

La «firme asociación y colaboración de la comunidad internacional puede movilizar el conocimiento, la financiación y otros recursos para reducir la pobreza y crear formas más sustentables de manejo hídrico», afirma la declaración.

La conferencia instó a la Organización de Naciones Unidas (ONU) a fortalecer la coordinación y la coherencia de sus actividades sobre la cuestión del agua.

El encuentro analizó los alcances de decisiones relevantes adoptadas por el foro mundial, como el Objetivo de Desarrollo Internacional, establecido por la Asamblea del Milenio de la ONU, celebrada en septiembre de 2000.

Los países miembro del foro mundial se comprometieron a «reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de habitantes con ingresos inferiores a un dólar diario y el de personas que padecen hambre», así como el de quienes «no tienen acceso a agua potable o no pueden costearlo», unas 1.200 millones de personas.

Para lograr esa meta, se deberá dar acceso a 1.600 millones de personas a servicios e infraestructura adecuada, así como mejorar los sistemas de saneamiento de 2.500 millones de habitantes.

La inversión global en todo tipo de infraestructura hídrica deberá incrementarse de 70.000 u 80.000 millones de dólares por año a 180.000 millones de dólares.

Se necesitará el respaldo del sector privado para reducir semejante diferencia de inversiones, sostuvo la ministra de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, Heidemarie Wieczorek-Zeul.

«Simultáneamente habrá que asegurar la gratuidad del agua para los pobres», agregó.

La funcionaria consideró una señal alentadora el compromiso del sector empresarial para adoptar un código de conducta, diseñado para combatir la corrupción y la práctica de sobornos, particularmente preocupantes en un sector donde se manejan grandes sumas.

La conferencia acordó así mismo reducir a la mitad en el mismo periodo el número de personas que carecen de alguna forma de saneamiento.

Muchos países han dirigido todas sus inversiones exclusivamente a la distribución de agua, mientras la falta o insuficiencia de saneamiento genera una enorme contaminación hídrica.

El ministro de Ambiente de Alemania, Juergen Trittin, consideró que la conferencia fue un éxito, y subrayó que los participantes, entre los cuales se encontraban ministros de 46 estados, acordaron mecanismos y soluciones específicas para el suministro de agua.

«Los conflictos por la administración del agua sólo pueden evitarse cuando hombres, mujeres, niños y niñas colaboran en el control y el uso del agua», sostuvo Vasudha Pangare, de la Alianza Género y Agua, una red de 115 organizaciones de diversos países.

Pangare saludó el acento que el documento puso en la promoción de la igualdad de género.

«Las políticas de administración hídrica deben permitir un mismo acceso a hombres y mujeres al agua potable y el saneamiento», afirmó la declaración.

La igualdad exige fortalecer el papel de las mujeres en la administración y ampliar su participación, agregó.

«Las políticas sobre el agua y los sistemas de administración deben reflejar la división de papeles y de trabajo, pago e impago, entre hombres y mujeres, en todas las cuestiones relativas al agua», sostuvo el documento.

«Varias de nuestras preocupaciones están reflejadas en los principales documentos de la conferencia: la declaración ministerial y las recomendaciones para la acción», sostuvo Danielle Morley, en representación de las organizaciones no gubernamentales (ONG).

Morley saludó la inclusión de un punto en las recomendaciones que afirma: «la participación del sector privado en el suministro de agua no debería imponerse como condición para el financiamiento a los países en desarrollo».

La activista lamentó que la conferencia no ratificara que «cada persona debe contar con un suministro vital de 50 litros de agua limpia por día».

Varias convenciones de la ONU afirman específicamente el derecho de niños y niñas al agua. Ese principio debería aplicarse en todo el sistema de la ONU y extenderse a todos los seres humanos, agregó Morley.

El carácter vital del agua exige considerarla como un bien común, que acarrea valores económicos, sociales, culturales y espirituales. Las ONG también aspiran a que el problema del consumo excesivo se enfrente a través del desaliento de modelos de utilización no sustentables.

«Las existencias de agua y los servicios de distribución deberían mantenerse fuera de los acuerdos multilaterales de comercio. No se puede poner en riesgo el acceso al agua, en especial de quienes viven en la pobreza», concluyó Morley. (FIN/IPS/tra-eng/raj/sm/dc/dv/01

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