El Banco Mundial pidió a Vietnam que acelere las reformas económicas hacia el libre mercado y que deje atrás la planificación central, para evitar las consecuencias del estancamiento mundial.
«Vietnam dio pasos importantes durante el último año para restaurar el crecimiento y reducir la pobreza, pero ante el actual estancamiento mundial, debe actuar con rapidez y no perder la oportunidad de mejorar la competitividad», dijo Andrew Steer, director del Banco Mundial para el país asiático.
Esa actitud le permitirá al país «lograr una buena posición de cara a la próxima década», agregó.
Vietnam firmó el 10 de este mes un acuerdo comercial con Estados Unidos, y la semana anterior representantes del país se habían reunido con donantes que prometieron 2.400 millones de dólares de ayuda para el próximo año siempre y cuando el gobierno respete las recetas de reforma estructural del Banco Mundial.
La institución financiera internacional indicó en un informe que las reformas «para acelerar el crecimiento y reducir la pobreza» ayudarán a Vietnam a «consolidarse como destino estable y predecible de inversiones de alto rendimiento», y a «mejorar su reputación internacional como país abierto a los negocios».
El propio Banco Mundial reconoció que su mensaje a Vietnam es simple: debe abrir las puertas, total y rápidamente, a los inversores internacionales o atenerse a las consecuencias de la recesión mundial.
El estancamiento económico, aunque cíclico, es el peor en dos décadas, indicó la institución financiera, que proyecta un crecimiento mundial de 1,3 por ciento para este año, equivalente a un tercio del 3,8 por ciento del año pasado y el menor porcentaje en ocho años.
A fines de 2002 comenzarán a verse señales de recuperación de la economía, cuyo estancamiento se agravó tras los ataques terroristas del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington.
El crecimiento del volumen del comercio mundial cayó de 13 por ciento en 2000 a uno por ciento este año, la mayor reducción en dos décadas, mientras la recuperación se estima en solo cuatro por ciento para el año próximo.
En su informe, el Banco Mundial urgió a Vietnam a acelerar las reformas ingresando a los mercados de exportación de Estados Unidos y China y estimulando las áreas rurales.
Pese a la incertidumbre que se cierne sobre la economía del planeta, el Banco Mundial se mostró optimista con Vietnam, y aseguró que las perspectivas de crecimiento a mediano plazo «continúan siendo buenas, y los factores internos son los mejores en el último quinquenio».
El representante comercial de Estados Unidos, Robert Zellick, y el ministro de Comercio de Vietnam, Vu Khoan, intercambiaron documentos para la aplicación del acuerdo bilateral firmado el día 10 y aprobado por el Congreso estadounidense en octubre.
Vietnam prevé duplicar sus exportaciones a Estados Unidos a partir del acuerdo.
«Este es un ejemplo de cómo dos naciones que estuvieron divididas por la guerra pueden emplear el comercio como herramienta de reconciliación», dijo Zoellick.
Duong Le, encargado de comercio de la embajada de Vietnam en Washington, consideró positivo el acercamiento comercial. «La gente de ambos países se conocerá mejor ahora», dijo.
Desde 1994, cuando el entonces presidente Bill Clinton levantó un embargo comercial contra Vietnam, las exportaciones del país asiático a Estados Unidos consisten básicamente en productos primarios como café y pescado.
Bajo el nuevo acuerdo, Estados Unidos reducirá los aranceles para empresas vietnamitas de 40 a cuatro por ciento, con la meta de abrir paso al calzado, la vestimenta, la cerámica y las artesanías.
A cambio, empresas estadounidenses del sector bancario, el transporte y las telecomunicaciones podrán ofrecer servicios al mercado de 80 millones de habitantes de Vietnam y sacar ventaja del potencial de inversión del país.
El año pasado, Estados Unidos exportó 368 millones de dólares en maquinaria industrial, fertilizantes y semiconductores informáticos, entre otros productos. A su vez, las exportaciones de Vietnam a Estados Unidos ascendieron a 821 millones de dólares.
El acuerdo, que cubre casi todos los aspectos del comercio bilateral, como servicios comerciales y derechos de propiedad intelectual e inversión, también compromete a Hanoi a seguir ciertos procedimientos aduaneros, usar licencias de importación y adoptar medidas sanitarias.
Las negociaciones para la concreción del pacto bilateral llevaron seis años de gestiones en los sistemas legales y políticos de ambos países. (FIN/IPS/tra-en/em/aa/lp-mj/if/01