Diecisiete dirigentes de fútbol de Brasil fueron acusados por fraude y corrupción por una comisión del Senado de Brasil tras 14 meses de investigaciones, y recomendó medidas para reorganizar la actividad deportiva.
El informe de 1.600 páginas, presentado por el senador Geraldo Althoff y cuya lectura consumió más de 10 horas el martes, aún debe ser sometido a la votación de los 13 miembros de la comisión investigadora parlamentaria, probablemente este jueves, pero se considera segura su aprobación.
En ese caso, las denuncias se elevarán al Ministerio Público.
El resultado es positivo, pues «desnuda la extensión de la podredumbre en el reino del fútbol» y abre oportunidades para que la sociedad brasileña discuta y apruebe una reforma en la actividad deportiva, dijo a IPS Marcilio Krieger, abogado experto en legislación deportiva.
Las denuncias «podrían ser más contundentes», pero de todas formas apunta al corazón de las irregularidades, al pedir al ministerio público el enjuiciamiento de los mayores responsables de la desmoralización del fútbol profesional, acotó Krieger.
Ricardo Teixeira, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), es el blanco principal de la comisión investigadora del Senado.
El informe detalla, en más de 500 páginas, 27 casos en que Teixeira es acusado de desviar y malgastar recursos, de adueñarse de dinero indebido, de remesas ilegales de divisas al exterior, de evasión fiscal y de mala administración.
El senador Althoff destacó que Teixeira condujo la CBF a una pérdida de unos 10 millones de dólares al cambio actual en 2000, «una quiebra si fuera una empresa privada». Pero aun así donó fondos de la institución a campañas electorales de políticos amigos.
El presidente y sus directores recibieron sueldos de la CBF, violando los estatutos de la organización que prohíben la remuneración de sus dirigentes. Dinero de la CBF también fue usado para el pago de abogados por servicios en causas particulares.
Además, desaparecieron 540.000 dólares de una inversión de la CBF en el Banco Veja y se enviaron ilegalmente al exterior, a través de Uruguay, 400.000 dólares que se habrían destinado a los gastos de la selección nacional, durante un torneo en Estados Unidos en 1998.
A Teixeira se atribuyen también gastos excesivos no justificados, como 12.500 dólares por 18 comidas en Estados Unidos en mayo y junio de 1998. Además invitó a jueces brasileños y a sus esposas a asistir a la Copa Mundial de Francia en 1998, con todo, incluso hoteles de lujo, gastos pagados por la CBF.
Eso «involucra» a la justicia en sospechas de soborno, pues se trata de jueces que condujeron procesos que interesaban a la CBF, observó Krieger.
El informe responsabiliza a otros 16 dirigentes de clubes famosos, como Flamengo y Vasco da Gama, y a federaciones provinciales de fútbol de numerosos actos de corrupción, evasión fiscal, falso testimonio ante la comisión investigadora del Senado y enriquecimiento ilícito mientras sus entidades se endeudaban.
A Eurico Miranda, presidente del Vasco da Gama, se acusa de desviar al menos más de ocho millones de dólares del club, uno de los principales de Río de Janeiro. Además, habría cometido delito electoral, por omitir gastos en la campaña electoral en que resultó elegido diputado.
Como legislador, Miranda obstruyó la tarea de una comisión de la Cámara de Diputados que investigó entre octubre de 2000 y junio, sin éxito, irregularidades en el contrato entre la CBF y la empresa transnacional de indumentaria deportiva Nike, patrocinadora de la selección nacional.
Además de las numerosas denuncias, elevadas al Ministerio Público para los procesos legales, la comisión investigadora del Senado propone seis proyectos de ley para reestructurar los deportes en Brasil y reprimir el fraude.
Un proyecto es la Ley de Responsabilidad, destinada a dirigentes de clubes y organizaciones vinculadas al fútbol, sometiéndolos a las penas previstas para los delitos penales, civiles, laborales, tributarios y financieros, obligándolos a dar cuentas de sus administraciones y proscribiéndolos de la actividad en caso de condena.
Otras propuestas reglamentan profesiones como las de árbitro y agentes deportivos y el deporte educativo y crean una Agencia Reguladora de Deportes.
Los últimos fracasos del fúbtol brasileño, como la «humillante derrota» ante Francia en el partido final de la Copa Mundial de 1998, son atribuidos por el informe de la comisión investigadora parlamentaria a la incapacidad y deshonestidad de los dirigentes, que someten el deporte a «intereses ilícitos del mercado cartelizado».
Un proyecto de ley procura reorganizar la justicia deportiva, creando una primera instancia de negociación para los litigios entre atletas y clubes en que tendrían asiento representantes del Colegio de Abogados, como «miembro neutral», explicó Krieger.
El buen resultado de la comisión investigadora y legislaciones que deberán pasar por amplio debate público, al contrario de las anteriores, podrán poner los deportes brasileños en el camino correcto, como «elemento fundamental del desarrollo de un país», pronosticó el abogado. (FIN/IPS/mo/mj/cr ip/01