/Boletín especial/ ALIMENTACION-AMERICA LATINA: Tiempos de hambre

La situación alimentaria de la población pobre y hasta de la clase media de América Latina y el Caribe puede empeorar en 2002 debido a la profundización de la crisis económica, la tercera que afronta la región en menos de una década.

Ese pronóstico es avalado por distintos estudios realizados por organismos internacionales, señaló a IPS Cecilio Morón, oficial principal de alimentación y nutrición de la oficina regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con sede en Santiago.

La recesión y el alto desempleo que afrontan la mayoría de los países de América Latina y el Caribe explican la permanencia de 53 millones de desnutridos, que equivale a 11 por ciento de los habitantes, según el informe Estado de Inseguridad Alimentaria del Mundo 2001, elaborado por la FAO.

Las perspectivas alimentarias para la región tampoco son alentadoras para 2002, ya que la crisis internacional ha llevado a los gobiernos a aplicar severos ajustes fiscales, donde los programas sociales sufren los mayores recortes.

Además, varios países de América han sido afectados en 2001 por catástrofes naturales, como sequías, inundaciones, temperaturas extremas, terremotos y huracanes, dejando un saldo de miles de muertos y amplias zonas devastadas.

El documento de la FAO precisa que América Central lucha contra los efectos de una prolongada sequía y los destrozos causados por huracanes y terremotos, que atacaron gravemente su producción agrícola.

En El Salvador, por ejemplo, un sismo de 7,6 grados en la escala de Richter registrado el 13 de enero y otro de 6,6 grados, ocurrido el 13 de febrero dejaron una estela de 1.259 muertos, 8.964 heridos y 1,5 millones de damnificados, en un país cuya población es de 6,2 millones de personas.

Las pérdidas económicas causadas por los dos terremotos fueron calculadas en cerca de 1.600 millones de dólares.

También América del Sur sufrió desastres naturales. Las fuertes lluvias y un posterior periodo de sequía obligaron al gobierno de Bolivia a declarar zona de catástrofe a la mayor parte del país en febrero, debiendo recurrir a la ayuda alimentaria de la comunidad internacional.

El informe sobre la inseguridad alimentaria calculó en 826 millones la cantidad de personas hambrientas en el mundo, con 792 millones en los países en desarrollo y 34 millones en el Norte industrializado.

Esas personas con hambre crónica tienen un déficit diario de entre 100 y 400 kilocalorías», señaló la agencia de la Organización de Naciones Unidas, la cual añade que los más vulnerables son niños.

Precisamente, el estudio denominado «Construir equidad desde la infancia y adolescencia en Iberoamérica» indica que alrededor de 36 por ciento de los niños menores de dos años de América Latina estaban en 2000 en situación de riesgo alimentario.

«La magnitud del riesgo alimentario en que se desarrollan los niños sigue siendo considerable», apunta el trabajo elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia y la Secretaría de Cooperación Iberoamericana.

«Sólo en el contexto urbano, en nueve de los 16 países estudiados más de un tercio de los menores de dos años vive en situación de riesgo alimentario», detalla.

Por otra parte, en Chile, que junto con Costa Rica, Ecuador y Uruguay son los países con mejor situación alimentaria de la región, la alta desigualdad del ingreso causa problemas más comunes en los países industrializados que en la propia América Latina, como la obesidad infantil debida a malos hábitos alimenticios.

Sin embargo, el informe sobre inseguridad alimentaria de la FAO destaca que la situación de América Latina y el Caribe, pese al agravamiento de la crisis, sigue siendo menos desfavorable que la de Africa y de Asia.

La agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) detalla que, «de los 35 países» que sufrieron en 2001 «situaciones de urgencia alimentaria, 16 se encuentran en Africa subsahariana».

En tanto, los países más afectados en América son los del Caribe, como es el caso de Haití, donde 58 por ciento de los 8,1 millones de habitantes sufren carencia de alimentos.

En América Central, los países con mayores dificultades son Nicaragua, con 29 por ciento de su población desnutrida, y Guatemala, con 22 por ciento, mientras que en el sur del continente sobresalen Bolivia y Venezuela, donde 20 por ciento de los habitantes muestran problemas alimentarios.

La evaluación de FAO sostiene que el actual ritmo de reducción del hambre en el mundo es mucho más lento que el previsto en 1996, cuando la Cumbre Mundial de la Alimentación se propuso la meta de bajar a 400 millones la cantidad de hambrientos en 2015. Pero a esta marcha se necesitarían seis décadas para lograrlo.

«No se están poniendo a disposición los recursos para realizar esta tarea en los momentos y en los lugares que más se necesitan», advirtió la FAO.

La nueva Cumbre Mundial de la Alimentación se realizará finalmente del 10 al 13 de junio próximos, luego de que fuera postergada la cita prevista en Roma para noviembre a raíz de los atentados terroristas del 11 de septiembre contra Estados Unidos y su posterior respuesta bélica en Afganistán.

En esa instancia se buscarán formas para acelerar la lucha contra el hambre ya que, como indica el informe de la FAO, la cantidad de desnutridos crónicos en el mundo en desarrollo disminuyó en el decenio pasado unos 40 millones, a razón de seis millones cada año, cuando la meta es de ocho millones anuales.

El Marco Estratégico de la FAO apunta que, «si se quiere reducir a la mitad la cantidad de hambrientos en 2015, deberán realizarse esfuerzos especiales en favor de los países más pobres, con bajo crecimiento de producción de alimentos, de escasa variación y con acceso desigual a los mismos.

«La finalidad de la Cumbre Mundial de la Alimentación, más de cinco años después de la cita de Roma, es dar un nuevo impulso a los esfuerzos mundiales en favor de la población hambrienta, pues debemos aumentar tanto la voluntad política como los recursos financieros para combatir el hambre», comentó el director general de la FAO, Jacques Diouf.

«La comunidad internacional ha declarado repetidas veces su compromiso de erradicación de la pobreza y la eliminación del hambre es un primer paso decisivo», añadió. (FIN/IPS/as/dm/pr dv/01

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