La violación de bebés y niñas aumenta a cifras alarmantes en Sudáfrica, donde está extendida la creencia de que mantener relaciones sexuales con una menor de edad o virgen cura el sida o la infección de VIH.
Cada ocho minutos una niña o niño es víctima de abuso sexual en Sudáfrica, y cada 24 minutos de una violación.
Funcionarios de los ministerios de Justicia, Seguridad, Servicios Correccionales, Educación, Salud, la Dirección Nacional de Fiscalía y la Oficina de los Derechos del Niño de la Presidencia se reunieron este miércoles para discutir formas de proteger a la infancia.
«Necesitamos detener con urgencia la decadencia moral de nuestra sociedad. Debemos revisar las políticas y la legislación de menores y desarrollar un programa de protección a la infancia», dijo Angela Bester, del Departamento de Servicios Sociales.
La reunión ministerial diseñará un plan para fortalecer la capacidad del gobierno y la sociedad para hacer frente a las violaciones, agregó Bester.
Varias organizaciones de defensa de los derechos de la niñez señalaron que el aumento de los casos de abuso sexual infantil se debe a la creencia de que el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) y la propia enfermedad pueden curarse manteniendo relaciones sexuales con una virgen.
El ex presidente Nelson Mandela llamó el lunes pasado a poner en práctica una campaña para erradicar el mito según el que el sexo con una bebé, niña o virgen puede curar el sida. Mandela se pronunció contra estos delitos en una visita a una guardería infantil.
La policía registró 36.211 casos de ataque sexual y 21.438 casos de violación o intentos de violación el año pasado. Expertos sostienen que más de la mitad de los casos de abuso sexual infantil no son denunciados a las autoridades.
Aunque la violación infantil es un problema de larga data en Sudáfrica, que cuenta con casi 40 millones de habitantes, un mayor número de policías y unidades especializados en violencia tuvo como consecuencia un aumento de los casos registrados.
La violación de una bebé de nueve meses en octubre por una pandilla de seis hombres, cometida en la localidad septentrional de Louisval, sacudió a la opinión pública y renovó la preocupación de las autoridades.
Los medios de comunicación, para proteger a la bebé, la identificaron con el nombre de Tshepang, que significa «mantener la esperanza» en lengua setswana.
Tshepang salió de la unidad de cuidados intensivos de un hospital a mediados de noviembre y los médicos anunciaron una cirugía de reconstrucción, mientras esperan el resultado de los análisis de VIH.
En las semanas siguientes al caso de Tshepang, hubo varias denuncias de violación de niños y niñas en el norte de Sudáfrica.
En la provincia de Cabo Oriental, en noviembre varias personas apedrearon y golpearon a un hombre sospechoso de haber violado a la hija de 10 años de su novia.
En Johannesburgo, una bebé de dos meses fue violada también en noviembre por dos hombres tras haber secuestrado a su madre.
Organizaciones que trabajan por los derechos de la infancia acusaron al sistema judicial sudafricano por no proteger a las menores.
La Liga de Mujeres del gobernante Congreso Nacional Africano (ANC) y el Foro de Mujeres Parlamentarias exigieron la cadena perpetua como pena mínima para hombres enfermos de sida que violen a niñas y bebés.
La presidenta del Foro, Lulu Xingwana, dijo que la idea supersticiosa de la cura del sida mediante una violación infantil es una creencia «ignorante, infundada y perversa»
«Es horripilante saber que adultos miembros de las familias de las víctimas, incluyendo los propios padres, figuran entre los sospechosos de estas atrocidades extremas», afirmó.
Los ministros reunidos el miércoles anunciaron que estudiarán el informe de un equipo del gobierno que visitó a la familia de la bebé Tshepang e implementará formas de asistir a las víctimas, familiares y comunidades traumatizados por las violaciones.
Además, trabajará para aportar soluciones a la próxima Cumbre de Regeneración Moral, convocada para el año próximo por el vicepresidente Jacob Zuma.
La organización humanitaria Doctors for Life, que agrupa a 740 médicos, sostuvo que «la avalancha de violación de menores denunciados a diario en Sudáfrica es consecuencia de la pornografía descontrolada».
«Hay que decir con franqueza que la pornografía abierta en la Sudáfrica postapartheid no trajo liberación, sino deshumanización», sostuvo la organización.
Los doctores recomendaron al gobierno que luche contra delitos como la distribución de pornografía infantil en Internet y de reducir la «inundación» de pornografía en los comercios. (FIN/IPS/tra-en/as/sm/lp-mj/ip hd/01