La pasión nacional por preservar la arquitectura antigua dotó a las ciudades de Emiratos Arabes Unidos (EAU) de una fisonomía en la que se armonizan estilos tradicionales y modernos.
El uso del viejo estilo en los suburbios contrasta con los edificios modernos y de varios pisos que dominan los cielos del centro de las ciudades.
Dubai es un ejemplo. Aunque tiene edificios que imitan a los occidentales en altura y frentes vidriados, presenta también el fuerte Al Fahidi, construido en 1799 y exponente típico de la arquitectura de su época.
La preservación de la herencia arquitectónica islámica en EAU comenzó en 1971, dijo Rashad Mohammed Bukhash, presidente de la Sección de Edificios Históricos, creada en 1984.
La primera meta de la Sección fue completar la restauración del Fuerte Al Fahidi en 2001. Desde el comienzo de sus operaciones al presente, puso a punto 72 edificios en Dubai, y se propone completar 120 más en 2008.
El impulso del movimiento de restauración llevó a arquitectos contemporáneos a tomar el espíritu estético de las construcciones más antiguas y llevarlo al diseño de las nuevas viviendas y edificios.
Las casas tradicionales con patios son un aspecto de la arquitectura islámica adaptada al clima local.
«Estos diseños están nuevamente de moda, a medida que los residentes prefieren construir casas que siguen los patrones de los viejos tiempos. Los materiales de construcción son nuevos, pero el estilo es tradicional», destacó Bukhash.
El estilo arquitectónico tradicional de EAU tiene tres características. En primer lugar, en la mayoría de las ciudades islámicas, los edificios se construían uno cerca de otro, creando estrechos corredores de norte a sur, terminados en una ensenada.
De ese modo, los residentes podían evitar el sol y disfrutar de los vientos del norte, cuya velocidad aumentaba debido a la estrechez de las callejuelas.
Además, en la casa tradicional las habitaciones tienen salida al patio, con galerías cubiertas. El patio genera corrientes de aire permitiendo que el aire caliente se eleve y sea reemplazdo por aire más frío de las habitaciones circundantes.
Finalmente, el estilo tradicional se caracteriza por las torres eólicas, que conducen el aire hacia las habitaciones ubicadas debajo. En general, las cámaras de estar se sitúan directamente bajo la torre de viento para recibir el aire fresco.
Este tipo de viviendas se volvió muy popular en suburbios como Al Riqqa y Al Mamzar. La tendencia es a recuperar la arquitectura de corredores y torres eólicas. Además, las casas modernas al viejo estilo tienen balcones y corredores internos.
Mustafá Al Habibi, vive en uno de los inumerables edificios de varios pisos de Dubai, pero construye su futura vivienda según los diseños del pasado.
«El estilo moderno está bien, y es utilitario. Pero los estilos más elaborados del pasado tienen una grandeza duradera. Lo único que hay que hacer unificar la elegancia con la utlilidad», dijo Habibi.
«Eso es lo que pienso hacer en mi casa, equiparla con todas los artefactos modernos, usar materiales innovadores, pero diseñarla como mis ancestros, para poder estar orgulloso de que mantengo las tradiciones que ellos me legaron», agregó.
En algunas aldeas raramente visitadas de EAU, el viejo espíritu estético, las torres eólicas y los pasajes sombreados, se mantuvieron en pie a través de los años. Los paisajes están llenos de típicas casas de piedra y pequeños refugios para el ganado, donde camellos, vacas y ovejas pastan en las cercanías.
Una visita al museo de Dubai deja entrever que la fusión de lo viejo y lo nuevo es estimulada en un país que encuentra las raíces de su historia en el segundo milenio antes de Cristo.
Ubicado en el restaurado fuerte Al Fahaidi, el museo recuerda a las generaciones modernas la relevancia que tienen para la región las tradiciones pasadas.
A través de los salones del museo, se pueden conocer las viviendas tradcionales por dentro, con sus torres eólicas y los típicos depósitos de madera para almacenar agua.
El museo despliega la dureza del desierto y las medidas adoptadas para la supervivencia, la pasión por la cría de halcones que continúa hasta el presente, y descubrimientos arqueológicos de hace cuatro mil años. (FIN/IPS/tra-en/mj/ral/lp/cr/01