Ministros y autoridades de 120 países participantes en la Conferencia del Agua en esta ciudad alemana discutirán desde este lunes hasta el viernes la forma de superar la crisis mundial de agua potable, de la que carecen más de 1.200 millones de personas en el planeta.
Para resolver la situación se requieren unos 180.000 millones de dólares anuales, mientras las inversiones actuales en infraestructura para suministro de agua se estiman entre 70.000 y 80.000 millones de dólares, según un documento que deberán aprobar los participantes si llegan a un acuerdo.
La brecha de por lo menos 100.000 millones de dólares deberá ser cubierta movilizando «todas las fuentes de financiación en los países en desarrollo, incluyendo fondos públicos a partir de presupuestos generales, precios del suministro, asistencia externa e inversión privada», señala el documento.
El documento advirtió que los fondos públicos seguirán siendo la principal fuente de inversión en recursos hídricos, en especial en países pobres donde es difícil atraer inversiones extranjeras en el corto plazo.
«No tendremos éxito en superar esta brecha si nos unimos a socios privados, y esta es un área donde hay que lograr una acción innovadora», dijo este lunes Uschi Edi, viceministra de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania.
Edi aseguró que su país está comprometido con el principio del desarrollo sustentable, y que ha entregado entre 300 y 400 millones de dólares para obras en el sector hídrico.
El ministro de Ambiente de Alemania, Juergen Trittin, también se manifestó contra la privatización de los recursos hídricos del mismo modo en que se han privatizado en muchos países la electricidad, el gas y las telecomunicaciones.
«El agua potable es tan irremplazable como el aire que respiramos. La tarea de entregar a los ciudadanos una cantidad adecuada de agua de alta calidad para servicios de interés general es una tarea pública y debe continuar siéndolo», agregó Trittin.
La conferencia de Bonn es coorganizada por el gobierno de Alemania como preparación para la Cumbre Mundial de Desarrollo Sustentable a celebrarse el año próximo en Johannesburgo.
El resultado de la conferencia de Bonn contribuirá al proceso de identificar opciones concretas para el futuro, dijo Nitin Desai, secretario adjunto general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Desai es el secretario general de la cumbre de Johannesburgo, que analizará los avances logrados desde la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de la ONU celebrada en junio de 1992 en Río de Janeiro.
Klaus Toepfer, secretario adjunto de la ONU y director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) dijo que el agua «es una clave del desarrollo, la igualdad social, la estabilidad y la protección ambiental, además de ser clave para la diversidad cultural».
La organización no gubernamental alemana Economía Mundial, Ecología y Desarrollo (WEED) manifestó dudas sobre la privatización del agua.
La participación de capitales privados en el abastecimiento de agua, hasta ahora desarrollado por gobiernos, municipalidades y comunidades locales, «debe atenerse a reformas estructurales de amplio alcance implementadas por los gobiernos y los países cooperantes», sostuvo un estudio de WEED.
Dos organizaciones de ayuda humanitaria británicas, WaterAid y Tearfund, hicieron un llamado a los gobiernos participantes en Bonn a tomar medidas urgentes ante la situación mundial, en que dos cada tres personas enfrentarán escasez de agua en 2025.
«No se ha hecho suficiente para enfrentar la escandalosa situación en que 1.200 habitantes del planeta viven sin agua potable y 2.400 millones sin redes sanitarias adecuadas», dijo Joanne Green, de Tearfund.
Belinda Calaguas, de WaterAid, sostuvo que el «acceso al agua es un derecho humano básico y nada pudo evitar que las estadísticas empeoraran. Mientras problemas del agua de esta magnitud continúen afectando nuestro planeta, las metas para eliminar la pobreza seguirán siendo una fantasía». (FIN/IPS/tra- en/raj/sm/lp-mj/en dv/01
