La imagen de las modelos de Vietnam, cuyos ingresos son reducidos por la intensa competencia, resultó dañada cuando las autoridades detectaron la participación un centenar de ellas en redes de prostitución.
La policía acusó a seis conocidas modelos de ejercer la prostitución en hoteles de las ciudades de Ho Chi Minh y Vung Tau, y también encontró una lista de al menos otras 100 en poder de una mujer sospechosa de ofrecer servicios sexuales a través de un sitio en la red informática mundial Internet.
Las mujeres detenidas, pertenecientes a las clases media y alta, dijeron haberse dedicado a la prostitución para mantener su imagen. «Como modelo, no puedo salir en mi vieja motocicleta Honda Cub 81. Necesito al menos una (Honda) Spacy o una (Suzuki) Avenis», dijo una de las detenidas.
La actitud resulta incomprensible para vietnamitas como Nguyen Trung, veterano de guerra de 69 años.
«No entiendo cómo estas mujeres jóvenes, hermosas y con educación se involucaron en la prostitución. ¿Hacia dónde nos dirigimos dejando que nuestros hijos queden atrapados en un estilo de vida materialista, olvidando valores nobles y espirituales?», se preguntó Trung.
Jacqueline Le Trinh, quien instaló el primer centro de capacitación de modelos en Vietnam, prefirió pensar en la forma de revertir los efectos negativos del escándalo.
«Es un golpe para la industria, y hace que las modelos genuinas y correctas se avergüencen de su profesión», dijo Trinh, también propietaria de la agencia Baby Company.
La agente urgió al Ministerio de Cultura e Información a introducir disposiciones claras sobre la gestión de los desfiles en pasarelas, incluyendo un sistema de certificación de modelos y mayor profesionalización de la actividad.
Tran Chien Thang, alto funcionario del Ministerio, estuvo de acuerdo. «Aprenderemos de la experiencia y fijaremos medidas adecuadas para regular las actividades de las modelos», señaló.
Trinh llegó a Vietnam en 1995 para crear un centro de enseñanza para futuras modelos. Pero pasaron tres años antes de que le permitieran instalar su propia agencia, la primera en Vietnam.
Ahora, instalar una agencia de modelos sólo lleva dos semanas. Esta puede ser una de las razones por las cuales en las principales ciudades del país hay cada vez más modelos, en una feroz competencia. Y no todas trabajen como tales.
Desde el año pasado, la agente promueve un programa que combina el género musical con la moda llamado «Una mirada sobre Saigón», como fuente de trabajo de sus modelos.
Muchas mujeres jóvenes, y con frecuencia sus padres, aún consideran la profesión de modelo como la ideal, plena de fama y dinero.
Incluso aparecieron clubes dedicados a enseñar a niñas a modelar, y otros que se orientan a amas de casa y empresarias que creen tener las cualidades necesarias para recorrer la pasarela.
Sin embargo, Trinh cree que aprender a modelar requiere mucho trabajo, además de un sentido de profesionalismo cada vez más difícil de encontrar entre las recién llegadas a la actividad.
«Muchos padres vienen a verme para pedir que sus hijas aparezcan en los desfiles», dijo Trinh.
La facturación máxima de una modelo es de 40 dólares estadounidenses por desfile, muy por encima del salario diario de los vietnamitas, pero la cantidad de modelos disponibles hace que incluso las más cotizadas trabajen en no más de tres desfiles al mes.
Los diseñadores de modas son escasos en Vietnam, y el puñado que produce colecciones las presenta en desfiles ocasionalmente.
En la ciudad de Hanoi, donde se estima que hay al menos 1.000 modelos profesionales, sólo 30 trabajan con regularidad. En muchos casos, el pago que reciben se reduce a 15 dólares por desfile.
En el pasado, las modelos competían en presentaciones escénicas y concursos de belleza que ofrecían premios en dinero y les ayudaban a aumentar sus ingresos.
Pero «desafortunadamente esas competencias son cada vez más raras», se quejó Hong Ha, ganadora del concurso de belleza del año pasado en Hanoi.
Le Toan, que pertenece a un equipo de 200 modelos, dijo que la creencia de que una modelo obtiene mucho dinero es falsa. «Ganamos lo suficiente para sobrevivir», aseguró.
«No es raro que algunas modelos se hagan un nombre en la pasarela y después lo usen para involucrarse en actividades dudosas», agregó, refiriéndose al escándalo. (FIN/IPS/tra- en/tdtl/ccb/ral/lp-mj/pr/01