El número de casos de infanticidio aumenta en Swazilandia y la situación podría empeorar a causa de una norma de castidad impuesta por el rey a las adolescentes que entran en la madurez sexual, advirtieron expertos en salud.
Trabajadores de la salud sostuvieron que crece el número de recién nacidos encontrados muertos en letrinas o basureros, aunque a la justicia llegaron sólo cinco casos este año.
La prensa ha informado de varios más. El Times of Swaziland, principal diario de este reino de Africa austral con 980.000 habitantes y 17.360 kilómetros cuadrados, agotó las ediciones en las que presentó infanticidios en la portada. Cuando interviene la justicia, la madre es procesada por intento de asesinato.
El Grupo de Acción Contra el Abuso de Swazilandia (SWAGAA), que atiende a víctimas de violación y otras formas de violencia, asegura que en las áreas rurales el número de infanticidios es alto.
Según la oficina del Director de la Fiscalía, los infanticidios son cometidos en general por las propias madres, en general adolescentes que ven amenazada su reputación y la de su familia a causa de un embarazo no deseado. Las tradiciones de la sociedad swazi condenan a las adolescentes embarazadas a un severo juicio moral y la expulsión automática de las escuelas secundarias a que concurren.
Thembi Shongwe, consejera de SWAGAA, señaló que las adolescentes que atiende su organización se encuentran solas y sin el respaldo de sus familias o novios. Además, saben que serán expulsadas de la escuela, por lo que «sienten que no tienen otra opción que ocultar su embarazo».
A la presión social y el estrés psicológico que enfrentan las adolescentes, se suma la reinstauración del «umcwasho», un conjunto de normas que incluyen el voto de castidad por cinco años para las muchachas que alcanzan la madurez sexual.
El rey Mswati reintrodujo el umcwasho con la intención de reducir el impacto del sida, que afecta a un cuarto de la población de Swazilandia.
La pena por violar la prohibición sexual es severa, afrimó la abogada y activista Doo Apane, integrante de la organización Mujeres en Ley de Africa Austral.
El incumplimiento del umcwasho implica un proceso judicial en la corte, y si la adolescente es declarada culpable, su familia debe entregar una vaca como multa.
Una vaca en Swazilandia equivale al salario mensual de un trabajador., pero su valor tradicional es mucho más importante.
Los rebaños son símbolos de estatus y riqueza para los hombres. Las vacas reciben un nombre y sus dueños se resisten a venderlas a mataderos, para frustración del Ministerio de Agricultura, que pretende convertir las granjas tradicionales en negocios eficientes.
«Las adolescentes saben que serán golpeadas como castigo y su vida se volverá muy dura si su padre tiene que entregar una vaca a causa del embarazo de su hija», dijo Shongwe.
Como consecuencia, la reinstauración del umcwasho «sólo aumentará el caso de bebés abandonados o asesinados por sus jóvenes madres aterrorizadas», predijo la consejera, y agregó que «por supuesto, los muchachos que las embarazaron no se verán afectados».
Los trabajadores de la salud temen que las adolescentes embarazadas durante el período de cinco años del umcwasho buscarán abortos ilegales, lo cual será de alto riesgo para sus vidas. (FIN/IPS/tra-en/jh/mn/lp/mlm/he/01
