NICARAGUA: Bolaños debe cuidarse de amigos y adversarios

El presidente electo de Nicaragua, Enrique Bolaños, gobernará el próximo lustro con una fuerte oposición interna y en medio de una América Central que lo observa con recelo, pero también con cierto optimismo.

Bolaños, quien superó al ex presidente Daniel Ortega en las elecciones del domingo por 10 puntos porcentuales, según el recuento incompleto de votos, tendrá que demostrar un carácter abierto y conciliador para lidiar con su propio partido y con la oposición, coincidieron expertos consultados por IPS.

El mandatario electo asumirá el cargo el 10 de enero, al igual que la Asamblea Nacional unicameral, donde el gobernante Partido Liberal Constitucionalista (PLC) conformará mayoría.

El actual presidente, Arnoldo Alemán, encabezará el grupo parlamentario oficialista, y Ortega, del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el bloque opositor.

«Bolaños tendrá el dilema de llevarse bien con la oposición sandinista, pero también con la figura de Alemán», señaló el analista Virgilio Godoy a IPS.

Godoy, vicepresidente en el gobierno de Violeta Chamorro (1990- enero 1997), consideró que Bolaños tiene un panorama complejo, debido al nuevo escenario político surgido tras los comicios del domingo.

El Congreso legislativo tiene 92 escaños, 90 de los cuales fueron llenados el domingo por votación popular. Los otros dos corresponden al presidente saliente, Alemán en este caso, y al candidato presidencial que ocupó el segundo lugar en las elecciones, esta vez Ortega.

Las últimas proyecciones del escrutinio otorgan 49 diputados al PLC, de derecha, 42 al centroizquierdista FSLN y uno al Partido Conservador.

Este nuevo mapa político es herencia del pacto firmado el año pasado entre Alemán y Ortega, quienes lograron reformar la Constitución para repartirse cuotas de poder y reforzar el bipartidismo.

«Alemán quiere ser el próximo presidente del Congreso y tener más poder, pero Bolaños no lo ve con buenos ojos, y creo que eso vaticina un choque directo entre ambos», señaló Godoy. El triunfador en las elecciones fue vicepresidente hasta el año pasado, cuando lanzó su candidatura.

Aunque los liberales tienen mayoría parlamentaria suficiente para gobernar, los analistas entienden que el peso de los sandinistas deberá ser tomado en cuenta a la hora de las decisiones políticas.

Ortega ha anunciado que encabezará una oposición responsable y que ayudará a mantener la gobernabilidad.

Godoy cree que Bolaños, a quien identifica como un empresario ortodoxo, deberá mantener un diálogo permanente con los distintos sectores del país.

«En cuanto a la política externa, no creo que el futuro presidente tenga mayores problemas, pues ve a Estados Unidos como los musulmanes ven a La Meca», puntualizó.

Pero uno de los principales desafíos del próximo gobierno será concertar acuerdos políticos para combatir la pobreza, que aqueja a 60 por ciento de los cinco millones de nicaragüenses, y para superar los problemas de empleo y subempleo que afectan a 51 por ciento de la fuerza laboral.

El panorama económico de Nicaragua es sumamente complicado, con una deuda externa de 6.750 millones de dólares, el triple de su producto interno bruto de un año, y un déficit en la balanza comercial que alcanza anualmente los 1.200 millones de dólares.

En América Central, el triunfo de Bolaños ha despertado expectativas respecto del rumbo que tendrá su política externa, como continuador del gobierno de Alemán, quien mantiene relaciones tensas con algunos países de la región.

«Creo que no habrá cambios en la política exterior, pues van a continuar las amenazas contra Honduras y Costa Rica», dijo a IPS Celia Medrano, coordinadora de la Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos en Centroamérica.

Actualmente, Managua cobra un arancel de 35 por ciento a los productos importados de Honduras, como represalia por un tratado marítimo firmado entre ese país y Colombia y que, según Alemán, cercena la soberanía nicaragüense.

Además, el gobierno nicaragüense ha amenazado a Costa Rica con imponer un arancel también de 35 por ciento sobre sus productos si la disputa fronteriza entre los dos países es llevada por San José ante la Corte Internacional Justicia, de La Haya.

Medrano comentó que el futuro gobierno de Bolaños debería dar un giro en su política exterior y también en las políticas respecto de los derechos humanos.

La activista aseguró que Alemán hostigó al Centro Nicaragüense de Derechos Humanos y amenazó con recortar el presupuesto de la Procuraduría de Derechos Humanos.

Mientras, Bolaños ha sabido granjearse el apoyo de dos sectores considerados de gran importancia en el país, como el Consejo Superior de la Empresa Privada, además del respaldo del gobierno estadounidense de George W. Bush.

El analista guatemalteco Marco Antonio Barahona, de la no gubernamental Asociación de Investigación y Estudios Sociales, sostuvo que Bolaños está proyectando una imagen que inspira tranquilidad.

«Será muy importante que nombre en cargos claves a personas capaces, honestas y probas», indicó Barahona, para alejarse de los escándalos de corrupción que empañan la administración de Alemán.

Barahona apuntó que será muy importante que Bolaños propicie un diálogo dentro de su país y que le inyecte nuevos bríos al proceso de integración centroamericana. (FIN/IPS/nms/dm/ip/01

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