LIBERIA: Comité de la ONU pide nuevas sanciones económicas

El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) estudia prohibir la exportación de madera y la actividad marítima de Liberia, supuestamente utilizadas para eludir el embargo de armas.

«Casi 18 millones de dólares» obtenidos del cobro de derechos de navegación bajo bandera de conveniencia liberiana, sirven para pagar «armas y municiones para desestabilizar» Africa occidental, asegura el informe de un comité especial, que analiza desde este lunes el Consejo de Seguridad.

Pese al embargo militar decretado en 1992, gobiernos de Africa occidental y de Europa oriental y traficantes internacionales mantienen un flujo permanente de armas hacia el país, sostiene el informe de 130 páginas.

Más de 1.000 barcos de empresas navieras internacionales operan bajo bandera liberiana, con la única exigencia de contar con una dirección postal en el país.

El informe, elaborado por un panel especial de expertos, asegura que los ingresos por la exportación forestal también son desviados por el gobierno al contrabando de armas.

Miles de ametralladoras procedentes de Eslovaquia fueron introducidas en Liberia en noviembre pasado mediante certificados de usuario final falsificados. Meses antes, más de 100 toneladas de municiones ingresaron desde Costa de Marfil en una operación financiada por vendedores de armas rusos, asegura el documento.

La ONU prohibió a Liberia en mayo la exportación de diamantes, acusando al gobierno de comerciar con las piedras explotadas en la vecina Sierra Leona por el rebelde Frente Revolucionario Unido (FRU). Esas sanciones abarcaron los viajes internacionales de altos funcionarios.

Pero Liberia ha «dado pasos para mejorar las relaciones con sus vecinos», iniciando el «largo camino» hacia la estabilidad regional, estimó el viernes el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

El funcionario instó al Consejo de Seguridad a «renovar su compromiso con el pueblo y el gobierno de Liberia», ante la consideración de levantar o profundizar las sanciones.

Pese al efecto limitado del embargo, el gobierno de Charles Taylor intentó suavizar las críticas en su contra, alejándose del FRU y expulsando de su territorio a varios altos dirigentes del grupo armado.

El gobierno también mantiene en tierra a los aviones comerciales, supuestamente utilizados para el contrabando de armas concertado con el FRU.

Estados Unidos y Gran Bretaña son los miembros del Consejo de Seguridad más inclinados a profundizar las sanciones.

Luego de los atentados terroristas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, Taylor intentó anotar algunos puntos a su favor advirtiendo a la minoría musulmana (15 por ciento de los tres millones de habitantes) sobre el rigor con que castigará cualquier vínculo con grupos fundamentalistas.

Las fuerzas de seguridad clausuraron emisoras de radio y encarcelaron a periodistas que organizaron programas radiales con opiniones del público sobre los atentados.

Taylor llegó incluso a ofrecer apoyo logístico y el uso de su espacio aéreo a las fuerzas estadounidense y británica que combaten al régimen islámico de Talibán en Afganistán desde el 7 de octubre.

Pero el comité especial del Consejo de Seguridad que estudia las sanciones no se mostró favorable al gobierno liberiano. «Esto es injusto. Hemos hecho todo lo posible para convencer al mundo de que estamos cambiando nuestra perspectiva. ¿Cómo pueden golpearnos con más sanciones?», se lamentó un funcionario.

Mientras, Monrovia afronta una severa crisis económica y a la insurgencia de la organización Liberianos Unidos por la Reconciliación y el Desarrollo, en la septentrional frontera con Guinea.

El propio Taylor encabezó una rebelión armada que dejó 150.000 muertos entre 1989 y 1996. En las elecciones de 1997 obtuvo una victoria contundente. Pero la falta de transparencia y las frecuentes muestras de intolerancia de su gobierno encendieron un nuevo conflicto interno.

En los últimos días el presidente instó a sus compatriotas a dejar de lado sus diferencias, un llamamiento que para algunos críticos equivale al pedido de un hombre desesperado. (FIN/IPS/tra- eng/lf/mn/dc-mj/ip/01

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