La cuarta Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), finalizada la semana pasada en Qatar, fue una victoria para Africa, aseguró el viernes el presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki.
Mbeki saludó la decisión del Grupo Africano, que se pronunció en Qatar a favor de la nueva ronda multilateral para ampliar la libertad de comercio, cuyo comienzo fue anunciado para enero.
«Africa era decisiva para determinar el éxito o el fracaso de la conferencia. A última hora, nuestro continente unido se pronunció por el éxito», sostuvo Mbeki en la publicación oficial Carta del Presidente.
Africa obtuvo concesiones en el acceso a mercados y en la reafirmación de su derecho a priorizar la salud pública sobre la protección de las patentes comerciales, en la declaración sobre los Aspectos de la Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (TRIPS), afirmó Mbeki.
«Es esencial para la agricultura el acceso de nuestros productos a los mercados de alimentos de los países desarrollados, algunos de los cuales continúan subsidiando a su sector agrícola en un contexto de egoísmo brutal que roza la obscenidad intelectual, económica y social», aseveró.
La declaración de Qatar también impulsará la apertura de los mercados para las manufacturas de los países en desarrollo, sostuvo Mbeki.
Sin embargo, los críticos estiman que el Grupo Africano «se derrumbó» bajo la presión sudafricana. «En la última reunión el clima era de sumisión», afirmó un asesor del Grupo que coordinó la posición de los países africanos en la conferencia, celebrada entre el 9 y el 14 de este mes en Doha, capital de Qatar.
La mayoría de los países africanos acordaron sus posturas en el grupo de estados de Africa, Caribe y Pacífico (ACP), el Grupo Africano, la coordinación de países menos desarrollados (LDC) y el Grupo de Opiniones Afines, un ámbito de presión conformado por naciones en desarrollo de Asia, Africa y América Latina.
Sudáfrica fue uno de los pocos países en desarrollo que anticipó su respaldo a la nueva ronda impulsada por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
En las primeras jornadas de la conferencia los países en desarrollo se rehusaron a iniciar la discusión de nuevos asuntos, como inversiones, competencia y transparencia en la contratación pública.
Las naciones en desarrollo, encabezadas por India, reclamaron una amplia revisión de la implementación de acuerdos anteriores con el fin de reducir las desigualdades del régimen multilateral de intercambio.
Los países pobres subrayaron sus dificultades para implementar las costosas y frecuentemente perjudiciales normas comerciales establecidas en 1995 por la ronda Uruguay.
La sensación de triunfo del mandatario sudafricano no es compartida por otros gobiernos del continente. «Africa entregó más de lo debido. No obtuvimos nada realmente tangible», opinó Yash Tandon, representante de Uganda a la conferencia.
El permiso para prolongar hasta 2008 las preferencias comerciales que la UE otorga a los países ACP, en virtud del Tratado de Cotonou, no debió ser objeto de negociaciones, sostuvo Tandon. La exención jugó como elemento de presión que llevó a los países de ACP a aceptar la nueva ronda, explicó.
Por otra parte, en la declaración de Doha es casi irrelevante la referencia a la reducción de los subsidios agrícolas del Norte industrial, mientras los países africanos no lograron ningún avance en la apertura de mercados para sus productos textiles, afirmó Tandon.
El establecimiento de un comité permanente de negociaciones comerciales en Ginebra puede convertirse en un ámbito de resolución paralelo, fuera del Consejo General de la OMC que actúa por consenso de los 144 países miembros, advirtió Tandon.
«Este comité constituye una reforma de las normas vigentes que debemos impedir», sostuvo.
Pese a las visiones tan polarizadas, la declaración sobre las patentes medicinales es vista como un avance para Africa, devastada por la epidemia de sida.
Además, las delegaciones de los países africanos se mostraron más unidas y organizadas que en encuentros anteriores de la OMC, estimó Tandon.
Sin embargo, no es posible realizar una única evaluación sobre los logros y las pérdidas africanas en Doha, consideró Rashid Kaukab, integrante del Centro Sur, con sede en Ginebra.
El júbilo sudafricano se debe a que el país «se está abriendo e integrando (al comercio multilateral). Por lo tanto para Sudáfrica este es un buen acuerdo. Si examinamos a países con otras estrategias de desarrollo, el panorama no es uniforme», afirmó.
Mucho dependerá de que los países industrializados cumplan con sus promesas. «Aunque la mayor parte de los gobiernos de Africa señalaron que no tienen la capacidad de negociar sobre nuevos asuntos, de un modo u otro éstos están en la agenda», advirtió Kaukab.
La creación de un comité negociador paralelo puede constituir un factor de nuevos conflictos cuando se inicien las reuniones de la OMC el mes próximo, según Kaukab. «Aún es prematuro hacer un balance final», concluyó. (FIN/IPS/tra-eng/fh/mn/dc/if dv/01