El presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, aseguró que la Nueva Sociedad para el Desarrollo de Africa (Nepad, por su acrónimo en inglés), trabajará para poner fin a los conflictos armados y la pobreza en el continente.
La Nueva Sociedad será apoyada por la Unión Europea, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Corporación Financiera Internacional, y coordinará acciones con el Grupo de los Ocho, que reúne a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia.
Sudáfrica será sede del secretariado de la Nepad, y tiene a su cargo la presidencia de su Comisión Ejecutiva, así como la convocatoria del grupo que propondrá medidas para asegurar la paz, la seguridad y la estabilidad en el continente.
Mbeki se refirió en detalle a las perspectivas de la Nepad el miércoles, en un discurso ante ambas Cámaras del parlamento.
«Nos aseguraremos de que la Unión Africana y la Nepad no sean propiedad de las elites, sino obras de los pueblos, y aporten beneficios concretos a los pobres del continente», sostuvo.
Entre los problemas que deberá afrontar la Nepad, Mbeki destacó los conflictos en varios países africanos, entre ellos Angola, Burundi y República Democrática del Congo (RDC).
Mientras Mbeki pronunciaba su discurso, 488 soldados sudafricanos se desplegaban en Burundi, para proteger a futuros integrantes del gobierno de unidad nacional que asumirá esta semana, por acuerdos alcanzados para poner fin a un conflicto étnico que comenzó en 1993.
El anterior presidente sudafricano, Nelson Mandela (1994-1999), fue uno de los artífices de esos acuerdos.
Existe preocupación en el país por el despliegue de tropas antes de que rija un cese del fuego formal, pero Mbeki fue convencido por Mandela de que eso sólo podrá ocurrir tras la instalación del nuevo gobierno.
El presidente dijo a los parlamentarios que se propone aumentar el contigente sudafricano que integra la fuerza de mantenimiento de la paz en ese país de la Organización de las Naciones Unidas, si el foro mundial refuerza esa misión como tiene previsto.
En relación con el desarrollo económico africano, Mbeki informó que la Nepad promoverá la reducción y condonación de las deudas de países del continente, la reforma de las políticas de asistencia al desarrollo en su beneficio, y estímulos a la inversión privada extranjera.
Uno de los mayores desafíos será revertir la percepción de Africa como una región de alto riesgo para los inversores, apuntó.
«Es preciso resolver auténticos problemas que preocupan a potenciales inversores, pero también tenemos la responsabilidad de comunicar mejor nuestros avances en la materia, porque en muchos casos los inversores reciben información falsa de quienes no desean que Africa tenga éxito», aseguró.
La Nepad formará un Grupo para la Integración de los Mercados Financieros, encargado de brindar asesoramiento sobre políticas nacionales y coordinar el flujo de capitales entre Estados miembros.
Mbeki insistió en que los africanos deben agregar valor a los recursos naturales del continente, y no apostar sólo a la exportación de productos básicos.
«Es preciso acceder a mercados diversificados del Norte industrializado», aseveró.
La Iniciativa Ambiental de la Nepad coordinará programas contra la desertificación y contra el recalentamiento del planeta, y para la conservación de regiones húmedas y la administración del agua, entre otras.
La reunión de ambas Cámaras parlamentarias se llevó a cabo en una semana de especial tensión política, debido a la puja entre el gobernante Congreso Nacional Africano y el Partido Democrático, líder de la oposición, por la alianza con fuerzas políticas menores.
Sin embargo, la sesión se desarrolló en forma muy pacífica, y todos los partidos expresaron su apoyo a la Nepad y al papel que desempeñará el paíes en ella.
«Pienso que los sudafricanos podemos dejar a un lado nuestras discrepancias en este día, y reconocer el papel de vanguardia que usted ha desempeñado en el diseño y la promoción de la Nepad», dijo a Mbeki el líder de la oposición, Tony Leon, muy enemistado con el presidente.
Leon elogió en especial los planes para atraer inversiones.
«El dinero es cobarde. Huye de los países cerrados, corruptos, sin imperio de la ley o atrapados en conflictos. El dinero ama la seguridad, la transparencia, la legalidad y la estabilidad. Cuando se crean esas condiciones en un país, el dinero fluye hacia él», opinó. (FIN/IPS/tra-eng/as/mn/mp/dv ip/01