GRAN BRETAÑA: Conservadores eluden pacto de tolerancia religiosa

El líder del opositor Partido Conservador de Gran Bretaña, Ian Duncan Smith, y autoridades de la Iglesia de Inglaterra, se negaron a firmar un compromiso de tolerancia propuesto durante la Semana del Conocimiento Islámico, que se celebra en este país desde 1994.

El líder conservador declaró que respaldaría las ideas de entendimiento con el Islam, pero en sus propios términos. Mientras, se multiplicaban las agresiones contra los musulmanes en todo el país y se reanudaban los disturbios protagonizados por jóvenes pakistaníes en la septentrional localidad de Bradford.

El documento tuvo la adhesión del primer ministro Tony Blair, del Partido Laborista, del líder del Partido Liberal Demócrata, Charles Taylor, de otros dirigentes políticos y religiosos y de directores de medios de prensa.

Los firmantes se comprometieron a preservar y mejorar las relaciones entre las comunidades británicas religiosas y no religiosas y el entendimiento entre diferentes creencias y formas de vida, a condenar los ataques contra religiosos y centros de culto y a evitar el uso de lenguaje provocador o discriminatorio.

Las autoridades de la Iglesia Anglicana de Inglaterra rechazaron el compromiso a raíz de disturbios y agresiones encabezadas por jóvenes de origen pakistaní en la septentrional ciudad de Bradford, que protestaban contra los bombardeos en Afganistán.

Entre los firmantes figuraron también el arzobispo de Gales, Rowan Williams, representantes de las comunidades baha'i, budista, episcopalista, hindú, judía y metodista, entre otras, así como John Swinney, líder del Partido Nacional Escocés, y los directores de los diarios The Mirror y Financial Times.

A pesar de que se negó a firmar el compromiso, Duncan Smith manifestó su «total respaldo a los objetivos de la Semana del Conocimiento Islámico». «Los musulmanes británicos, junto con los de otras religiones, contribuyen a la vida cultural, social y económica del país», dijo.

«Proteger la libertad de culto del pueblo es una parte esencial de una sociedad libre. Por eso siempre seremos intolerantes con aquellos que son intolerantes con otros», concluyó.

Por su parte, Ghiyasuddin Siddiqui, dirigente del Parlamento Musulmán de Gran Bretaña, dijo a IPS que las intenciones de la Semana del Conocimiento Islámico «eran buenas pero su alcance fue menor en parte por la oposición de la dirigencia conservadora» a firmar el compromiso.

«Aunque comparten el mensaje se negaron a firmarlo para satisfacer a sus votantes de extrema derecha, sin considerar el voto musulmán o étnico», agregó. Casi dos millones de personas prefesan la religión musulmana en este país de 59 millones de habitantes.

Los conservadores «reafirmaron la agenda del Partido Nacional Británico», grupo extremista que propone la expulsión de todos los inmigrantes, dijo Siddiqui. «La polarización entre la mayoría de la sociedad y los musulmanes ya existe, y ellos sólo ayudan a consolidarla», afirmó.

Aunque la Semana del Conocimiento Islámico se realiza desde 1994, en esta ocasión del 5 al 12 de este mes, la Sociedad Islámica de Gran Bretaña perseguía este año el objetivo de detener las agresiones contra los musulmanes, multiplicadas desde los atentados terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos.

La institución destinó recursos extraordinarios para su campaña y contrató a la firma de relaciones públicas Hobsbawn Macaulay, propiedad de Sarah Brown, esposa del ministro de Finanzas Gordon Brown, para publicitar la actividad en todo el país.

«La abrumadora mayoría de los musulmanes británicos reaccionó con horror a los hechos del 11 de septiembre. Pero descubrimos que esa violencia es atribuida a nuestra fe y que nuestras comunidades son acusadas de terroristas», dijo ante la Cámara de los Comunes (cámara baja parlamentaria) el presidente de la sociedad, Munir Ahmed, al inaugurar la semana.

Pero este esfuerzo a favor de la tolerancia se vio minado por el llamamiento a la jihad (guerra santa) contra las fuerzas estadounidenses y británicas en Afganistán, efectuado por algunos líderes islámicos locales.

Varios dirigentes musulmanes afirmaron incluso que preferían luchar del lado del movimiento fundamentalista Talibán, que controló hasta esta semana casi 90 por ciento del territorio afgano, en lugar de hacerlo junto a las tropas británicas.

La mayoría de los musulmanes consultados por una encuesta se solidarizaron con Talibán y no con el ejército británico.

La ex primera ministra conservadora Margaret Thatcher también echó leña al fuego al sostener que los musulmanes británicos no expresaron un rechazo categórico a los atentados del 11 de septiembre.

Las agresiones contra los musulmanes continúan en todo el país, aunque algunos líderes comunitarios afirman que muchos hechos no son denunciados a la policía.

La semana se vio marcada por brotes de violencia en la localidad septentrional de Bradford, donde jóvenes de origen pakistaní agredieron a personas de origen europeo mientras protestaban contra los bombardeos en Afganistán.

Un vicario anglicano denunció que jóvenes asiáticos enmascarados lo atacaron con piedras y ladrillos cuando se encontraba en la parroquia de Girlington, cerca de Bradford, rompiendo los vidrios de varias ventanas. Lo persiguieron mientras huía en su automóvil y luego continuaron los desmanes en el resto de la localidad.

En la ciudad central de Leeds, un hombre resultó herido por un ladrillo arrojado al automóvil en que viajaba, y, en otro incidente, un grupo de jóvenes asiáticos atacaron el automóvil de una persona discapacitada.

La dirigencia musulmana es presionada para que contenga la violencia juvenil y manifieste su apoyo a la participación de fuerzas británicas en la guerra.

Por primera vez, la reina Isabel ingresó al debate con un llamamiento para poner fin a las agresiones contra los musulmanes.

«Mi país honra su tradición de tolerancia y respeto mutuo, que permite a las personas de diferentes creencias y culturas vivir y trabajar juntas. Quisiera aprovechar la visita de su majestad para subrayar mi aprecio por la contribución de la comunidad islámica a la vida de Gran Bretaña», dijo la reina Isabel durante un banquete en honor al rey Abdulá de Jordania.

La «gente debe reconocer que los musulmanes condenamos los actos terroristas y que somos amantes de la paz y tolerantes con otras religiones», dijo a IPS Yusuf Bhailok, del Consejo Musulmán de Gran Bretaña. (FIN/IPS/tra-eng/ss/mn/dc-mj/ip cr/01

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