EDUCACION: Compromiso internacional por tolerancia religiosa

Los países de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se comprometerán a luchar a través de la educación contra la intolerancia y la discriminación religiosa, a instancias de una conferencia comenzada este viernes en la capital española.

La reunión, que concluirá este domingo, nuclea a un millar de participantes de los 189 países del foro mundial y fue inaugurada por el príncipe Felipe, heredero de la corona española.

La Conferencia Internacional Consultiva sobre la Educación Escolar en Relación con la Libertad de Religión y Convicciones elevará sus recomendaciones a la Asamblea General de la ONU, cuya aprobación comprometerá a todos los países con su cumplimiento.

«Hoy más que nunca la educación debe ser un instrumento insustituible para superar las tensiones y modificar las raíces de los comportamientos excluyentes», dijo el príncipe Felipe, en alusión a los atentados contra Estados Unidos cometidos el 11 de septiembre.

«La libertad de religión, la tolerancia, el respeto al otro deben ser aprendidos desde la infancia, lo que no quiere decir que no podamos ser firmes en nuestras convicciones, pero siempre con humildad», agregó.

Para el príncipe español, la tolerancia no debe ser «un valor pasivo, sino la aceptación activa de la pluralidad de creencias y convicciones».

El objetivo de la enseñanza escolar «debe ser formar individuos conscientes y conocedores de sus raíces, pero capaces también de respetar el pluralismo de culturas, creencias, valores espirituales y religiones de los demás», concluyó.

«El mundo después del 11 de septiembre ha lanzado sobre nosotros con mayor claridad la necesidad de usar la educación para avanzar en la libertad religiosa, la tolerancia y la no discriminación», dijo, por su parte, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Mary Robinson.

Robinson recordó que este domingo se cumplirá el vigésimo aniversario de la aprobación por la Asamblea General de la «Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones».

Pero ahora, agregó, el objetivo es abrir una nueva etapa, en que gobiernos, organizaciones internacionales, autoridades religiosas, comunidades y la sociedad civil discutan el aporte de la educación en la construcción de la tolerancia en torno de la religión y las creencias en todo el mundo.

Nadie nace intolerante, sino que se hace y en ese proceso la educación tiene un papel destacado y en ocasiones decisivo, según los asistentes a la conferencia en Madrid.

El tunecino Abdelfattah Amor, vicepresidente del Comité de Derechos Humanos de la ONU y presidente de la conferencia indicó que la reunión no fue citada para examinar situaciones particulares o cuestiones específicas, sino para determinar los mecanismos nacionales e internacionales en pos de las metas.

Además, el vicepresidente del Comité de Derechos Humanos de la ONU afirmó que el extremismo religioso constituye una negación de Dios y un insulto a la inteligencia humana.

Los sistemas educativos de la mayoría de los países no contribuyen a la tolerancia y la comprensión de los demás, sostuvo Amor, en lo que fue apoyado por otros participantes en la conferencia.

En ese sentido, mencionó textos escolares en que se aprecia que «la representación del alumno sobre sí mismo es de exclusión, con mensajes en los que el otro está representado de manera muy negativa».

«El otro es ignorante, es el que no cree, el extranjero, el que no trabaja, el que no conoce nuestra religión o nuestro idioma», dijo Amor.

Robinson sostuvo, en conferencia de prensa, que cree difícil confeccionar un manual de enseñanza válido para todos los países, porque «perderíamos algunos valores de la diversidad». No obstante, dijo que apoyaría su elaboración, si así se decidiese.

Además, sostuvo que se debe incluir en todos los programas de estudio de todos los países la enseñanza sobre derechos humanos desde la escuela primaria.

El problema es mundial, porque «ningún Estado, ninguna religión, ninguna sociedad está libre de intolerancias. Existen problemas en todas las religiones, grandes y pequeñas, antiguas y menos antiguas», apuntó Amor.

Por eso, «hay que evitar los estereotipos reductivos (…), porque cada caso es único y en general las realidades son muy complejas», dijo.

El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU hizo llegar a la conferencia en Madrid un documento señalando las que considera «cuestiones sustantivas» en la aplicación del Pacto Internacional sobre esos derechos.

«La educación es un derecho humano intrínseco y un medio indispensable para realizar otros derechos humanos», indica el mensaje del Comité.

«Como derecho del ámbito de la autonomía de la persona, la educación es el principal medio que permite a adultos y menores marginados económica y socialmente salir de la pobreza y participar plenamente en sus comunidades», sostuvo.

«La educación es uno de los instrumentos más poderosos con los que el mundo puede vencer el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia», sostuvo.

Por eso, deben recaudarse los recursos necesarios para hacer realidad el derecho a la educación consagrado en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, concluyó. (FIN/IPS/td/mj/hd/01

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