DESARROLLO: Foro Social Mundial busca ampliar convocatoria

Una mayor presencia de organizaciones civiles africanas y asiáticas, la sistematización de propuestas para los gobiernos y el distanciamiento de las protestas «globalifóbicas» serán los principales retos del segundo Foro Social Mundial.

Así lo indicó este jueves el presidente de la Asociación Brasileña de Organizaciones no Gubernamentales (Abong), Sérgio Haddad, en el seminario regional «ONGs, gobernancia y desarrollo en América Latina y el Caribe», que se realiza hasta este viernes en Montevideo.

Unos 40 investigadores sobre las relaciones del Estado y los grupos de la sociedad civil, para el diseño de políticas, asisten a esta reunión convocada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y auspiciado por la Cámara de Diputados del parlamento de Uruguay.

Haddad subrayó la necesidad de que el próximo Foro Social Mundial, que se realizará del 31 de enero al 5 de febrero una vez más en la meridional ciudad brasileña de Porto Alegre, confirme su condena contra todas las formas de violencia y terrorismo.

El primer Foro se llevó a cabo entre el 25 y el 30 de enero de este año, en forma paralela al Foro Económico Mundial, que se realiza anualmente en la ciudad suiza de Davos.

El Comité Organizador del Foro Social Mundial repudió los atentados terroristas del 11 de septiembre, que destruyeron el World Trade Center de Nueva York y parte del Pentágono (sede del Departamento de Defensa), en Washington.

También expresó su «solidaridad irrestricta con el pueblo de Estados Unidos» y llamó a «reafirmar la defensa de la democracia, de la justicia social y de la paz, como solución para los conflictos que dividen la humanidad»

Abong forma parte del Comité Organizador del Foro junto a otras organizaciones brasileñas, como Acción para la Tributación de las Transacciones Financieras en Apoyo de los Ciudadanos, la Comisión Brasileña de Justicia y Paz y el Centro de Justicia Global.

El Comité también es integrado por la Asociación Brasileña de Empresarios para la Ciudadanía, la Central Unica de Trabajadores de Brasil, el Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicos y el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra.

Haddad dijo, además, que entre los objetivos del segundo encuentro también está lograr la articulación del Foro con los partidos políticos, los gobiernos y las organizaciones multilaterales, que podrán participar pese a no contar con invitación oficial.

«Una de las objeciones que nos hacen es que el Foro es un encuentro sólo para hacer análisis y críticas. Tenemos que ver cómo sistematizamos las propuestas y las canalizamos por instrumentos de negociación con los otros actores sociales», señaló.

Añadió que «otro problema es ver la manera de globalizar el Foro, para que no pase a ser sólo un encuentro brasileño o, peor aún, 'gaúcho'», como se le llama al estado de Río Grande del Sur, cuya capital es Porto Alegre.

Los responsables del Foro esperan que en esta segunda edición asistan unos 8.000 delegados acreditados y la visita de 80.000 personas en total.

La organización prevé instalar 50 seminarios, 700 oficinas de trabajo y un campamento para unos 1.500 jóvenes. «Ya no será sólo en la Universidad Católica, como el anterior, sino en toda la ciudad, aprovechando los grandes estadios de fútbol», explicó.

«Nuestra preocupación es tratar de que no se convierta en una fiesta brasileña, pues se pretende que sea algo más amplio, algo mundial. El año pasado hubo muy poca presencia de africanos y asiáticos y sí muchos latinoamericanos», señaló.

Mientras, los organizadores del Foro Social Mundial han propuesto que el encuentro de 2003 se realice en otro país, y hasta ahora los principales candidatos son Corea del Sur, Filipinas, India, México, Sudáfrica y Tailandia.

Haddad apuntó que existe un problema de gobernabilidad dentro del propio Foro.

«Tenemos que ver cómo tratar a tan diferentes actores sociales, cada uno con su perspectiva. Hay que darle dirección a las discusiones, con democracia interna», indicó.

Por otra parte, Haddad expresó preocupación por la creciente violencia en las protestas contra la globalización y, en particular, por los incidentes ocurridos en junio en la septentrional ciudad italiana de Génova, en el marco de la reunión del Grupo de los Ocho países más poderosos del mundo.

«Esta protesta claramente fue impulsada por grupos interesados en mantener la violencia como método. Debemos aislar este tipo de comportamientos y grupos que están dentro del movimiento contra la globalización», puntualizó.

La declaración de principios del Foro Social Mundial establece que los encuentros serán «siempre espacios abiertos a todos los que quieran en ellos participar, excepto a organizaciones que atenten contra la vida de las personas como método de acción política». (FIN/IPS/dv/dm/dv/01

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