La mayoría de las organizaciones no gubernamentales (ONG) de España rechazan la política inmigratoria del gobierno de José María Aznar y se proponen constituir un Foro Alternativo para movilizar a la opinión pública para combatirla.
El parlamento, donde el gobernante Partido Popular (PP), de centroderecha, tiene mayoría absoluta, aprobó en diciembre su propuesta de Ley de Inmigración, que contempla restricciones al ingreso y radicación de extranjeros.
El año pasado, la llegada de inmigrantes indocumentados a España se duplicó respecto de 1999, mientras casi 140.000 extranjeros regularizaban su residencia en el país y se expulsaba a otros 27.751.
El gobierno de Aznar, para calmar las críticas a la ley expresadas por la oposición de izquierda, los sindicatos y las ONG, constituyó el llamado Foro de la Inmigración.
El Foro fue conformado con representadas de las administraciones públicas, las organizaciones de inmigrantes y entidades sociales, como los sindicatos y las organizaciones empresariales.
Pero si las críticas de la oposición y de organizaciones sociales parecían lógicas, llamó la atención las manifestadas por Manuel Pimentel, quien fuera ministro de Trabajo en el primer gobierno de Aznar (1996-2000) y que rechazó el ofrecimiento para repetir el cargo en esta legislatura.
«Ponemos fronteras a personas de países en vías de desarrollo, ponemos fronteras a sus productos con nuestros aranceles y ponemos dificultades para aprovechar sus materias primas. Con esto estamos consiguiendo una dinámica con la cual los ricos son más ricos y los pobres, más pobres», dijo Pimentel poco antes de ser aprobada la Ley de Inmigración.
La oposición a esa ley llevó a que el Segundo Congreso Internacional de la Lengua Española, realizado en octubre en la ciudad española de Valladolid, registrase la ausencia del premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, de quien se esperaba fuera una de sus figuras más brillantes.
García Márquez y sus colegas compatriotas Alvaro Mutis, Fernando Vallejo, William Ospina, Darío Jaramillo y Héctor Abad, además del pintor y escultor Fernando Botero, enviaron una carta a Aznar, explicando su renuncia a visitar España.
En la misiva señalaron, entre otras cosas, que, «con la dignidad que aprendimos de España, no volveremos a ella mientras se nos someta a la humillación de presentar un permiso para poder visitar lo que nunca hemos considerado ajeno».
Las personalidades colombianas hicieron referencia así al permiso de entrada (visa) que exige la nueva ley a los ciudadanos de países que antes se les permitía la entrada libre y a las condiciones especiales que se les impone a quienes pretenden radicarse, como esa misma visa y un contrato de trabajo previo.
Los desacuerdos en el Foro de la Inmigración llevaron al gobierno a modificar su composición y, aunque se mantienen ONG con trabajos sociales sólidos, fueron excluidas otras que también los ejecutan y se consideran entonces discriminadas.
Entre las organizaciones de la sociedad civil que el gobierno resolvió mantener están la Cruz Roja, Cáritas y la Asociación Católica de Migraciones.
En tanto, una de las ONG que quedó fuera es el Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL), que dirige Paquita Sauquillo, diputada del Parlamento Europeo por el Partido Socialista Obrero Español.
Sauquillo recibió hace dos años de la Unión de Mujeres por Europa el premio Mujer Europea, precisamente por sus trabajos sociales en países del Sur y en los Balcanes, primero en tareas para tratar de impedir las guerras y después en apoyo a la reconstrucción.
Esteban Tomás Navarro, encargado de los asuntos de inmigración en el MPDL, dijo a IPS que en el Foro oficial ni siquiera pueden exponer una posición crítica. «El PP no acepta cambiar de posiciones y ni siquiera admite que se le pueda decir lo que pensamos sobre estos temas», explicó.
A modo de ejemplo de lo que considera una seria de discriminaciones, Navarro señaló la ausencia de las organizaciones de inmigrantes ecuatorianos en el Foro oficial.
Para Navarro es inconcebible esa ausencia, porque está claro que la mayoría de los inmigrantes que han llegado a España en los últimos años proceden de Ecuador, todas personas demandadas para trabajar en la agricultura, la construcción y el servicio hogareño.
También quedaron afuera del Foro oficial otras organizaciones muy representativas y que ahora apoyan la constitución del Foro Alternativo, entre ellas la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), la Federación de Mujeres Progresistas y SOS Racismo.
Navarro espera que el Foro Alternativo quede constituido en los primeros días de enero, pues «es mucho lo que tenemos que hacer, coordinadamente, para que España no se convierta en un país de puertas cerradas a la inmigración».
El nuevo presidente del Foro oficial, Mikel Azurmendi, quien fuera designado a mediados de este mes, dijo que las ONG han hecho bastante poco por los inmigrantes, que se han dedicado fundamentalmente a arreglarles los papeles, o sea a legalizar su permanencia en España.
En opinión de Azurmendi, las ONG deberían ir a trabajar a los municipios, para «hacer ciudadanos de los inmigrantes» pues, explicó, esa ciudadanía se concreta en ese ámbito.
Navarro subrayó que la mayoría de las ONG trabajan en los municipios, a nivel ciudadano, dentro y fuera de España. Pero eso no debe ser una alternativa a que su voz sea oída y tenida en cuenta por el gobierno, añadió.
«El gobierno de Aznar debe entender que el pluralismo forma parte esencial de la democracia y no puede exigir que se le diga siempre sí a todo», concluyó el activista social. (FIN/IPS/td/dm/pr/01
