COMERCIO: Negociaciones rigurosamente custodiadas

La cuarta Conferencia Ministerial de la OMC comenzó este viernes con fuertes medidas de seguridad, mientras el gobierno de Qatar, anfitrión de representantes de 142 países, se esfuerza por hacer un buen papel y aplacar temores a ataques terroristas.

El número de policías desplegados en la capital de Qatar parece igualar a los 2.641 delegados internacionales que permanecerán reunidos hasta el martes en esta ciudad puerto.

Además de la preocupación por el terrorismo tras los ataques de septiembre en Estados Unidos y la respuesta militar de Washington contra Afganistán, los organizadores hicieron todo lo posible por evitar protestas callejeras.

La anterior conferencia ministerial de la OMC (Organización Mundial de Comercio), realizada hace dos años en Seattle, Estados Unidos, tropezó con la persistente protesta callejera de activistas de organizaciones no gubernamentales (ONG).

«Toda la población de Qatar está aquí para proteger» a los participantes, dijo este viernes en la conferencia de prensa de apertura el representante del Comité Organizador, jeque Abdullah bin Amad Al-Thani.

La afirmación de Al-Thani parece más que una metáfora. Los vehículos camuflados con soldados fuertemente armados se ven por todas partes, y cada uno de los autobuses que transportan a delegados al centro de conferencias lleva a un soldado, y el tráfico está restringido.

Los agentes de seguridad con vestimenta árabe son numerosos, y en cada hotel hay al menos cinco funcionarios de «protocolo» que retienen los pasaportes de los participantes hasta su partida.

Las autoridades entregaron máscaras de gas a delegados de Estados Unidos, y hay una marcada presencia de guardaespaldas de ese país.

Las medidas de seguridad impidieron protestas callejeras. «Las restricciones hacen que nos concentremos en lo que sucede dentro» del centro de conferencias, dijo Cecilia Oh, de la Red del Tercer Mundo.

Esta vez, las armas de la sociedad civil son la presión y las relaciones públicas, en lugar de las manifestaciones y las barricadas que caracterizaron su presencia en Seattle hace dos años.

Debido a limitaciones de espacio, ya que Doha sólo cuenta con 4.400 habitaciones de hotel, las ONG sólo pudieron enviar uno o dos representantes.

El portavoz de la OMC Kieth Rockwell dijo que 388 ONG se registraron para participar, una cantidad similar a la de Seattle. Pero un periódico de la conferencia sostuvo que la mitad son organizaciones comerciales que fueron clasificadas como ONG.

No obstante, los reclamos de los activistas han dado sus frutos, al menos con un cambio de imagen en la presentación de las estadísticas de la OMC.

Hasta ahora, los documentos de la organización destacaban a los países con crecimiento del comercio y del producto interno bruto en la última década.

Esta vez, la publicación oficial «Estadísticas de la Globalización» incluye indicadores sociales como desigualdad de género, migración, infancia, salud y pobreza.

El cambio de punto de vista es un reconocimiento implícito de que la globalización no es una panacea para todo el mundo.

Esta reunión ministerial, la cuarta en la historia de la OMC, presenta elementos de una ronda de negociaciones sobre desarrollo. Estados Unidos, por ejemplo, hizo todo lo posible por dar publicidad a su reunión con el Grupo de Africa.

La Unión Europea, por su parte, ofreció una conferencia de prensa sobre su política de desarrollo, y es evidente el intento de las autoridades de la OMC por tener en cuenta, al menos en las palabras, los casos de la agricultura y la salud pública.

El cambio de imagen es insuficiente para los activistas defensores del desarrollo, que reclaman el fin de las negociaciones en el Salón Verde, donde los países más poderosos se reúnen en privado para lograr acuerdos que luego llevan al plenario. (FIN/IPS/tra-en/fk/mn/lp-ff/if ip/01

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