Las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) rechazaron este miércoles su inclusión en la lista de grupos terroristas elaborada por Estados Unidos.
El jefe guerrillero Raúl Reyes dijo que esa clasificación «forma parte de la campaña de desprestigio que ha lanzado el gobierno (estadounidense) de George W. Bush» contra las FARC, y le puede servir de pretexto para intervenir de manera más directa en el conflicto armado colombiano.
La situación de Colombia «no es posible compararla ni por su origen ni por sus características con lo que ocurre entre Palestina e Israel, en Afganistán, en Irlanda del Norte y en España», señaló.
Reyes, miembro de la dirección guerrillera e integrante de la mesa del diálogo de paz con el gobierno de Andrés Pastrana, respondió así a la decisión de Washington de equipar a las izquierdistas FARC con los grupos armados irregulares de esos países.
La declaración de la guerrilla se produce el mismo día en que Pastrana viajó a Estados Unidos para asistir a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas y reunirse con Bush.
La lista de grupos terroristas confeccionada por Estados Unidos, modificada tras los atentados del 11 de septiembre, también incluye al izquierdista Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla del país después de las FARC, y a las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), de derecha.
Algunos analistas entienden que la presencia de los tres grupos irregulares en esa lista coloca a Colombia entre los países más vulnerables, en el marco de la llamada guerra contra el terrorismo declarada por Estados Unidos.
En ese marco, la embajadora de Estados Unidos en Colombia, Anne Patterson, informó en dos foros realizados en octubre que su país pedirá la extradición de los guerrilleros y paramilitares que negocien con el narcotráfico.
También el embajador británico en Colombia, Thomas Joseph Duggin, dijo el martes que tanto las FARC como el ELN «son terroristas y tienen vinculaciones con organizaciones internacionales similares».
Pastrana, pese a que ha evitado señalar a las FARC como terroristas, indicó el martes que «las organizaciones que siembran el terror mediante la activación de carros (coches) bomba, realizan masacres, asesinatos y secuestros» merecen ese calificativo.
Los autores de esas acciones contra la población civil merecen la calificación de terroristas, opinó.
Mientras, el mandatario exhortó a las FARC a aprovechar la oportunidad que tienen de impulsar las negociaciones de paz con su gobierno, que se encuentra en un momento crítico, según los analistas.
Pastrana añadió que los colombianos están esperando que «aquellos pocos que insisten en el camino de las armas se definan, abandonen sus actos de violencia contra la población civil, se desliguen del nefasto narcotráfico y entren de una vez en el sendero de la democracia».
El proceso de paz con las FARC se encuentra estancado desde el 17 de octubre, cuando los rebeldes plantearon nuevas exigencias para reanudar el diálogo, relacionadas con las medidas de control que adoptó el gobierno para prorrogar la zona desmilitarizada en el sudeste del país, donde se llevan a cabo las tratativas.
El gobierno aumentó los controles de acceso y la presencia militar al rededor de esa área de 42.000 kilómetros, presionado por sectores que acusan a las FARC de utilizar el lugar para negociar con el narcotráfico, ocultar secuestrados y abusar de los derechos de los pobladores.
Marco Romero, profesor de la facultad de Derecho y Ciencia Política de la estatal Universidad Nacional, dijo a IPS que la nueva actitud de Estados Unidos de señalar a las FARC como grupo terrorista puede tener «repercusiones muy complejas para el proceso de paz».
«Si Estados Unidos está hablando de extradición y de miembros de grupos terroristas, quiere decir que en cualquier momento pueden pretender llevarse a un dirigente de la insurgencia, para mostrar resultados ante la opinión pública».
Otros expertos sostienen que la petición de Pastrana es un llamado de alerta para que los rebeldes muestren mayor voluntad de negociación en este proceso iniciado en 1999. (FIN/IPS/yf/dm/ip/01