Marruecos dio el primer paso para acabar con el tabú vinculado a la explotación sexual infantil, al celebrar una conferencia sobre el caso en la que participaron países árabes y africanos.
Miles de niñas y niños son objeto de explotación sexual cada año en este este país de Africa del norte de 28 millones de habitantes, pero sólo se denuncia una pequeña parte del total.
Uno de los pocos episodios denunciados fue el que afectó a Hasna, la hija de 10 años de Hamid Fanich.
«Envié a mi hija a trabajar como empleada doméstica para que me ayudara a mantener a sus siete hermanos y hermanas. Pero me la entregaron ultrajada y con una mancha indeleble de deshonor», dijo Fanich.
Fanich, de 65 años y habitante de un asentamiento precario, cuenta la historia de su hija con amargura y resignación. Hasna fue obligada a prostituirse para turistas por la mujer que la contrató.
Un día, esa mujer la trajo de vuelta a la casa de su familia, inconsciente después de toda una noche de explotación sexual en una residencia de lujo en Rabat, la capital.
«Al principio no comprendimos nada. La mujer nos dijo que había sufrido un colapso nervioso. Pero en el hospital los médicos nos dijeron que Hasna había sido violada sexualmente», dijo el padre.
La mujer cumple ahora una condena de 20 años de cárcel por complicidad en violación a una menor de edad, mientras el turista autor del crimen logró escapar de Marruecos, impune.
«La mujer parecía rica y respetable y quería una pequeña para ayudarla en su residencia. De haber sabido sus intenciones, jamás hubiera permitido que se llevara a mi hija. Nunca pensé que una cosa así podría pasar en nuestro país musulmán», se lamentó Fanich.
«No hay admisión oficial de este problema», explicó Najat M'jid, presidente de Bayti, una organización no gubernamental dedicada a la protección de los niños de la calle y en situaciones de crisis.
«Marruecos no reconoce la existencia del turismo sexual, aunque está generalizado en las ciudades, sobre todo en Casablanca, Agadir y Marrakech», señaló M'jid a IPS.
En lo que va del año se denunciaron 165 casos de abuso infantil en los tribunales marroquíes, 101 de niños y 66 de niñas, según la ONG Observatorio Marroquí de Derechos del Niño. Se procesó a 128 personas en relación con los casos y 18 más fueron demandados en ausencia.
La ley estipula entre cinco y 20 años de prisión para aquellos hallados culpables de la explotación sexual de un menor.
M'jid se lamenta de que cientos de casos de abuso infantil que se producen por año no se denuncian a la policía, ya que los padres consideran el problema una «vergüenza que debe mantenerse en secreto».
No obstante, el primer paso para acabar con ese tabú se dio días atrás cuando Marruecos fue sede de la conferencia árabe- africana sobre explotación sexual infantil.
«Es necesario romper el silencio en torno a este problema por todos los medios», exhortó en la reunión Nezha Chakrouni, ministro marroquí de Asuntos de la Familia y la Infancia.
El ministro marroquí de Derechos Humanos, Mohamed Aujjar, dijo que la explotación sexual infantil «no debe seguir siendo un tabú, ya que pone en juego la salud y el futuro de los seres humanos más vulnerables».
«Debemos proteger a los niños de la calle, a las empleadas domésticas y a los niños que viven en las grandes ciudades turísticas», exhortó.
La conferencia de Rabat brindó la oportunidad a funcionarios y activistas de la sociedad civil de 40 países africanos y árabes para evaluar el problema en sus zonas.
«Como el tema sigue siendo tabú en la mayoría de los países africanos y árabes, es difícil hallar cifras exactas sobre el número de niños que son víctimas de la explotación sexual», señaló la declaración final de la reunión.
«Recomendamos a nuestros gobiernos que adopten las medidas jurídicas necesarias para proteger a los niños contra toda forma de explotación sexual, especialmente el turismo sexual y la pornografía», agregó.
Los participantes instaron a los gobiernos árabes y africanos a ratificar la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, que armonicen sus leyes nacionales con dicho instrumento y que adopten estrategias integradas para proteger con eficacia a la población infantil.
La conferencia de Rabat señaló el vínculo que existe entre la explotación sexual de los niños y la pobreza, y por ende solicitó a los países que mejoren el nivel de vida de sus pueblos.
Las conclusiones de la conferencia se presentarán en el Congreso Mundial sobre Explotación Sexual Infantil, a celebrarse en Yokohama, Japón, del 17 al 20 de diciembre.
Hassan Koronfol, profesor de sociología en la Universidad Mohammed V de Rabat, cree que los «gobiernos deben tomar medidas para romper el tabú y alentar los debates sobre la explotación sexual como un paso hacia la protección de la infancia». (FIN/IPS/tra-en/na/mn/aq/hd/01