El humor negro, irónico y con énfasis en algunos casos en los problemas sociales y políticos que afligen al mundo prevalece en las obras de dibujantes cubanos exhibidas por primera vez en Italia.
El pabellón «Una sonrisa cubana», que cobijó a alrededor de 100 trabajos de unos 30 artistas, fue uno de los más visitados en la primera exposición de la historieta y el dibujo animado de Italia, que se presentó este mes en Roma.
El común denominador de los dibujantes cubanos, únicos extranjeros invitados a la muestra, no es el contenido político o social, pero todos logran su propósito humorístico con creces y muchos de ellos ni siquiera recurren a la explicación escrita.
El investigador internacional de humor gráfico, el uruguayo residente en Roma Julio Lubetkin, quien impulsó y organizó la exposición, dijo a IPS que el objetivo de invitar a los artistas cubanos fue divulgar en Italia un humor que ha conquistado innumerables distinciones y reconocimientos en el mundo.
«Han transcurrido 40 años y este pequeño país, Cuba, pese al injusto bloqueo económico (de Estados Unidos), prosigue adelante en su vida con alegría, creciendo día a día, y el humor, que es fantasía, ingenio y gran humanidad, lo ha acompañado desde siempre», comentó.
El dibujo humorístico estuvo presente incluso durante la dictadura de Fulgencio Batista, impuesta por el golpe de Estado de 1952 y derrocada en 1959 por los revolucionarios liderados por Fidel Castro, como señaló a IPS la embajadora de Cuba en Italia, María de los Angeles Flores Prida.
La diplomática destacó que «nunca les ha faltado el humor a los cubanos, pues es algo que los caracteriza, siempre lo ha tenido, en los buenos y en los malos momentos, porque es un pueblo alegre y que tiene un gran sentido de humor».
«Los dibujantes usaban su arte para denunciar los crímenes de la dictadura de Batista a través de caricaturas que tenían un doble sentido, que no era lo que aparentaba, pero todo el pueblo entendía lo que quería decir», narró.
Un ejemplo de ese humor con doble sentido de denuncia fue el título de tapa del semanario Zig Zag, anunciando la presencia de la artista española Pilar Mata, en una época en que La Habana era asolada por un sanguinario coronel de la policía de Batista que tenía, extrañamente, un nombre de mujer, Pilar García.
Zig Zag publicó en su portada: «Pilar Mata en la Habana», informado de la visita de la famosa artista de entonces y, a la vez, haciendo referencia a los asesinatos cometidos por el oficial García.
La publicación de ese título le costó la cárcel a muchos de sus dibujantes e, incluso, la clausura del semanario, recordó.
Flores Prida aseguró que hoy en Cuba se acepta el humor político crítico y constructivo. «Los cubanos nos reímos de nuestras deficiencias, de nuestros problemas, y con mucha originalidad», precisó.
Por su parte, Massimo Bucchi, dibujante del diario italiano La Repubblica, destacó que sus colegas cubanos «son los más atentos a las injusticias y a los desequilibrios de la economía, tan laboriosamente construidos y grandes aliados del desarrollo desigual».
Bucchi opinó que el humor gráfico cubano es «uno de los mejores del mundo».
La muestra fue auspiciada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia, la Cooperación para el Desarrollo de esa cancillería y por el Centro de Información y Educación al Desarrollo (CIES).
El CIES es una organización no gubernamental «empeñada en la construcción de una sociedad multicultural, que lucha por la plena integración de los inmigrantes y que trabaja por poner término a la enorme diferencia entre el Norte industrializado y el Sur en desarrollo», explicó su director, Antonio Chiapetta.
«Nos ayuda a mantener viva la atención, con ironía, inteligencia y espíritu crítico sobre todo aquello que está detrás de la globalización económica y financiera», expresó.
Chiapetta precisó que el CIES ya ha recurrido a este tipo de comunicación, como fue la exposición de caricaturas realizada en 1991 y titulada «El Sur visto desde el Norte y el Norte visto desde el Sur», que luego se llevó a Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.
Destacó que el dibujo artístico es una forma de comunicación importante, teniendo en cuenta que la relación Norte-Sur en aspectos como el comercio justo y solidario, la cooperación para el desarrollo, las cuestiones humanitarias, de la preservación del ambiente y de las problemáticas ligadas a la emigración.
Estos asuntos encuentran poco espacio en los medios de comunicación, pues los consideran no prioritarios.
El CIES financió el catálogo de la exposición con los dibujos que se presentaron, «un válido y experimentado instrumento de sensibilización para hablar de solidaridad internacional y en favor de un proyecto de cooperación con los enfermos hemofílicos en Cuba».
Las enfermedades relacionadas con la hemofilia afectan en Cuba a más de 300.000 personas.
El sistema sanitario cubano, pese al su alto nivel, no es capaz de hacer frente a las exigencias de cura de los pacientes y de los cursos de actualización, que requieren médicos, manifestó Chiapetta.
De esta manera, las obras de los dibujantes cubanos no sólo sacaron una sonrisa a los italianos sino también dieron a conocer asuntos que no siempre llegan a la opinión pública y fondos para ayudar a los pequeños que sufren de esta enfermedad. (FIN/IPS/jp/dm/cr/01