ALEMANIA: Apoyo a EEUU inaugura nueva política militar

Alemania anunció este martes que destinará 3.900 soldados en apoyo de la campaña de Estados Unidos en Afganistán, en lo que representa un cambio radical de su política militar desde su derrota en la segunda guerra mundial.

La decisión fue calificada de «importante e histórica» por el canciller (jefe de gobierno) Gerhard Schroeder. La aprobación del envío de tropas por el parlamento (Bundestag) está prevista para comienzos de la semana próxima.

Se trata del mayor contingente militar alemán enviado al exterior desde 1945, cuando finalizó la segunda guerra mundial.

La decisión demuestra que Alemania está dispuesta y es capaz de apelar a la fuerza militar en el exterior «en defensa de la libertad y de los derechos humanos», dijo Schroeder.

Alemania dejó de lado la reticencia predominante desde el fin de la segunda guerra mundial a considerar el despliegue de tropas en el exterior para apoyar objetivos militares.

El anuncio de Schroeder indica que Alemania ya no está relegada a un papel secundario en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), advirtieron analistas.

Fuerzas militares de Alemania ya están involucradas indirectamente en la guerra, al mando de aviones de reconocimiento de la OTAN y en buques alemanes en el este del mar Mediterráneo.

Schroeder dijo estar preparado para enviar equipos bélicos resistentes a armas nucleares, biológicas y químicas, al igual que tanques Fuchs, utilizados para descontaminar terreno afectado por esas armas, de acuerdo con la solicitud de Estados Unidos.

Además, Alemania enviará personal de rescate y evacuación aérea, y un hospital de campaña para rescatar y tratar soldados estadounidenses heridos, junto con 500 efectivos de transporte aéreo, anunció Schroeder.

El Consejo de Seguridad del gobierno alemán aprobó este martes la solicitud de apoyo militar efectuada el lunes por Estados Unidos.

Unos 1.800 infantes de marina también serán movilizados para proteger las operaciones en el Golfo y en el cuerno de Africa.

El canciller Schroeder también aceptó enviar 100 efectivos de las Fuerzas Especiales de Elite para misiones de ataque sorpresivo.

Schroeder aclaró que Alemania no participará en los ataques aéreos y que no enviará unidades terrestres a Afganistán.

Sin embargo, Schroeder no aclaró si las tropas alemanas serán desplegadas en Afganistán o en áreas cercanas, incluyendo Pakistán y las repúblicas de Asia central.

Citha Maass, de la Fundación para la Ciencia y la Política, consideró que «el uso de fuerzas especiales sólo puede destinarse a Afganistán».

El Bundestag, que deberá aprobar la decisión del Poder Ejecutivo, se reunirá por primera vez para considerar el asunto en la mañana de este jueves. Schroeder se mostró confiado en que la respuesta de los legisladores será afirmativa.

Sesenta y cinco por ciento de la población aprueba la participación de Alemania en la guerra, aunque el porcentaje es un tanto menor en la región oriental.

Tres años atrás, sólo 19 por ciento del público aceptaba la participación militar alemana en la operación de paz en la provincia yugoslava de Kosovo.

Guido Westerwelle, líder del Partido Liberal, respaldó a Schroeder, porque, dijo, Alemania «no tiene alternativa».

Pero Schroeder podría afrontar críticas del Partido Verde, integrante de la coalición de gobierno, que no se adhiere a la «solidaridad ilimitada» con Estados Unidos, un eslogan utilizado por el canciller desde los ataques del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington que desataron la respuesta en Afganistán.

«La solidaridad crítica nos puede proteger contra la aventura», dijo el líder del Partido Verde, Fritz Khun.

Schroeder advirtió a los verdes sobre las «serias consecuencias» de no respaldar su compromiso con las acciones militares estadounidenses. Analistas interpretan la amenaza como una ruptura de la coalición de gobierno.

En las últimas semanas, el canciller había preparado al público para una mayor participación militar. Al regresar de una visita a Estados Unidos a mediados de octubre, Schroeder dijo que Alemania se disponía a ingresar en una nueva fase en su historia de posguerra.

Karsten Voigt, funcionario de la cancillería, dijo que «Alemania se muestra cada vez más preparada para incorporar el elemento militar como componente de la política exterior». (FIN/IPS/tra-en/ys/mn/lp-mj/ip/01

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