La Unión Europea (UE) se propone reanudar su ayuda humanitaria a Afganistán luego de la expulsión del grupo Talibán de las ciudades de Mazar-al-Sharif y Kabul, que despejó el camino para la entrega de los suministros.
La Oficina de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea (ECHO, por sus siglas en inglés) tiene casi listo un paquete de asistencia por valor de 13,5 millones de dólares para los afganos hambrientos, que suman varios millones.
Gran parte de la ayuda se destinaría al área de Mazar-al- Sharif, una estratégica localidad del norte capturada el pasado fin de semana por fuerzas opositoras al régimen Talibán. Mediante esa ciudad se puede ahora crear un corredor para enviar alimentos a través de Uzbekistán.
«Los acontecimientos de las últimas 48 horas nos han dado la oportunidad de introducir más ayuda en ese país», declaró este miércoles Michael Curtis, un portavoz de la UE.
Afganistán es blanco de bombardeos por parte de una coalición encabezada por Estados Unidos desde el 7 de octubre, en represalia por los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
El grupo fundamentalista islámico Talibán, que hasta la semana pasada gobernaba casi todo el territorio afgano, se negó a entregar al saudí Osama bin Laden, considerado por Washington el autor intelectual de esos ataques terroristas.
A la vez, Talibán lucha contra la Alianza del Norte, a la que derrocó en 1996.
La Alianza tomó la estratégica Mazar-al-Sharif el fin de semana, con el respaldo militar de Estados Unidos, y ocupó Kabul el martes a pesar de Estados Unidos, que pretende un gobierno pos- Talibán representante de todas las etnias.
Este miércoles, la Alianza trataba de afianzarse en la capital ocupando puestos políticos clave, pese a su promesa de impulsar un gobierno de base amplia.
Mientras, los Talibán luchan por impedir su desintegración desde sus bases del sur, donde líderes tribales de la etnia patán (a la que pertenecen la gran mayoría de los Talibán) se rebelaron contra la milicia fundamentalista, según trascendió.
En medio de esta volátil situación, que incluye ejecuciones sumarias, violaciones y saqueos contra los derrotados, Curtis exhortó a todas las partes beligerantes a respetar la neutralidad de las agencias humanitarias, a permitir el libre acceso de sus funcionarios y a garantizar su seguridad.
«Los últimos hechos son alentadores, pero no deberíamos entusiasmarnos demasiado. La situación humanitaria ya era catastrófica en Afganistán antes del 11 de septiembre y ahora es peor. No creo que pueda mejorar de la noche a la mañana», declaró.
«Con los Talibán expulsados de algunas partes del país, el acceso de la ayuda será más fácil, pero es claro que todavía la situación es muy peligrosa», dijo el portavoz.
Se estima que hay un millón de desplazados internos en Afganistán y casi cuatro millones que salieron del país huyendo de la violencia y el hambre, agravada por la sequía.
En el norte, llamado «el cinturón de hambre», tres millones de personas dependen de la ayuda de las agencias humanitarias para sobrevivir este invierno, que termina en marzo.
El área de Mazar-al-Sharif tiene una gran población de desplazados internos, y allí ECHO respaldará las actividades de tres organizaciones no gubernamentales: Acción contra el Hambre (francesa), SCF (británica) y Ayuda Médica Internacional (francesa).
ECHO establecerá en esa región centros de atención médica y de alimentación para los desplazados, en especial los niños, y respaldará a hospitales y clínicas.
Los detalles de esta decisión de la Comisión Europea se publicarán más adelante esta semana, una vez que se adopte formalmente.
Poul Nielson, el comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, destacó la importancia de brindar asistencia en todo el territorio afgano.
«Mediante agencias con experiencia probada, hacemos nuestro mayor esfuerzo para hacer llegar la ayuda a aquellos que más la necesitan. La asistencia humanitaria es una prioridad absoluta», destacó.
Otras organizaciones humanitarias que reanudaron sus actividades de asistencia a la población afgana esta semana son el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas. Ambas agencias hacen llegar su ayuda a través de Afganistán.
Trascendió que la Organización del Tratado del Atlántico Norte podría ofrecer apoyo logístico para garantizar la entrega de los suministros. (FIN/IPS/tra-en/bk/mn/mlm/hd/01