AFGANISTAN: Rusia e India discuten sucesión del Talibán

El presidente ruso Vladimir Putin discutió esta semana el futuro político de Afganistán con el primer ministro de India, Atal Bihari Vajpayee, de visita en Rusia.

Ambos analizaron la ofensiva en curso de Estados Unidos y sus aliados contra el movimiento Talibán, que controla la mayor parte del territorio afgano, y consideraron las perspectivas tras una eventual derrota de ese grupo fundamentalista islámico, desde el punto de vista de los intereses de Moscú y Nueva Delhi.

Esa ofensiva se enmarca en la campaña internacional contra el terrorismo lanzada por Washington tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, y es apoyada por Rusia e India.

El presidente estadounidense, George W. Bush, decidió atacar al Talibán luego de que ese movimiento se negara a entregar al saudita Osama bin Laden, a quien Washington considera responsable de los atentados del 11 de septiembre.

Putin and Vajpayee firmaron el martes una declaración conjunta y un compromiso bilateral sobre asuntos estratégicos, en el cual afirmaron que el terrorismo es «el mal absoluto» y una amenaza mundial contra la paz y la seguridad.

También sostuvieron que la Organización de las Naciones Unidas debe desempeñar un importante papel en cualquier solución de la cuestión afgana, si el Talibán es derrocado, y ratificaron su apoyo a la afgana Alianza del Norte, que combate contra ese moviniento desde hace años.

Putin sostuvo que India es «el aliado más confiable» de Rusia en la lucha antiterrorista, y que la opinión de Nueva Delhi debería influir en el proceso de toma de decisiones sobre el futuro afgano.

El presidente ruso expresó el martes en un comunicado de prensa que ese proceso debería basarse en la «fórmula 6 más 2», con participación de los seis vecinos de Afganistán, China, Pakistán, Irán y las repúblicas ex soviéticas de Turkmenistán, Uzbekistán y Tajikistán, más Estados Unidos y Rusia.

También advirtió que la aplicación de «una política de doble criterio» en relación con el terrorismo puede determinar la fractura de la actual alianza antiterrorista internacional.

No es legítimo distinguir entre «terroristas malos, nuestros terroristas y otros», apuntó.

Los dos mandatarios ratificaron su compromiso de mantener una «sociedad estratégica» para impulsar un «orden mundial multipolar», como lo habían hecho en octubre del año pasado, durante una visita de putin a Nueva Delhi.

El Kremlin alegó en un comunicado de prensa que la visita de Vajpayee aría nuevo impulso a esa «sociedad estratégica bilateral».

La declaración sobre cuestiones estratégicas ratificó el apoyo de ambos países al tratado internacional contra los misiles balísticos, al desarme y a la no proliferación de armas nucleares.

India realizó ensayos de armas nucleares en mayo de 1998, y recibió sanciones internacionales por ese motivo.

Putin y Vajpayeee también consideraron los vínculos económicos bilaterales, y el viceprimer ministro ruso, Ilya Klebanov, opinó que el actual nivel del comercio entre ambos países es «insuficiente».

A comienzos de los años 90, el valor del comercio bilateral era unos 4.000 millones de dólares anuales, pero cayó a 1.300 millones en 1996. En 1999, ascendió a unos 3.000 millones de dólares, y Moscú esperaba que llegara a 5.000 millones en 2000, pero ese año cayó a 2.000 millones.

Los principales bienes indios comprados por Rusia son té, tabaco y productos farmacéuticos, y las principales mercancías rusas compradas por India son productos metalúrgicos y fertilizantes.

Putin opinó que la cooperación bilateral debe priorizar el sector energético, y en especial la generación de energía atómica e hidroeléctrica, así como la explotación de petróleo y gas natural, y la modernización de instalaciones industriales construidas en India por la ex Unión Soviética.

India es uno de los mayores deudores de Rusia, y adeuda al país unos 10.000 millones de dólares, en su mayoría por antiguas compras de aviones de guerra y otras armas.

En 1992, ambos países acordaron que Nueva Delhi saldaría su deuda en un periodo de 12 años, mediante pagos en rupias, y que una parte del dinero pagado, equivalente a 1.000 millones de dólares anuales, sería empleada por Moscú para comprar bienes indios.

Sin embargo, Rusia no ha comprado mercaderías indias por valor de 1.000 millones de dólares en ninguno de los años transcurridos desde entonces.

En la actualidad, muchos piensan que el comercio bilateral aumentaría si se realizara con monedas fuertes en vez de rupias. Fue por eso que Putin pidió el martes «más flexibilidad» en las transacciones bilaterales.

Funcionarios de ambos países firmaron durante la visita de Vajpayeee un memorando sobre la construcción en India del proyecto de planta nuclear de Kudamkulan, cuyo valor se calcula en 2.600 millones de dólares.

El ministro de Energía Atómica ruso, Alexander Rumyantsev, indicó que el acuerdo en relación con ese proyecto es preliminar, pero pronosticó que el contrato correspondiente se firmará a fines de este año.

Putin sostuvo que la cooperación bilateral en asuntos militares es un «área prometedora» para ambos países.

Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética e India mantuvieron estrechos vínculos en ese terreno, y la mayor parte de las armas adquiridas por Nueva Delhi fueron compradas a Moscú.

El comercio de armas aún es una parte muy significativa de los vínculos bilaterales, y ambos países acordaron extender hasta 2010 un programa de cooperación técnica militar firmado en 1994, que iba a cesar el año pasado.

Casi dos tercios de los petrechos de las Fuerzas Armadas de India provienen de Rusia, y de 1990 a 1996 Nueva Delhi compró a Moscú armas por valor de 3.500 millones de dólares.

En 1999, los dos países firmaron en Nueva Delhi un protocolo por el cual Rusia se comprometió a vender a India en los siguientes tres años bienes militares cuyo valor podría ascender a 4.000 millones de dólares.

Ese acuerdo incluyó la venta de 60 aviones de guerra MiG-29K por valor de 1.500 millones de dólares, y la posterior licencia para producir aviones de guerra Su-30MKI, por valor de otros 1.500 millones.

Moscú podría obtener otros 1.000 millones de dólares por la venta de tanques T-90 tanks y la licencia para producir esos vehículos.

Por otra parte, Rusia e India cooperan en el desarrollo del prototipo de un avanzado avión de combate «de quinta generación», dijo Klebanov a periodistas el martes.

A fines de este años, ambos países firmarán un contrato para la venta a India del portaaviones ruso «Almirante Gorshkov», añadió. (FIN/IPS/tra-eng/sb/ral/mp/ip/01

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