Expertos de gobiernos y de empresas y trabajadores del turismo propusieron decisiones para hacer frente al impacto de los ataques terroristas del 11 de septiembre en el sector, que puede causar 8,8 millones de despidos.
Entre las acciones recomendadas se incluyen la extensión de las oportunidades de turismo a sectores sociales de bajos ingresos y medidas transitorias para reducir los costos, como una revisión de la carga impositiva.
Una reunión informal convocada en Ginebra por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) examinó esta semana las consecuencias de los episodios registrados en Nueva York y Washington.
La OIT programa otra reunión para el domingo y el lunes, también en Ginebra, destinada a evaluar las consecuencias de los atentados en la industria de la aviación civil, donde se calcula de modo preliminar la pérdida de 200.000 empleos.
La actividad turística sufrirá efectos «graves y potencialmente catatastróficos» tanto en los negocios como en el empleo, resumió Jean-Jacques Elmiger, secretario de Asuntos Económicos del gobierno de Suiza, que presidió el debate en la OIT.
La economía del turismo ocupa a 207 millones de personas en todo el mundo, lo que equivale a ocho por ciento del empleo global.
El sector estima que 8,8 millones de personas pueden ser despedidas y que en Estados Unidos, 50 por ciento de la fuerza de trabajo de la hotelería y el turismo quedaría cesante.
Elmiger advirtió que no hay salida única para dejar atrás la crisis y recomendó la exploración de enfoques y soluciones innovadoras locales.
Las instituciones financieras internacionales deben proporcionar los recursos necesarios y en términos favorables a los países que no pueden sufragar acciones de urgencia con fondos de sus presupuestos, dijo el presidente de la reunión.
Las organizaciones de empleadores y trabajadores del turismo tendrán que comprometerse a buscar fórmulas convenidas para extender el empleo e impedir y limitar la pérdida de puestos de trabajo, agregó.
En cuanto a la aviación civil, Hubertus Essenburg, un experto de la OIT, observó que los hechos del 11 de septiembre tuvieron consecuencias directas y calamitosas, para la industria y para sus trabajadores.
La actual crisis, con la pérdida calculada de 200.000 puestos de trabajo, es con probabilidad la más grave de la aviación civil desde el fin de la segunda guerra mundial (1939-1945).
El informe de Essenburg advierte que el retroceso en la industria ya se había manifestado en Estados Unidos a comienzos del 2001, debido a que la economía de ese país fue la primera en perder vigor.
Pero el descenso de la actividad fue potenciado por los atentados en Nueva York y Washington.
El tráfico aéreo se redujo en forma impresionante en la segunda mitad de ese mes y las aerolíneas de Estados Unidos perdieron 35 por ciento de sus ingresos por pasajero-kilómetro, tanto para servicios internacionales como nacionales.
Aunque la demanda en Asia también fue afectada, muchas de las compañias aéreas de la región parecen en mejor situación que sus competidoras occidentales frente a la espiral recesiva.
El tráfico aéreo en Asia se mantiene más sostenido que en Europa y Estados Unidos, aunque tambien se reduce, porque menos pasajeros viajan en la llamada clase ejecutiva.
Varias aerolíneas que ya estaban en dificultades tuvieron que paralizar sus actividades, como Ansett, de Australia y sus afiliadas regionales, Midway Airlines, de Estados Unidos, City Bird, de Bélgica, y Gill Airways, de Gran Bretaña.
Otras europeas muy renombradas, como Swissair, de Suiza y Sabena, de Bélgica, se presentaron ante la justicia debido a su situación de insolvencia.
Los aeropuertos también han sufrido por la crisis. Varios de los más grandes, en Alemania, Holanda y Gram Bretaña, confirmaron que la disminución del número de pasajeros afectará ampliaciones previstas.
Algunos aeropuertos, como Bruselas y Zurich, están amenazados de derrumbe.
La OIT analizará también otros efectos de la crisis, como la situación financiera de las aerolíneas, la menor prestación de las compañias aseguradoras, las relaciones con los sindicatos de trabajadores de la industria y, en especial, la seguridad en el sistema de operaciones y vuelos. (FIN/IPS/pc/ff/if/01