TRABAJO-JAPON: Una tradición pasa al desván de la historia

El empleo tradicional en Japón, permanente y de tiempo completo, que unía a los trabajadores a una empresa hasta su retiro, se vuelve esquivo para los jóvenes, debido a los cambios del mercado laboral en los últimos 20 años.

Haru Kitano, de 24 años, se recibió de abogado pero nunca había buscado un empleo permanente hasta ahora. Durante años vivió de empleos de tiempo parcial, pero la difícil situación laboral derivada de la desaceleración económica le hizo cambiar su modo de pensar.

Kitano es lo que se llama un «freeter», un término derivado del inglés «free» (libre) y del alemán «arbeiter» (trabajador), que podría traducirse por «trabajador independiente».

El término se popularizó en los años 80, cuando Japón experimentaba un gran crecimiento económico y necesitaba trabajadores para ocupar nuevos puestos.

Miles de jóvenes prefieren desde entonces tener varios empleos de tiempo parcial en vez de ceñirse a la cultura laboral del país, de trabajo permanente y siempre en la misma empresa.

«Estaba feliz de ser un 'freeter' los últimos dos años, porque no tenía que asumir mayores responsabilidades», dijo Kitano, que vive con sus padres.

Sin embargo, Kitano reconoció que ya no puede seguir así y el mes pasado decidió registrarse en Young Support Plaza, en la meridional ciudad de Osaka, un centro establecido en julio por el gobierno para ayudar a las personas que desean encontrar un empleo permanente.

«Hay 140 hombres y mujeres jóvenes que buscan empleo a través de Plaza. Ellos nunca tuvieron un trabajo permanente, pero las nuevas condiciones laborales los obligaron a cambiar», dijo Akira Shimoura, un consejero de Plaza.

El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social informó que hay 3,5 millones de trabajadores independientes en Japón, casi todos ellos profesionales universitarios.

El Plaza fue establecido a raíz de una encuesta que reveló que hasta 70 por ciento de los «freeters» querían salir del ciclo de trabajos inestables y de tiempo parcial, informó Satoru Kameshima, un funcionario ministerial.

De hecho, el desempleo entre las personas de 15 a 24 años aumentó a 9,8 por ciento, informó el Ministerio. Ese incremento significa que la carga del desempleo está pasando de las personas de mediana edad, cuya desocupación permanece en nueve por ciento, a los jóvenes.

Para los empleadores, los «freeters» ofrecen mano de obra barata, requieren mínima capacitación y pueden contratarse fácilmente.

Pero estos días, esos trabajadores están descubriendo que la vuelta al empleo permanente y de tiempo completo no es fácil. Por ejemplo, sólo 30 de los 140 inscriptos en Plaza lograron encontrar trabajo.

Los jóvenes se oponen a las normas empresariales tradicionales que rechazan a los candidatos que no han tenido empleos «responsables» en el pasado, explicó Shimomura.

«Les resulta difícil encontra empleo porque las empresas recelan de ellos. No quieren darles capacitación porque lo consideran una pérdida de tiempo», añadió.

Kitano pasa largas horas en Plaza aprendiendo cómo redactar un curriculum vitae, solicitar empleo e incluso cómo sonreir adecuadamente en una entrevista de trabajo.

«Mi vida ha cambiado», declaró, y contó que hasta ahora no le preocupaba tener un salario mensual cercano a 11.000 yenes (980 dólares), la mitad de lo que ganaría en un trabajo permanente para empezar.

Kitano explicó que hasta ahora se las arreglaba bien porque vivía con sus padres, que no le pedían contribución económica alguna.

Pero la jubilación anticipada de su padre le generó una responsabilidad financiera adicional, en momentos en que la economía japonesa lucha por salir de la recesión y el desempleo se sitúa en cinco por ciento.

«De repente me di cuenta de que mis padres están envejeciendo y ya no pueden mantenerme», explicó Kitano.

Analistas laborales anticipan que la situación se volverá más y más difícil para jóvenes como Kitano, dado que la reestructuración de las empresas estimula a éstas a buscar empleados de bajo costo, lo cual implica menos empleos permanentes y más de tiempo parcial.

«Es un mundo duro para la nueva generación», comentó Shimomura.

El mercado de trabajo de Japón cambió drásticamente en las últimas dos décadas.

El padre de Kitano trabajó en el antiguo sistema de empleo vitalicio, que le garantizaba trabajo permanente en cuanto saliera de la universidad.

Pero ese sistema se está desintegrando porque la globalización económica obliga a las compañías a reducir costos de personal para mantener su competitividad.

«El exótico término 'freeter', que atraía a los jóvenes japoneses cansados de la atadura de sus padres al trabajo, está perdiendo su atracción», afirmó Shimomura. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/mlm/lb/01

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