SIRIA: Ingreso en Consejo de Seguridad es aceptado por EEUU

Siria, considerada por Estados Unidos e Israel un estado patrocinador del terrorismo, obtuvo esta semana uno de los puestos rotativos del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sin que Washington hiciera nada por impedirlo.

Siria recibió 160 de 177 votos de la Asamblea General de la ONU para sustituir a Bangladesh en el puesto del Consejo de Seguridad correspondiente a Asia a partir del próximo 1 de enero, por un período de dos años.

Su ingreso debe ser confirmado el lunes por el propio Consejo, pero se cree que Estados Unidos no lo vetará.

«El apoyo de una mayoría tan abrumadora sin duda confirma el rechazo de la comunidad internacional a las acusaciones de terrorismo contra Siria por parte de Israel», declaró un portavoz de la cancillería en Damasco, la capital siria.

Israel fue el único miembro de la ONU que se opuso a la candidatura de Siria para un puesto rotativo en el máximo órgano de decisión del foro mundial, que tiene 15 integrantes, cinco de ellos permanentes y con poder de veto. Se trata de China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia.

Varias organizaciones judías y un grupo de 38 legisladores estadounidenses habían exhortado al presidente George W. Bush a oponerse a la elección de Siria.

El primer ministro de Israel, Ariel Sharon, describió la elección de Siria como «una broma pesada», en momentos en que la comunidad internacional ha declarado la guerra al terrorismo.

«Lo peor es que la comunidad internacional ni siquiera impuso como condición que Siria reprima a las organizaciones (radicales palestinas) establecidas en Damasco», dijo.

Siria niega las acusaciones de terrorismo de Israel y sostiene que las organizaciones palestinas Hamas y Jihad Islámica -a las que respalda junto al grupo extremista libanés Hizbollá- sólo «resisten» la ocupación israelí.

Visiblemente satisfecho, el embajador de Siria ante la ONU, Mijail Wehbe, describió la votación como «un excelente mensaje al mundo».

Arabia Saudita consideró que Siria merecía integrar el Consejo de Seguridad «porque juega un papel muy importante» en Medio Oriente.

Su incorporación al Consejo no es para Siria un privilegio, «sino una gran responsabilidad que aprovechará para contribuir a la paz y seguridad internacionales y consolidar el papel de la ONU en la resolución de los problemas que enfrenta el mundo hoy», declaró la cancillería.

Damasco quería ingresar en el Consejo debido a su «real preocupación por la paz y seguridad mundiales», señaló el diario oficialista Al-Baath.

Tras el comienzo del ataque de Estados Unidos y sus aliados contra Afganistán, el pasado domingo, existe «la creciente necesidad de una voz que destaque la importancia de la paz, la seguridad y la cooperación en este mundo», agregó.

A diferencia del año pasado, cuando Estados Unidos realizó una intensa campaña para impedir la designación de Sudán como miembro rotativo del Consejo, esta vez no hizo nada para bloquear la elección de Siria.

El año último «era mucho más fácil porque Africa tenía dos candidatos, Sudán y Mauricio. La campaña estadounidense contra Sudán llevó a la victoria de Mauricio», comentó un diplomático occidental.

«Cualquiera que hubiera estado tentado de oponerse a Siria lo habría pensado muy bien antes de hacerlo», dijo David Malone, de la Academia Internacional para la Paz, un gabinete de estrategia con sede en Nueva York.

Funcionarios estadounidenses que viajaron con el secretario de Estado Colin Powell durante la última gira de éste por Medio Oriente indicaron que la candidatura de Siria podría aprovecharse para hacerla cumplir las sanciones del Consejo contra Iraq.

Siria podría ser obligada a poner bajo supervisión de la ONU el petróleo que recibe de Iraq, para evitar una violación a las sanciones establecidas por el Consejo, dijeron.

Fuentes de la industria petrolera revelaron que Siria ha extraído desde el pasado noviembre unos 100.000 barriles de petróleo iraquí por día, en contravención de las decisiones de la ONU.

Después de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, Estados Unidos lanzó una campaña internacional para combatir el terrorismo y solicitó la cooperación de Siria para ese fin.

Siria manifestó su disposición a cooperar en una campaña que distinga entre terrorismo y resistencia legítima a la ocupación, como la del pueblo palestino contra Israel.

«El mundo debe saber que Israel encarna el terrorismo, engaña a la comunidad internacional y pretende aprovechar los atentados en Estados Unidos para encubrir sus propios crímenes», declaró Suleiman Qaddah, del partido gobernante Baath. (FIN/IPS/tra-en/gb/mn/mlm/ip/01

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