SALUD-EEUU: Ley de patentes agrava amenaza de ántrax

Fueron necesarios el pánico por el terrorismo biológico en Estados Unidos y una oferta de fármacos baratos de India para destacar la falta de acceso a medicamentos esenciales en todo el mundo por causa de las leyes de patente.

La compañía india Ranbaxi Laboratories ofreció a Estados Unidos a precios «muy atractivos» 20 millones de tabletas de ciprofloxacina, a entregar a mediados de diciembre, para el combate contra el ántrax, pero la oferta se opone a la patente del laboratorio alemán Bayer, válida hasta diciembre de 2003.

La patente de Bayer podría incluso impedir a Washington aceptar una donación de ciprofloxacina por un millón de dólares ofrecida por el canciller indio Jaswant Singh. La ciprofloxacina es el nombre genérico del antibiótico Cipro, de Bayer.

Legisladores estadounidenses reclamaron levantar las restricciones de la patente de Bayer en vista del creciente número de casos de ántrax causados por cartas contaminadas con esa bacteria, de remitentes desconocidos.

Paradójicamente, fue Estados Unidos el que presentó una queja contra India ante el panel de resolución de disputas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en 1999.

El panel obligó a India a elaborar leyes sobre patentes y mientras tanto conceder derechos de comercialización exclusivos a los propietarios extranjeros de patentes.

Así comenzó el proceso de reversión de las políticas perseguidas por Nueva Delhi desde 1970, que debilitaron en forma sistemática la protección de la propiedad intelectual para garantizar la disponibilidad a bajo costo de varias drogas.

Esas políticas promovieron el crecimiento de una fuerte industria farmacéutica que emplea a más de medio millón de personas y pusieron bajo control del gobierno los precios de los fármacos.

Con el tiempo, los laboratorios indios desarrollaron la estrategia de vender sus productos en el país y luego trasladarse a mercados internacionales en cuanto vencían las patentes.

«La próspera industra farmacéutica de India demostró que los medicamentos pueden producirse a bajo costo y con rentabilidad para los mercados locales, cuando no tienen que pagar derechos exorbitantes», señaló Mira Shiva, de la Asociación Voluntaria de de India para la Salud.

Funcionarios de salud de Estados Unidos dijeron el martes que la ciprofloxacina cuesta ahora cerca de 1,83 dólares por tableta, pero que no van a pagar tanto en las actuales circunstancias.

Ranbaxy y su rival Cipla miran con ambición el mercado de ciprofloxacina en Estados Unidos, donde la droga se vendió el año pasado a cinco dólares cada 500 tabletas.

Ambos laboratorios indios ofrecen en el mercado doméstico versiones genéricas de la droga a sólo 12 centavos de dólar cada 500 tabletas.

Una salida para Estados Unidos podría ser la licencia obligatoria prevista en las normas de la OMC sobre derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (TRIPs, por sus siglas en inglés), que permite a los países miembros vender productos locales baratos por cuestiones de interés público.

Pero las poderosas compañías farmacéuticas transnacionales resisten la licencia obligatoria, en especial los esfuerzos a favor de ella en países en desarrollo.

Varias de esas compañías están radicadas en Estados Unidos y reclaman mayor protección para sus patentes que la prevista en el acuerdo sobre TRIPs.

La Federación Internacional de Asociaciones de Laboratorios Farmacéuticos se opone a la licencia obligatoria con el argumento de que restringe los incentivos para la investigación y el desarrollo y enlentece la búsqueda de medicamentos nuevos y mejores.

Según Shiva, la reacción de la Federación es exagerada, dado que de todos modos la industria farmacéutica mundial factura cada año unos 400.000 millones de dólares, de los cuales los países en desarrollo obtienen una porción insignificante.

Incluso en medio de la crisis del ántrax, Estados Unidos no tiene interés en cambiar el injusto régimen mundial de patentes, sino apenas en resolver la escasez específica de ciprofloxacina, lamentó la activista.

«Finalmente, se está haciendo evidente que incluso los países industrializados necesitan medicamentos baratos en tiempos de crisis», concluyó Amit Sen Gupta, experto en fármacos del Foro de Ciencia de Delhi, una organización independiente. (FIN/IPS/tra-en/rdr/js/mlm/dv-he/01

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