PALESTINA: Entre la guerra santa y la intifada

Los líderes palestinos procuran dejar claro que su lucha en los territorios ocupados está disociada del terrorismo, pero no pueden evitar que los grupos extremistas atraigan cada vez a más jóvenes dispuestos a morir por el Islam.

Shadi, un joven barbero de 21 años, se casó hace poco más de una semana, pero sueña con que 72 vírgenes lo rodeen en el paraíso, la recompensa que reciben los mártires islámicos, según la creencia.

En su barbería familiar ubicada en el campamento de refugiados de Jabaliya, en Gaza, justo frente a una mezquita, Shadi habló a IPS sobre el honor que significa para un musulmán participar de un ataque suicida y de cómo todos los que ôniegan al Islamö pueden ser un objetivo.

Los posibles atacantes suicidas como Shadi son un problema para la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y su presidente, Yasser Arafat, quien realiza una dura campaña para disociar a la lucha palestina del terrorismo.

Israel procura pintar a Arafat como su propio Osama Bin Laden, líder saudita de la organización Al Qaeda (La base) y acusado por Estados Unidos de los atentados del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington.

Representantes de varios grupos políticos palestinos se reunieron días atrás en el Hotel Internacional en Gaza para coordinar su postura ante los ataques del 11 de septiembre.

ôAfrontamos un gran dilemaö, dijo Ziad Abu Amr, presidente del comité político del Consejo Legislativo, el parlamento palestino.

ôPor un lado, queremos dejar en claro la diferencia entre nuestra lucha y el terrorismo. Y no queremos darle a los israelíes la oportunidad para que tomen ventaja de la situación actual. Por el otro, no queremos renunciar a nuestro legítimo derecho de resistir la ocupaciónö, afirmó.

Para Abu Amr, la ANP logró que la comunidad internacional distinga entre la lucha palestina y los ataques en Estados Unidos. ôNo hay ninguna organización palestina en la lista de 27 grupos terroristas elaborada por el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidosö, destacó.

El primer ministro israelí Ariel Sharon, sin darse cuenta, contribuyó a ello al tomar acciones más duras contra los palestinos e intentar aprovecharse de la situación creada tras los atentados en Estados Unidos, añadió.

La ANP, por su parte, intenta convencer a más grupos de oposición radicales, en particular Hamas (Movimiento de Resistencia Islámica) y la Yihad Islámica, para que desistan de llevar a cabo actos que puedan ser considerados terroristas, dijo Abu Amr.

ôDeben entender que los palestinos no quieren ser identificados con los responsables de los ataques del 11 de septiembreö, señaló.

La ANP también comenzó a actuar con cautela en relación a otros grupos de resistencia, incluso al propio Fatah-Tanzim, de Arafat. Pocos días atrás la policía palestina arrestó al comandante de Tanzim en Belén, Atef Obeiyat.

Abdel Asís Rantisi, importante líder de Hamas, pasó 27 meses en las cárceles palestinas y ahora, en su casa en la ciudad de Gaza, afirma estar listo para pagar ese precio una vez más.

ôLa ANP afronta una enorme presión internacional para actuar contra nosotrosö, afirmó Rantisi, para quien Hamas cuenta ahora con más apoyo popular que nunca por los atentados suicidas.

ôNo cambiaremos nuestro método para resistir la ocupación,ni por el llamado cese al fuego ni por los acontecimientos en Estados Unidos. Eso no se debe usar para detener nuestra legítima resistenciaö, añadió.

El líder de Hamas considera a todos los israelíes, incluso los civiles, como un objetivo de sus acciones. ôEllos tienen su parte en nuestra tragediaö, afirmó.

Pero aclaró que Hamas nunca dirigirá sus atentados a civiles de Estados Unidos, aun cuando considera a ese país como un enemigo. ôHay una clara diferencia entre el pueblo inocente que murió en Estados Unidos y nuestros objetivos aquíö, añadió.

Sin embargo, Shadi no hace distinciones. ôPor supuesto que los estadounidenses son un legítimo objetivo, pues ayudan a nuestro enemigoö, afirmó.

Shadi admira a su hermano mayor, integrante del ala militar de Hamas y en coma tras ser herido en la cabeza durante un enfrentamiento con israelíes en marzo. ôEs deber de todo musulmán pelear por el Islamö, afirmó.

Para el joven, que se considera a sí mismo un verdadero partidario de Hamas, no es suficiente morir por Palestina. El objetivo de la yihad (guerra santa) es propagar el Islam.

Rechaza categóricamente cualquier posibilidad de un cese al fuego y para ello se basa en su religión. ôEl santo Corán dice que los judíos nunca cumplen su palabraö, explicó.

Shadi considera seguir los pasos de su hermano mártir, pero aún no está seguro, pues teme herir a sus padres y a su joven esposa. ôNadie debe lamentar la muerte de un mártir, pues honra a su familia y gana la entrada a paraísoö, afirma.

Para él, las 72 vírgenes que esperan a un mártir en el paraíso no es lo que lo motiva a convertirse a uno de ellos, pero reconoce que ôes importante saber que será recompensadoö. (FIN/IPS/tra- en/fb/mn/rp/aq/ip/01)

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