El tráfico de drogas se redujo en México debido a medidas de seguridad dispuestas tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, aunque podría ser sólo un efecto transitorio.
La caída en las últimas tres semanas del decomiso de drogas evidencia la merma del narcotráfico, señalaron a IPS fuentes de la Procuraduría General.
Los informantes atribuyeron la disminución de la requisa de drogas, que aún no ha sido calculada con exactitud, al efecto disuasivo de las nuevas medidas de seguridad, visibles en puestos de migración, en las fronteras, en los mares y en el transporte por tierra y aire.
Alfredo Astorga, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, pronosticó que la actividad se recuperará cuando los traficantes de drogas encuentren nuevas vías y estrategias, «que nunca faltan si la demanda persiste».
Siete de las 12 principales organizaciones de narcotraficantes del mundo operan en México, la principal ruta de ingreso de drogas a Estados Unidos, el primer mercado consumidor de esas sustancias.
Tras los atentados contra las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York y el Pentágono, sede del Departamento de Defensa en Washington, el gobierno de México redobló los controles de seguridad e incluso fue reforzada la protección del presidente Vicente Fox.
Además, las autoridades coordinaron con Estados Unidos nuevas acciones de seguridad en la frontera de 3.200 kilómetros, y soldados y policías especializados fueron destinados al sur, a proteger la línea de 1.150 kilómetros que separa a México de Guatemala y Belice.
Fox visitó el jueves a su par estadounidense George W. Bush, y luego de la reunión indicó que hoy, la «prioridad número uno» en la relación bilateral es la seguridad.
Entre diciembre y mayo, la Procuraduría General decomisó en México drogas por un valor comercial estimado en casi 970 millones de dólares.
Las requisas de cocaína fueron 66 por ciento superiores a las del mismo periodo del año anterior, las de marihuana 126 por ciento mayores, las de heroína 317 por ciento, y las de goma de opio, 291 por ciento superiores.
Entre el 11 de septiembre, cuando ocurrieron los atentados en Estados Unidos, y el 23 de ese mes, los decomisos de drogas en la frontera entre México y Estados Unidos fueron 123, frente a 227 en igual periodo de 2000.
Pero la caída sería sólo temporal, pues los controles policiales nunca detuvieron ni detendrán la demanda y el abastecimiento de drogas a Estados Unidos, opinó Astorga.
Según Washington, 52 por ciento de las drogas que se consumen en Estados Unidos proceden de México.
Para la Procuraduría General, el descenso en los decomisos podría indicar los traficantes intentarán distribuir en México buena parte de la droga que no se pudo transportar a Estados Unidos.
El consumo en México viene en constante aumento. En los últimos 10 años, el porcentaje de la población que alguna vez consumió drogas pasó de 3,3 a 5,27 por ciento.
Mientras haya demanda, los carteles de droga encontrarán alguna forma de esconderse y de burlar los controles para llegar a Estados Unidos, sostuvo Mayté Cárdenas, del Centro de Investigación y Docencia Económica.
Investigadores locales calcularon que la actividad de los narcotraficantes representan entre 4,3 y 20,7 por ciento del producto interno bruto mexicano, que ronda los 450.000 millones de dólares. (FIN/IPS/dc/mj/ip/01