Dos comités del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunirán en Ottawa el 17 y 18 de noviembre, en lugar de la asamblea anual cancelada por los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos.
En la capital canadiense sólo sesionarán el Comité de Desarrollo del Banco Mundial y el Comité Financiero y Monetario Internacional del FMI, que admiten únicamente 24 representantes cada uno, aunque las dos agencias cuentan con 183 naciones accionistas.
Los accionistas principales, como Estados Unidos y Gran Bretaña, tendrán delegados propios, mientras los más pequeños elegirán a sus representantes agrupándose en bloques.
La asamblea anual de ambos organismos multilaterales debía realizarse en Washington el 29 y 30 de septiembre. El traslado a Ottawa se debió a razones de seguridad y a una «señal de respeto» a Estados Unidos, afirmó el subjefe de portavoces del Banco Mundial, Merrel Tuck.
Los delegados, ministros de Economía y Finanzas y gobernadores de bancos centrales de las naciones accionistas tratarán, en primer lugar, el estado de la economía mundial a la luz de los «trágicos hechos del 11 de septiembre y su impacto, en particular, sobre los pobres», dice un comunicado del Banco Mundial.
Las agencias multilaterales también discutirán mecanismos para mejorar la estabilidad del sistema financiero internacional y la preparación de la próxima Conferencia Internacional sobre Financiación al Desarrollo, que se celebrará en marzo de 2002 en México, agregó Tuck.
Las reuniones tratarán así mismo medidas gubernamentales para impedir el acceso de las organizaciones terroristas al sistema bancario y a los mercados de capital, dijeron fuentes del FMI y del Banco Mundial.
Algunas de las organizaciones globalifóbicas que también cancelaron las manifestaciones contra el FMI y el Banco Mundial tras los atentados intentan ahora reorganizar sus protestas.
«Si el Banco Mundial y el FMI vuelven a la actividad no veo por qué no lo haremos nosotros», dijo Soren Ambrose, analista de políticas de la red estadounidense Cincuenta Años es Suficiente.
Pero las organizaciones no gubernamentales afrontan el desafío de no mostrarse insensibles ante las casi 6.000 muertes que dejaron los atentados en Estados Unidos y ante la preocupación general por la seguridad pública, sin que esto les impida manifestarse.
«Si el Banco y el Fondo son lo suficientemente abiertos con su trabajo ante los atentados y la violencia que se está manifestando en Afganistán, nosotros seremos igualmente abiertos en nuestro intento de detener el daño que causan a los países pobres», dijo Ambrose.
Aún es prematuro prever la reacción de los activistas, pero Cincuenta Años es Suficiente ya está en contacto con grupos canadienses para diseñar un plan de actividades, sostuvo.
«Habrá protestas, pero no serán tan grandes como las planificadas originalmente para Washington. También se realizará un foro alternativo y actividades con la prensa para informar sobre nuestros puntos de vista», agregó.
Las organizaciones no gubernamentales reclaman al FMI y al Banco Mundial el cese de los programas de ajuste estructural, la cancelación de deudas de los países más pobres y el fin del financiamiento a proyectos que dañan el ambiente.
Demandan también que la toma de decisiones se abra a la participación pública.
La celebración de las asambleas del FMI y del Banco Mundial se vio retaceada por razones de seguridad incluso antes de los ataques de septiembre, debido a los violentos enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y activistas durante la Cumbre de las Américas en Québec, Francia, y en la cumbre del Grupo de los Ocho países más poderosos, en Génova, Italia.
El Banco y el Fondo decidieron limitar las conversaciones a sólo dos días en lugar de su extensión tradicional de una semana, y celebrar todas las sesiones dentro de sus sedes principales en el centro de Washington, accediendo al pedido de las autoridades locales. (FIN/IPS/tra-eng/em/aa/dc-mj/if dv/01
