/Integración y Desarrollo/ DESARROLLO: Ricos y pobres discrepan

Países ricos y pobres expusieron sus diferencias en la tercera reunión de preparación de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Financiación para el Desarrollo, celebrada en la sede de la ONU en Nueva York.

Los países en desarrollo pretenden que la conferencia —a celebrarse en Monterrey, México, en marzo— considere la necesidad de aumentar la financiación para el desarrollo y la creación de una nueva «arquitectura» internacional para proteger los intereses del Sur y le otorgue más incidencia.

Las conversaciones de Monterrey, dijo Bagher Asadi, de Irán, en representación de los 133 países en desarrollo pertenecientes al Grupo de los 77, deben producir un plan de acción con objetivos específicos, y un mecanismo de seguimiento para supervisar y revisar el progreso alcanzado.

Pero el delegado de Estados Unidos, Terry Miller, sostuvo que el objetivo de la conferencia de Monterrey no debe ser un plan de acción, sino un «compendio de ideas».

Las conversaciones sólo serán un éxito si los países se limitan a aceptar una declaración política que exprese su voluntad para controlar conflictos, su compromiso con la libertad y su apoyo al capitalismo, sostuvo el representante de Washington.

Los participantes deben amparar el libre flujo de ideas e información, comercio y capital, y permitir que las inversiones se trasladen a los lugares con mayores beneficios, dijo. El último punto en su lista es la cooperación entre los países.

El belga Jean de Ruyt, en representación de la Unión Europea y 14 estados asociados, dijo que se debe apuntar menos a los «problemas sistémicos» y más a la erradicación de la pobreza y las «responsabilidades mutuas» de los países industrializados y en desarrollo.

De Ruyt recalcó la importancia que tienen la gestión de gobierno, el respeto por los derechos humanos y la prevención de conflictos para atraer inversiones, ayuda, comercio y reducir la deuda externa.

El incremento de la ayuda para el desarrollo casi no figuró en las declaracione de los países industrializados, aunque sí fue solicitada por funcionarios de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

El presidente del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola, Lennart Bage, dijo que la ayuda a la agricultura y al sector rural descendió 40 por ciento en la última década. Los recursos disponibles para el sector en la mayoría de los países en desarrollo también descendieron, dijo.

El secretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, Rubens Ricúpero, dijo que los atentados terroristas del 11 de septiembre contra Estados Unidos dejaron al descubierto la creciente interdependencia mundial.

Los gobiernos de los países industrializados ayudaron financieramente a los sectores de sus economías más perjudicados por los atentados, pero muchos países en desarrollo no tenían los recursos para hacer lo mismo, explicó.

La subsecretaria general de la ONU Angela King dijo que es necesario mejorar la calidad de la ayuda. Los proyectos para incentivar el ahorro y la creación de empresas tienden a ignorar a las mujeres debido a la idea de que dependen de los hombres y de que su ingreso es suplementario, señaló.

Por el contrario, estudios han demostrado que el ingreso de las mujeres es fundamental para el bienestar de la familia ya que ellas tienden a gastar un porcentaje mayor de sus ingresos en la salud, la educación y la nutrición de sus seres queridos, subrayó King.

David Ugolor, de la no gubernamental Red Africana por Justicia Ambiental y Económica, habló del impacto de la corrupción, que en países como Nigeria representa una barrera al desarrollo económico y político, afirmó.

Los países industrializados y organismos financieros multilaterales ponen gran énfasis en la corrupción de los países en desarrollo, agregó Ugolor, pero no tanto en las cuentas bancarias privadas que alientan el fenómeno.

El dictador militar Sani Abacha y anteriores gobiernos saquearon miles de millones de dólares de las arcas del estado nigeriano, gran parte de los cuales se pueden rastrear hasta bancos europeos, estadounidenses y de otras partes, sostuvo Ugolor.

El presidente actual, Olusegun Obasanjo, quiso recuperar el dinero, pero no encontró respaldo en la comunidad internacional, agregó.

El comité de preparación para la conferencia de Monterrey se reunirá nuevamente en enero. Para entonces el supervisor de la misma, el mexicano Mauricio Escanero, revisará el borrador acordado en las discusiones del 15 de octubre en Nueva York.

El borrador recomienda al secretario general de la ONU, Kofi Annan, iniciar una «campaña mundial de información» por la reducción de la pobreza y el incremento de la ayuda al desarrollo.

También insta al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial a acelerar la reducción de la deuda externa de países en desarrollo. Así mismo, pide a la Organización Mundial del Comercio que actualice su relación institucional con la ONU y dé mayor prioridad al desarrollo. (FIN/IPS/tra-en/bm/aa/aq/dv/01

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