La lucha contra la discriminación y la xenofobia, la profundización de la democracia y el apoyo a las microempresas fueron las recomendaciones centrales de la cuarta conferencia del Foro Internacional sobre Pobreza Urbana.
La conferencia, organizada en Marruecos por el Centro de Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos (CNUAH/Hábitat) y el gobierno marroquí, en la meridional ciudad de Marrakesh, reclamó medidas firmes contra la discriminación de grupos vulnerables como mujeres y poblaciones indígenas en las ciudades como una parte esencial de las políticas para reducir la pobreza.
Así mismo, el «Principio de Marrakesh», firmado por 450 expertos, funcionarios gubernamentales y activistas de 60 países, subraya la necesidad de asegurar la financiación y el acceso a los mercados de micro y pequeñas empresas, en particular encabezadas por mujeres, como una de las estrategias más efectivas.
«La humanidad mira pasivamente la creciente distancia entre pobres y ricos», dijo Anna Tibaijuka, directora ejecutiva de CNUAH/Hábitat.
Apenas 10 por ciento de la población mundial controla 80 por ciento de los recursos, dijo Tibaijuka, quien reclamó una lucha frontal para liberar al mundo de la pobreza.
Varios participantes señalaron la falta de democracia como uno de los factores que más contribuyen a la pobreza.
«Mientras la democracia gana terreno en algunas regiones del mundo, los pobres continúan excluidos del gobierno de sus propios asuntos. La pobreza no es sólo una cuestión de ingresos y crecimiento económico. El buen gobierno puede ser un elemento eficaz», sostuvo un participante.
El Foro, creado en la ciudad de Recife, Brasil, en 1996, y constituido como red de instituciones en el encuentro de Florencia, Italia, en 1997, sesionó entre el 16 y el 19 de octubre bajo el lema «Ciudades productivas e inclusivas para todos».
El rey Mohammed VI de Marruecos, acusó en un mensaje enviado a la conferencia a las naciones ricas de faltar al compromiso de «entregar 0,7 por ciento de su producto interno bruto en asistencia (a los países en desarrollo), y por seguir protegiendo productos con los que pueden competir las naciones en desaarrollo».
El rey criticó a los países ricos por «adoptar una postura timorata con respecto al endeudamiento que drena los recursos que necesitan con desesperación los países en desarrollo» y advirtió los peligros de «la globalización desenfrenada, que agrava el ya crónico déficit social» en las naciones pobres.
La pobreza se agravó en Marruecos por el escaso crecimiento de la economía, que no superó 2,3 por ciento anual en los últimos 10 años, y por una pesada deuda externa de más de 15.000 millones de dólares, explicó el ministro de Planificación, Ambiente y Vivienda, Mohamed El Yazghi.
El desempleo es de 22 por ciento y 20 por ciento de los 30 millones de habitantes del país viven en la pobreza, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Otra recomendación del «Principio de Marrakesh» sugiere aprovechar los beneficios de las nuevas tecnologías del área de la informática y de telecomunicaciones para impulsar el desarrollo de los sectores más pobres.
Marruecos incorporó estas técnicas a su programa de reducción de pobreza, auspiciado por la empresa trasnacional española Telefónica, que ofrece publicidad gratuita sobre oportunidades laborales y venta de artesanías y otros productos en la red mundial de computadoras Internet.
El programa ayudó a desarrollar 75 proyectos de jóvenes universitarios y brinda entrenamiento a personas que buscan trabajo, informó Yazghi.
El país tenía 29.000 usuarios de teléfonos celulares en 1995 y llegó a tres millones en 2000. En 1990 había 400.000 conexiones telefónicas fijas, que aumentaron a 1,5 millones el año pasado, mientras el número de usuarios de Internet ascendió a 200.000.
Por otra parte, la delegación palestina a la conferencia atacó la política de Israel, que «contribuye a agravar la pobreza en los territorios palestinos» ocupados.
«Israel demolió total o parcialmente 6.177 edificios en las zonas palestinas desde el comienzo de la intifada (levantamiento) en septiembre de 2000», afirma un documento presentado en el encuentro. La reconstrucción de viviendas requerirá 38 millones de dólares.
El próximo encuentro del Foro se realizará en Nairobi, Kenia, en mayo de 2002. (FIN/IPS/tra-eng/na/mn/dc-ff/dv/01