Los líderes separatistas de los estados nororientales de India, refugiados en Bangladesh, celebraron la victoria del Partido Nacionalista de Bangladesh (BNP) en las elecciones parlamentarias de esta semana.
«Estamos muy contentos con los resultados. El BNP nos trata como combatientes por la libertad y no como terroristas», declaró Major Yamrock, portavoz del Frente de Liberación Nacional de Tripura (NLFT), desde un escondite en las montañas de Chittagong.
El NLFT, que mantiene una lucha armada por la autodeterminación del estado indio de Tripura, fue proscripto por Nueva Delhi.
El BNP ha mantenido tradicionalmente una clara postura política contraria a India, y su líder Begum Khaleda Zia aseguró al NLFT que sus refugios en Bangladesh no serán tocados, dijo Yamrock.
Sin embargo, en cuanto se conoció la victoria del BNP en las elecciones del lunes 1, Begum Zia declaró a la prensa que Bangladesh intentará tener buenas relaciones de vecino con India.
En contraste con el BNP, la Liga Awami, que condujo a Bangladesh a independizarse de Pakistán en 1971 y fue derrotada en los comicios del lunes, tiene una posición favorable a India originada en la decisiva colaboración de Nueva Delhi con el movimiento de independencia.
La ex primera ministra Sheikh Hasina, líder de la Liga Awami, trató de impedir el uso del territorio de Bangladesh por insurgentes de los estados del noreste de India, que incluyen a Assam, Manipur, Meghalaya, Nagaland, Mizoram y Tripura.
«El gobierno de Hasina nos perseguía. Permitía que agentes indios nos atacaran en este país», afirmó mediante correo electrónico Rubi Bhuyan, portavoz del Frente Unido de Liberación de Assam (ULFA).
El triunfo del BNP refleja la solidaridad hacia el ULFA del pueblo bengalí, «que luchó por su propia independencia y entiende nuestras aspiraciones, y ahora ha dado una lección a la Liga Awami», agregó.
Durante el régimen de la Liga Awami, Anup Chetia, líder del ULFA, fue detenido, juzgado y encarcelado. Además, el líder del brazo armado del grupo, Paresh Barua, sufrió cuatro atentados contra su vida.
Funcionarios de inteligencia indios dijeron que Paresh Barua, que fue obligado a abandonar Dacca y radicarse en Karachi durante el gobierno de la Liga Awami, podría volver ahora.
«Debe estar cerca de Assam para conducir a su grupo. Karachi es segura pero muy lejana», declaró un funcionario de inteligencia indio establecido en Dacca.
Barua posee una serie de empresas en Bangladesh que financian a su grupo, alguna vez poderoso. Los negocios incluyen una curtiembre, tiendas de departamentos, fábricas de vestimenta, agencias de viajes, compañías de transporte e inversiones en los mercados de capital.
Se cree que seis grandes grupos separatistas del noreste de India poseen un total de 30 bases en la selva de las áreas montañosas de Sylhet y Chittagong, en el este de Bangladesh.
Según funcionarios de inteligencia indios, los escondites son utilizados como campamentos de entrenamiento y también para mantener personas de los estados del noreste secuestradas a cambio de dinero, mientras los líderes viven en las ciudades de Dacca, Sylhet y Chittagong.
Diplomáticos indios en Dacca opinaron que el nuevo gobierno de Begum Zia podría dejar de proteger a los grupos separatistas indios debido a la creciente oposición internacional a las actividades terroristas tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
Pero otros diplomáticos señalaron que el uso de los insurgentes en actividades de «inteligencia ofensiva» podría seguir siendo útil al servicio de inteligencia de Bangladesh.
Los servicios de inteligencia «protegieron a los rebeldes aun bajo presión del gobierno de Sheikh Hasina. No hay posibilidad de que los entreguen a India pese a los cambios en la situación internacional», opinó un diplomático indio que solicitó reserva. (FIN/IPS/tra-en/sb/rdr/js/mlm/ip/01