El presidente francés Jacques Chirac utiliza la guerra en Afganistán con fines políticos y con la mirada puesta en las elecciones de abril, según algunos comentaristas.
«Para Chirac, la guerra es una buena ocasión para conseguir apoyo para su campaña de las elecciones presidenciales del próximo año», opinó Helene Miard Delacroix, profesora de ciencia política en la Universidad de la Sorbona, en París.
«El instinto político de Chirac aprovechó la oportunidad (de los bombardeos de Estados Unidos contra Afganistán», dijo.
Desde el comienzo de los bombardeos, el 7 de este mes, Chirac aumentó sus apariciones en público e impuso la pompa militar a todas las ceremonias oficiales.
El presidente es comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, según la Constitución francesa, que en caso de guerra obliga al mandatario a compartir con el primer ministro, responsable de la conducción de las operaciones, la planificación y el proceso de decisiones.
El conservador Chirac y el primer ministro socialista Lionel Jospin, podrían ser candidatos rivales en las elecciones presidenciales de abril.
«Como comandante en jefe de Francia en época de guerra, Chirac procura realzar su condición de líder mundial y reducir a su rival (Jospin) a la de asistente administrativo», comentó el analista político Alain Duhamel.
Duhamel recuerda que François Mitterrand, el predecesor de Chirac, también intentó usar la guerra del Golfo en 1991 para mejorar su suerte política y la del Partido Socialista.
Contra la voluntad de la mayoría de los políticos de izquierda, Mitterrand impuso en 1991 la participación francesa en la coalición militar que, con el liderazgo de Estados Unidos, expulsó a Iraq de Kuwait.
«Sin embargo, pocos meses después, los socialistas obtuvieron el peor resultado electoral desde principios de los años 60», señaló Duhamel. «Esto podría repetirse con Chirac en las próximas elecciones», advirtió.
Aunque sólo se reúna con representantes locales, Chirac es recibido en las ceremonias oficiales con honores militares al ritmo del himno nacional, la Marsellesa.
En un discurso a la nación poco después del comienzo de los bombardeos, Chirac dijo que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, le había informado personalmente del inicio de la campaña militar.
Chirac justificó la guerra entonces como «el precio a pagar por preservar la libertad y la dignidad del mundo civilizado». Agregó que Francia participaría en la guerra con «un sentido de responsabilidad y solidaridad».
También aseguró que las tropas francesas pronto intervendrían en la campaña militar. Pero hasta el momento eso no se ha cumplido, aunque dos barcos de guerra franceses se encuentran en el océano Indico y sus tripulantes están en alerta.
Algunos políticos derechistas en París acogieron el carácter simbólico de la participación francesa en la guerra con ironía. El ex presidente Valery Giscard d'Estaing dijo que «Francia podría enviar la mitad de sus portaaviones» a la guerra, ya que el país sólo tiene dos y uno está en reparación.
Chirac también aprovechó con fines políticos el viaje que hizo a Nueva York el 18 de septiembre, siete días después de los atentados contra las torres gemelas. Entonces, el alcalde neoyorquino Rudolph Giuliani lo invitó a volar en helicóptero sobre las ruinas del World Trade Centre.
«Aunque el vuelo iba a ser privado, la hija de Chirac, Claude, le pidió a un fotógrafo de la agencia de noticias estatal AFP y a un camarógrafo de la red de televisión TF1 que acompañaran a su padre», informó el diario Le Parisien.
Claude Chirac es la encargada de relaciones públicas de la presidencia.
«Las imágenes de un Jacques Chirac atento, preocupado, consternado en su vuelo sobre Nueva York se vieron en toda Francia inmediatamente después de los atentados», señaló el diario Le Monde.
Durante la estancia de Chirac en Nueva York, el primer ministro Jospin asistió en París a una reunión de la policía.
«Mientras Chirac aparecía como un estadista de experiencia internacional, su rival político Jospin tuvo que encargarse de asuntos policiales menores», comentó Le Parisien.
Chirac incluso utilizó la sesión inaugural de la 31 asamblea general de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) la semana pasada para impulsar su imagen. En su discurso instó al mundo a «civilizar la globalización» como un medio para combatir el terrorismo. (FIN/IPS/tra-en/jg/mn/aq/ip/01