El salvadoreño FMLN, uno de los símbolos de la izquierda en América Latina, que expulsó a su líder histórico Facundo Guardado, está cerca del cisma a causa de la disputa entre comunistas y renovadores socialdemócratas.
Hay también otra corriente en el FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional), que surgió en 1980 como movimiento guerrillero, que agrupa a «los terceristas», neutrales en la batalla interna.
La crisis se profundizó tras la desafiliación del ex candidato presidencial Guardado, y la división se puede oficializar en las elecciones internas de noviembre, según dirigentes partidarios y analistas consultados por IPS.
Guardado dijo a IPS que el difícil momento que atraviesa el FMLN es producto de una pugna de poderes entre los «estalinistas» y los «pluralistas».
«Mi expulsión del partido es una muestra de intolerancia, de hasta dónde pueden llegar las prácticas estalinistas todavía en el siglo XXI», aseguró Guardado, un agricultor de 46 años, que fuera uno de los fundadores del frente y candidato a la presidencia en las elecciones de 1999.
El tribunal de honor del FMLN, dominado por comunistas ortodoxos, decidió a comienzos de este mes desafiliar a Guardado, acusado de traición al partido y a la izquierda.
En el fallo se indicó que Guardado mereció la expulsión por no respetar las decisiones de la dirección del Frente, manifestar su aprobación al proceso de dolarización de la economía de El Salvador, apoyar ciertas decisiones del gobierno y por promover la ruptura del partido.
«Lo que pasa es que al ala comunista del FMLN no le interesa gobernar, quiere vivir eternamente en la oposición», arguyó Guardado. «A los ortodoxos sólo les interesa tener unos cuantos cargos para decir no a todo, pues practican la política del no», añadió.
El ex candidato presidencial del FMLN sostuvo que, en cambio, a los renovadores les interesa llegar al gobierno, son pluralistas y abiertos, y pretenden construir un proyecto democrático para el partido. «Por eso los ortodoxos nos ven a los renovadores con desconfianza», apuntó.
«Esta es la mayor crisis de las que ha vivido el partido y veo el futuro del FMLN incierto, ya que no hay ninguna señal de entendimiento ni concertación», explicó.
El FMLN, nacido como fuerza guerrillera en 1980, dejó las armas y se convirtió en partido político legal en 1992 tras la firma de los acuerdos de paz que puso fin a la guerra civil de 12 años.
El Frente, conformado en su origen por Las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí, Resistencia Nacional, Ejército Revolucionario del Pueblo, Partido Comunista de El Salvador y el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos, ha participado en dos elecciones presidenciales, en las que fue derrotado.
Los «efemelistas», como son conocidos sus activistas, constituyen hoy la primera minoría del Congreso unicameral, con 31 de los 84 escaños, dos más que la gobernante Alianza Republicana Nacional (Arena), y tienen a su cargo al menos 50 alcaldías.
Expertos señalan que muchos dirigentes del FMLN tratan de minimizar la verdadera crisis que afecta a ese partido, que en caso de confirmarse el cisma tendría un problema de muy difícil resolución como es determinar quién se queda con el nombre, todo un símbolo para la izquierda de este país y de América Latina.
Guardado coincide con los analistas en que el día clave para el futuro del FMLN será el 25 de noviembre, cuando los 80.000 inscriptos en el padrón partidario tendrán la oportunidad de elegir con voto secreto a las personas que ocuparán más de 4.000 cargos, entre ellos la dirección nacional.
«Tenemos que reconocer autocríticamente que vivimos una situación compleja», dijo a IPS el diputado Manuel Melgar, con un pasado de 12 años como guerrillero y ahora uno de los líderes del sector terceristas que prefiere mantenerse al margen de las disputas internas y aboga por la unión.
«El día de las elecciones internas podría ser el momento de la solución», agregó Melgar, quien puntualizó que un proceso limpio y transparente permitiría la reconciliación del FMLN.
Según Melgar, todos los dirigentes y militantes están convencidos de la importancia de esta elección y es por eso que se han comprometido a apoyar la limpieza de los comicios y a respetar sus resultados.
Los cuatro candidatos para coordinador general del FMLN son el ortodoxo Salvador Sánchez, el tercerista Gerson Martínez, el renovador Francisco Jovel y Angel Enríquez, quien no representa a ninguna tendencia.
El líder de la corriente ortodoxa, el diputado Shafik Handal, un comunista de 71 años, comentó a IPS que todo cambio, en referencia a la expulsión de Guardado, genera problemas. Sin embargo, el dirigente negó que el FMLN afronte una crisis general.
«Somos un partido de izquierda, una posición de derecha no cabe en el partido, a menos que renunciemos a nuestras ideas», expresó.
También justificó la desafiliación del ex candidato presidencial al acusarlo de promover el divisionismo y los ataques desde afuera, sin someter sus ideas a la consideración del partido.
«Nosotros (los ortodoxos) queremos la unificación del partido, pero los renovadores, que son una minoría, prefieren que seamos un partido de partidos», explicó.
Handal destacó que el 25 de noviembre será un día muy importante, pues el partido podrá sentar las bases de su consolidación democrática. (FIN/IPS/nms/dm/ip/01
